El Pamesa Teruel regresa de Canarias reforzado dentro y fuera de la pista

La jornada intersemanal que, por momentos, se le complicó al Pamesa Teruel en su visita al CV San Roque terminó reforzando al equipo. Los de Torcello fueron mejorando sobre la pista a medida que el partido se iba complicando hasta conseguir una remontada épica, aunque obligada ante un rival de menor entidad. Varios nombres propios brillaron por encima del resto, pero sobre todo el grupo volvió a dejar claro que es capaz de tambalearse por la cuerda floja al borde del precipicio y terminar salvando la papeleta. Hoy, el equipo regresa al trabajo con el tiempo justo para preparar el segundo duelo de la semana ante un rival canario, el del próximo sábado frente al Cisneros en Los Planos.

El choque del miércoles en el Pabellón Municipal de El Batán no fue, ni mucho menos, el encuentro soñado para el Pamesa Teruel. Lejos de casa, con poco descanso y ante un rival que se sintió mucho más cómodo en la pista durante buena parte del encuentro, a los turolenses les tocó sudar la gota gorda para sumar dos puntas ante el CV San Roque en la única jornada intersemanal que tendrá este año la Superliga. Sin embargo, el equipo debe quedarse con los aspectos más positivos de esa victoria por la mínima.

Los más beneficiados

Más allá de que lo importante siempre es el rendimiento colectivo para beneficio del equipo, cuatro jugadores salieron beneficiados de El Batán. 
Guillem Pont fue uno de ellos. El colocador que vive su primera etapa en Teruel entró cuando peor estaban las cosas y fue capaz de mantener con vida a su equipo. Su trabajo en la red, cerrando a la perfección el bloqueo en más de una ocasión; sus labores de organización para que Zelayeta, Méndez o Miguel Ángel Martínez anotasen y su muestra de determinación al no arrugarse en una situación complicada lo convirtieron en uno de los jugadores más destacados del bloque turolense. Su actuación del miércoles puede influir en las decisiones que Maxi Torcello tome de cara al duelo del sábado ante Cisneros.

Miguel Ángel Martínez fue otro de los que comenzó su consagración en Canarias. Tras un partido como el del pasado sábado en Los Planos, en el que sus cifras de anotación no fueron muy llamativas, el opuesto colombiano regresó a los dobles dígitos y rozó la treintena de puntos en su particular batalla con el danés Dahl Ulrik, que logró anotar 36 tantos. Fue el mejor de los tres partidos que ha disputado el nuevo jugador naranja desde su llegada a pesar de que estuvo algo flojo en el servicio y que acabó con molestias en la zona posterior de su pierna. La remontada frente al CV San Roque quizás pueda servirle de trampolín para mantener ese buen nivel de cara al resto de temporada.

Los otros dos jugadores que más destacaron sobre la pista fueron Víctor Méndez y Áxel Téllez. El rendimiento de la pareja de centrales fue in crescendo a medida que subía la temperatura en el recinto insular. El de Motril aguantó la presión de la afición local y sacó a relucir todo su potencial para llevar al equipo hasta el empate. En el tie-break fue su compañero Áxel Téllez el que se hizo enorme en la red para no dejar pasar ni un solo remate del San Roque y así confirmar que ha vuelto en plena forma del Preolímpico al que se marchó con su selección.

Golpe de moral

Fuera de la pista, el equipo también ganó. La forma de conseguir el triunfo puede suponer un empujón anímico importante de cara al compromiso del próximo sábado en casa ante el Cisneros Alter. Aunque los de Torcello deben ser conscientes de que no se tiene que llegar a esa situación para dar el cien por cien, también saben que una remontada de estas características no es cuestión de casualidad. El equipo está fuerte mentalmente y eso se refleja sobre el parqué. Sin embargo, el Pamesa todavía tiene una tarea pendiente que debe mejorar si quiere pelear por todo esta temporada. El objetivo debe ser acabar con las habituales desconexiones -tres en tres partidos- que hacen que los partidos se compliquen más de la cuenta.