El CV Teruel recuerda la primera fiesta como campeón de Superliga
Hoy hace once años, el equipo naranja subió al Torico por primera vez como vecedor nacionalEl Torico empezó su romance con el color naranja el 3 de mayo de 2009 cuando vistió por primera vez la bufanda del Club Voleibol Teruel. Ese día miles de turolenses se agolparon en la plaza Carlos Castell para celebrar que la ciudad y la provincia habían entrado en la historia del voleibol nacional. Y lo habían hecho para quedarse.
En su tercera campaña en la Superliga masculina de voleibol, el entonces CAI Teruel logró escalar a lo más alto venciendo en el playoff al Unicaja Almería en el inicio de un duelo que se iba a prolongar desde entonces.
Hoy se cumplen once años de aquella celebración. La onomástica llega mientras en el seno de la Federación Española se debate cómo resolver esta edición de la competición después de tener que haber sido interrumpida como consecuencia de la epidemia de Covid-19 que ha devastado el planeta.
A toda velocidad
Apenas un año después de haber ingresado en el selecto club de la máxima competición nacional del voleibol, el CV Teruel pronto se hizo un hueco entre los mejores. En una liga que hasta entonces estaba dominada con severidad por el Drac Portol Palma, que había conquistado el campeonato las tres temporadas anteriores, la campaña 2008-2009 supuso el principio de una nueva era en el vóley español.
Los palmesanos terminaron al frente de la clasificación de la liga regular, pero con el aliento naranja en la nuca. El CV Teruel se quedó a un solo punto de los defensores del título y disfrutaron del factor cancha a favor en el playoff. Los aragoneses eliminaron a UCAM Murcia en dos partidos, y al soriano Numancia CMA en tres, ambos cruces por la vía rápida, para llegar a la final ante Unicaja. Los andaluces habían vencido en semifinales al Drac Palma en un agónico quinto partido.
La final se resolvió en el Moisés Ruiz. El CV Teruel había vencido en los dos primeros encuentros disputados en la pista de Los Planos ante una enfervorecida horda naranja que llevó en volandas a los suyos en los dos encuentros. La afición acompañó en masa al equipo hasta la capital almeriense donde se convirtió en la única voz que se escuchaba en la cancha. Y la locura se desató cuando los de Novillo lograban sellar, con un contundente 1-3, el tercer partido de la final para levantar el título.
Las huestes turolenses regresaron a casa con la copa de campeón debajo del brazo. Una tropa sembrada de nombres que se han convertido en historia viva del voleibol turolense. Guille Hernán, Fran Rodríguez, José Torres, Andrés, Cesc Llenas, Pepi Atanasov, Ualas Martin, Anderson Giacomini, Vega, Cocolina, Guerrero, Morata y el turolense David Ariño, junto a Óscar Novillo y José Ignacio Marcos y toda la directiva se dieron un baño de multitudes en la plaza del Torico para compartir ese trofeo tan especial con todos sus seguidores en lo que fueron los primeros pasos de un idilio entre equipo y afición que mantiene hoy muy viva su llama.