El CV Teruel huye de la euforia previa al choque en Cabezón de la Sal, 18:00 horas. Los hombres de Miguel Rivera no se fían de la situación por la que Textil Santanderina atraviesa en la tabla y son conscientes, además, de las dificultades que siempre atesora la visita a una de las pistas más ‘calientes’ de la competición. La enfermería naranja poco a poco se queda sin inquilinos y en las horas previas al inicio del choque la duda radica tan solo en la presencia de Carlos Jiménez, aunque el técnico confía en que el receptor esté en disposición de hacer frente al compromiso. Xavier Fernández y J. Cerrato son los colegiados encargados de dirigir el compromiso.
La plantilla del CV Teruel no quiere mirar una clasificación que dice que en Cabezón de la Sal el tercero por la cola, luchando por eludir el descenso, recibe la visita del segundo, y aspirante a todos los títulos. Tanto Miguel Rivera como sus jugadores tienen en su mente las dificultades que siempre depara la visita a uno de los pabellones más calientes de la competición. “Es una cancha con mucho ambiente de volei y donde siempre nos ponen las cosas muy complicadas”, reconoció el técnico antes de iniciar el desplazamiento.
Tras el parón navideño el conjunto va recuperando una línea de consistencia. Tras ganar 2-3, con remontada incluida en la visita a Soria para jugar ante Río Duero, una semana después superó a Ushuaïa Ibiza alternando momentos de gran brillantez con un tercer set de nivel más irregular. Durante la semana Rivera aseguraba que “hemos analizado lo ocurrido para buscar los errores cometidos en los sets que hemos perdido”.
