El CV Teruel es finalista con la mitad de trabajo que Unicaja Almería

En una final al mejor de cinco partidos nada queda al capricho del azar. Y la fatiga tampoco. Los dos finalistas, Club Voleibol Teruel y Unicaja Almería, han accedido a la final después de superar sus respectivas semifinales, aunque la solvencia y, sobre todo, el desgaste con el que lo han hecho puede suponer un factor diferencial en el rendimiento de ambas escuadras para las próximas citas.
Aunque el esfuerzo durante un partido de la máxima competición es difícilmente mensurable, lo cierto es que los turolenses han necesitado de la mitad de sets, de la mitad de puntos y de un partido menos que los andaluces para acceder a la ansiada final.
La eliminatoria entre el los aragoneses y el Río Duero Soria se resolvía en tres encuentros, y en los tres el resultado fue idéntico: tres sets a favor de los turolenses y ninguno en el casillero numantino para sumar un total de nueve en el global de la eliminatoria.

Segundo contra tercero
Sin embargo, la segunda semifinal, que enfrentaba al segundo de la liga regular y campeón del año pasado con el veterano finalista andaluz, el Unicaja Almería de Piero Molducci, tuvo desenlaces mucho más broncos. El balance de partidos se decantó a favor de los almerienses en la cuarta jornada, después de haber roto el factor cancha en los dos encuentros de la ida en la pista del Son Moix cuando los ahorradores lograban imponerse en ambos casos a los palmesanos en el tie break.
El tercer encuentro fue una demostración de que Palma no estaba muerto y sometió con solvencia a los andaluces con un doloroso 0-3 en el Moisés Ruiz.
El domingo, y de nuevo en el desempate, el balón terminaba dando por vencedor al equipo verde andaluz. Una gesta en la que los ya segundos finalistas necesitaron disputar hasta 18 juegos, exactamente el doble que su rival turolense.

Combate a los puntos
La complejidad de la clasificación de Unicaja se tradujo en la necesidad de disputar más puntos. Un total de 744 en la semifinal contra Urbia Voley Palma, que son casi el doble de los 384 que tuvo que jugar el CV Teruel para lograr su plaza en la final.
Tanto Unicaja como el CV Teruel mantuvieron al mismo equipo en pista la mayor parte de las semifinales. Mientras que Miguel Rivera confiaba en la combinación de arranque integrada por Thomas Ereu, Balsa Radunovic, Pedro Rangel, Andrés Villena, Pablo Bugallo, Víctor Rodríguez y Vinicius Noronha, el técnico italiano del Unicaja, Piero Molducci, realizaba algunas modificaciones en su equipo inicial, aunque manteniendo firmes los pilares de su estructura de juego con Borja Ruiz, Javier Monfort y Manu Parres.
Después, disputaron tres de los cuatro encuentros Israel Rodriguez (que se perdió el primero), Thiago Maciel (ausente en el segundo siete inicial) y Mario Ferrera.  
Sin embargo, a pesar de que las variaciones han sido mayores en el equipo con el que Unicaja Almería ha arrancado sus partidos, el número de sets y de puntos disputados podrían pasarle factura a los andaluces en forma de una mayor fatiga de la que recuperarse antes de afrontar este sábado el primer partido de la fase final por el título, que se disputará en la pista de Los Planos.