Jorge López, uno de los mejores del Utrillas este domingo, aguanta un balón rodeado de rivales. J. G. P.
El CD Utrillas sabe sufrir para teñir aún más de blanco Cariñena (0-1)
Un gol de David Muñoz es suficiente para vencer un encuentro que tuvo que posponerse una hora por la nieve
El CD Utrillas consiguió un triunfo importante a domicilio en un encuentro marcado por el estado del terreno de juego, repleto de nieve a la hora inicial prevista. Los de Pitu Lerga fueron mejores en el primer tiempo, se adelantaron con un gol de David Muñoz y supieron sufrir tras el interludio para sumar el segundo triunfo consecutivo y afianzarse en la zona media de la tabla.
El Utrillas llegó a Cariñena y se encontró con un campo en el que el color blanco predominaba por encima del verde. Plantilla y cuerpo técnico tenían serias dudas sobre la disputa del encuentro, pero el trío arbitral decidió dar un tiempo de margen para que los operarios del equipo local, con jugadores y entrenador incluidos, limpiase el tapete donde debía disputarse el choque. Con más de una hora de retraso debido a la nieve que cubría el césped artificial de La Platera y con muchas incógnitas sobre si las condiciones garantizaban la seguridad de los jugadores, arrancaba el último duelo de la primera vuelta entre el Utrillas y el Cariñena.
Las condiciones hacían pensar que el el compromiso no iba a estar marcado por el fútbol combinativo, sino más bien por el intercambio de pelotazos de un lado a otro. El guion fue ese desde el inicio, con las consecuencias derivadas de ello. Nada más comenzar, Jorge López y Monge chocaron en un salto y el pivote del Cariñena quedó tendido en el verde obligando a entrar a las asistencias médicas. Tras el susto, el Utrillas empezó a ganar terreno en campo contrario con aproximaciones que no encontraban la portería defendida por el exportero utrillense Augusto Tavares. Jorge López tuvo la primera, pero su disparo pasó pegado a la meta contraria sin encontrar premio. Poco después, el centrocampista colgó un buen balón que no encontró a Adrián Hernández por muy poco. Aunque las condiciones eran las propicias para que el Cariñena de Humberto Arto impusiese su característico estilo directo, los mineros arrancaron mejor.
Ese buen arranque pronto tuvo recompensa. Casero, con más fe que intención, colgó un balón lateral que se paseó por delante de la defensa local y encontró completamente solo en el segundo palo a David Muñoz. El delantero del Utrillas no desaprovechó la ocasión de estrenar su cuenta particular con el equipo de Pitu Lerga y la envió al fondo de la red. El Cariñena reclamó un posible fuera de juego, pero el tanto subió al electrónico.
El gol no echó para atrás al cuadro turolense, que se sentía cómodo con Redolar jugando por delante de la pareja de centrales. Los de las Cuencas Mineras aumentaron la intensidad para evitar que el Cariñena se sintiera cómodo sobre un campo que cada vez estaba más encharcado a medida que la nieve se derretía. Con el descanso a la vuelta de la esquina, el Utrillas volvía a dar un paso hacia delante en busca del segundo de la mañana, mientras que el Cariñena aprovechaba cada saque de banda para sumar efectivos al ataque. Los utrillenses pudieron irse con una ventaja todavía mayor, pero en esta ocasión el juez de línea sí que alzó el banderín para anular un auténtico golazo anotado por Casero. Con la sensación de merecer algo más, el bloque de Pitu Lerga enfiló el camino hacia los vestuarios.
Sin embargo, los locales no encontraban la igualada y el nerviosismo empezaba a aumentar en La Platera. Sobre el césped, también subía la temperatura y la colegiada tenía que sacar a pasear las cartulinas amarillas para unos y para otros. Pasaban los minutos y el Utrillas seguía sin encontrarse. El 0-1 se mantenía en el marcador, pero las sensaciones eran mejores para los de rojo. El equipo turolense despejaba todos y cada uno de los balones que cruzaban la línea de medular, pero los envíos en largo no encontraban a Guille García o a Tena, que habían entrado para tratar de aportar velocidad a los ataques mineros. Las ocasiones de los locales tampoco generaban un gran peligro sobre la meta de Miralles, por lo que el Utrillas aguantaba mientras el reloj iba sumando minutos.
Los mineros jugaron más bien poco en la segunda mitad, pero supiero sufrir y eso les llevó con el resultado favorable hasta la recta final. Para entonces, el asedio del Cariñena ya era total y a los de Pitu Lerga no les quedaba otra que aguantar.
Guille García tuvo en sus botas el 0-2, pero el meta contrario se interpuso para evitarlo. Pero por fortuna, los utrillenses no tuvieron que lamentar la ocasión errada por su jovencísimo delantero y terminaron sumando tres puntos importantes sobre la derretida nieve de La Platera.
El Utrillas llegó a Cariñena y se encontró con un campo en el que el color blanco predominaba por encima del verde. Plantilla y cuerpo técnico tenían serias dudas sobre la disputa del encuentro, pero el trío arbitral decidió dar un tiempo de margen para que los operarios del equipo local, con jugadores y entrenador incluidos, limpiase el tapete donde debía disputarse el choque. Con más de una hora de retraso debido a la nieve que cubría el césped artificial de La Platera y con muchas incógnitas sobre si las condiciones garantizaban la seguridad de los jugadores, arrancaba el último duelo de la primera vuelta entre el Utrillas y el Cariñena.
Las condiciones hacían pensar que el el compromiso no iba a estar marcado por el fútbol combinativo, sino más bien por el intercambio de pelotazos de un lado a otro. El guion fue ese desde el inicio, con las consecuencias derivadas de ello. Nada más comenzar, Jorge López y Monge chocaron en un salto y el pivote del Cariñena quedó tendido en el verde obligando a entrar a las asistencias médicas. Tras el susto, el Utrillas empezó a ganar terreno en campo contrario con aproximaciones que no encontraban la portería defendida por el exportero utrillense Augusto Tavares. Jorge López tuvo la primera, pero su disparo pasó pegado a la meta contraria sin encontrar premio. Poco después, el centrocampista colgó un buen balón que no encontró a Adrián Hernández por muy poco. Aunque las condiciones eran las propicias para que el Cariñena de Humberto Arto impusiese su característico estilo directo, los mineros arrancaron mejor.
Ese buen arranque pronto tuvo recompensa. Casero, con más fe que intención, colgó un balón lateral que se paseó por delante de la defensa local y encontró completamente solo en el segundo palo a David Muñoz. El delantero del Utrillas no desaprovechó la ocasión de estrenar su cuenta particular con el equipo de Pitu Lerga y la envió al fondo de la red. El Cariñena reclamó un posible fuera de juego, pero el tanto subió al electrónico.
El gol no echó para atrás al cuadro turolense, que se sentía cómodo con Redolar jugando por delante de la pareja de centrales. Los de las Cuencas Mineras aumentaron la intensidad para evitar que el Cariñena se sintiera cómodo sobre un campo que cada vez estaba más encharcado a medida que la nieve se derretía. Con el descanso a la vuelta de la esquina, el Utrillas volvía a dar un paso hacia delante en busca del segundo de la mañana, mientras que el Cariñena aprovechaba cada saque de banda para sumar efectivos al ataque. Los utrillenses pudieron irse con una ventaja todavía mayor, pero en esta ocasión el juez de línea sí que alzó el banderín para anular un auténtico golazo anotado por Casero. Con la sensación de merecer algo más, el bloque de Pitu Lerga enfiló el camino hacia los vestuarios.
Espesos tras el descanso
El entretiempo no sentó demasiado bien al conjunto visitante, que regresó algo dubitativo al rectángulo de juego. Miralles, que no había tenido demasiado trabajo durante los primeros 45 minutos, tuvo que intervenir para evitar la igualada de los de casa. El choque entraba en una fase peligrosa para los turolenses, que aguantaban las acometidas rivales pero cada vez sufrían más. Cuando menos lo merecía, el equipo minero a punto estuvo de hacer el segundo. López volvió a crear con un balón profundo a la espalda de la defensa, pero David Muñoz no controló bien y el esférico terminó en las manos del guardameta local. Esa fue de las únicas aproximaciones utrillenses en una segunda mitad mucho más controlada por los de casa.Sin embargo, los locales no encontraban la igualada y el nerviosismo empezaba a aumentar en La Platera. Sobre el césped, también subía la temperatura y la colegiada tenía que sacar a pasear las cartulinas amarillas para unos y para otros. Pasaban los minutos y el Utrillas seguía sin encontrarse. El 0-1 se mantenía en el marcador, pero las sensaciones eran mejores para los de rojo. El equipo turolense despejaba todos y cada uno de los balones que cruzaban la línea de medular, pero los envíos en largo no encontraban a Guille García o a Tena, que habían entrado para tratar de aportar velocidad a los ataques mineros. Las ocasiones de los locales tampoco generaban un gran peligro sobre la meta de Miralles, por lo que el Utrillas aguantaba mientras el reloj iba sumando minutos.
Los mineros jugaron más bien poco en la segunda mitad, pero supiero sufrir y eso les llevó con el resultado favorable hasta la recta final. Para entonces, el asedio del Cariñena ya era total y a los de Pitu Lerga no les quedaba otra que aguantar.
Guille García tuvo en sus botas el 0-2, pero el meta contrario se interpuso para evitarlo. Pero por fortuna, los utrillenses no tuvieron que lamentar la ocasión errada por su jovencísimo delantero y terminaron sumando tres puntos importantes sobre la derretida nieve de La Platera.
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