El CD Teruel deja escapar el primer triunfo de la temporada en el minuto 90 (1-1)

Prometía novedades en el once Víctor Bravo y no defraudó. El técnico zaragozano optó por saltar al verde con un dibujo similar al que ya sacó en su última visita a tierras catalanas, ante el Barça Atlétic. Cabetas, Carmona y Arnau formaban una línea de tres a la hora de atacar que ofrecía profundidad en unos costados ocupados por Aitor Pascual y Ahn. En el centro, Fran Tena y Nacho Castillo eran los encargados de organizar el juego turolense, con Aparicio, Alastuey y Buenacasa por delante, en busca de los goles que tanto estaba echando en falta el equipo.

El verde y el rojo combinaban bien sobre el césped en perfecto estado del campo en el que suele entrenarse el Espanyol. El sol acompañaba y ambos equipos saltaban al terreno de juego con la intención de llevarse los tres puntos y protagonizar un buen partido.Los primeros minutos en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, sin embargo, fueron de tanteo. Ninguno de los dos contendientes quería cometer un error tempranero que condicionase el resto del partido, por lo que catalanes y aragoneses preferían optar por la cautela durante los compases iniciales. 
El Cornellá era el que empezaba a acercarse con más insistencia a la meta de Taliby pasados los diez primeros minutos, pero la defensa turolense, a pesar de que cometió varios errores en la salida de balón, se mantenía firme para evitar que los de Gonzalo Riutort se adelantasen en el marcador. Los dos Franes -Carmona y Tena- fueron amonestados en el primer tramo de la primera mitad, en una muestra de la  contundencia que tan buenos resultados le dio al equipo rojillo el pasado curso.

Superados los quince minutos, Alastuey comenzó a soltarse y fue el que lideró la creación ofensiva de los suyos. Con un balón al espacio, el talentoso centrocampista zaragozano buscó a Aparicio, pero el balón acabó siendo despejado por la zaga local sin causar una gran amenaza. No obstante, el CD Teruel ganó algo de protagonismo con el esférico y las tímidas acometidas del Cornellá desaparecieron por completo. Ahora, la acción se desarrollaba al otro lado de la línea del centro del campo. Pero entonces, los verdes dieron un paso hacia delante y el compromiso entró en una fase de mayor descontrol, que tampoco pareció disgustar a los de Pinilla. Buenacasa y Clau Mendes, las referencias ofensivas de ambos equipos, conducían contragolpes que terminaban en nada y el partido seguía sin contar con ocasiones de peligro. Los porteros tocaban de vez en cuando el cuero, pero lo hacían con los pies y sin tener que realizar grandes esfuerzos. 

El panorama cambió por completo en el minuto 32. En una jugada por el costado izquierdo, el equipo rojillo rascó un córner que iba a traer premio. Aparicio la colgó buscando a uno de los hombres de menor estatura de la plantilla, para desconcierto de la defensa local. Alastuey la tocó con la cabeza y Cabetas trató de encontrar portería, pero su remate salió hacia las nubes tras rebotar en un rival. Entonces, Aitor Pascual, en un acto de fe, saltó para evitar que el guardameta del Cornellá se adueñase del balón y la jugada le salió a la perfección. La improvisada asistencia le cayó a Buenacasa que, con la portería vacía, la mandó al fondo de la red.

La sequía goleadora del CD Teruel había llegado a su fin y el equipo lo celebró con rabia en uno de los fondos de la Ciudad Deportiva Dani Jarque. Ahora tocaba hacer valer ese tanto tan esperado durante varias jornadas. El Cornellá no iba a poner las cosas fáciles, como demostró tan solo dos minutos después. Un balón alto a la espalda de la defensa encontró a Clau Mendes y su remate se marchó cerca de la portería de Taliby. Los dos equipos parecían haber estado guardando fuerzas para la recta final del primer periodo.

La primera aproximación de cierto peligro del bloque catalán  sirvió de aviso. El equipo de Víctor Bravo tenía en mente lo que le pasó en Lugo e Irún y no quería que la historia se repitiese en Cornellá. Por tanto no se achicó en los minutos previos al interludio, defendió con solidez e incluso tuvo la posibilidad de aumentar la ventaja con una ocasión providencial que Aparicio no fue capaz de aprovechar, al mandar su disparo en un mano a mano  por encima de la portería local. El único aspecto negativo de una muy buena primera parte fue la cartulina amarilla de Cabetas al filo del descanso, ya que suponía tener a dos de los tres centrales amonestados de cara a los segundos 45 minutos.

Tras el paso por vestuarios, el equipo rojillo empezó con los mismos once protagonistas que habían conseguido marcharse por delante al descanso. Sin embargo, en el inicio fue el Cornellá el que salió a morder en busca del empate. Taliby se lució con un auténtico paradón en la acción más clara para los locales, aunque estaba invalidada por fuera de juego. El guardameta de origen guineano volvió a hacer de las suyas  pocos minutos después, con una nueva intervención ante un disparo potente de Clau Mendes desde el interior del área. El CD Teruel sufría por momentos.

La reacción rojilla llegó de manera progresiva. Primero un disparo manso de Nacho Castillo y luego una doble falta desde el costado sirvieron para ganar terreno en campo contrario. El bloque turolense se mostraba cómodo con la renta de la que disponía y eran los catalanes los que empezaban a perder la paciencia al verse por detrás en el marcador. Canario se llevaba la tarjeta amarilla por un manotazo y el juego se detenía continuamente por infracciones de los verdes.

Gabarre era el primero en entrar desde el banquillo para dar algo de refresco a la delantera visitante. El autor del tanto turolense, Sergio Buenacasa, se marchaba del terreno de juego aplaudido por sus compañeros. Restaban quince minutos y su gol seguía valiendo para acercar al equipo al triunfo. Con el equipo más centrado en defender que en atacar, un disparo de Aparicio desde la lejanía se traducía en una de las escasas aproximaciones del Teruel en la segunda parte.

El equipo dirigido por Riutort empezó a hundirse en el campo contrario y en el minuto 80 Fran Carmona tuvo que aparecer para despejar un buen balón colgado al segundo palo. Tocaba apretar los dientes y dejarlo todo sobre el terreno de juego en los diez largos minutos que quedaban por delante. Pero el cansancio también empezaba a hacer mella en los jugadores del bloque rojillo. Arnau Gaixas tenía que ser sustituido por Víctor Sanchís porque sus piernas ya no daban para más. El equipo aguantaba las acometidas de su rival manteniéndose en un bloque bajo como si fuese la vida en ello.

Lo hizo bien hasta el minuto 88, cuando Ahn tocó el baló con la mano y concedió una peligrosísima falta al borde de la frontal que ponía en tensión al banquillo rojillo. Entonces, Clau Mendes aparecía para arruinar todo el esfuerzo de los de Víctor Bravo, con un zapatazo potente que se colaba por la escuadra del palo que tenía que defender Taliby. La primera victoria, que durante muchos minutos parecía estar al alcance de la mano, se esfumaba.

En los siete minutos de tiempo añadido, ambos equipos pudieron desequilibrar la contienda. El CD Teruel lo intentó por medio de Alastuey con una jugada que no encontró rematador. Sin embargo, fue el equipo local el que terminó atacando. Los catalanes volvieron a aparecer con peligro por las inmediaciones de Taliby, con un Clau Mendes que a punto estuvo de hacer el segundo tras un error de Julen en la última jugada del partido. Con el susto todavía en el cuerpo, los once turolenses se marcharon cabizbajos al vestuario con el pitido final.

Tras una gran primera mitad, en la que el equipo rojillo pudo marcharse hasta con dos goles de ventaja, la insistencia del Cornellá acabó arruinando el primer triunfo de los de Víctor Bravo que se marcharon de la Ciudad Deportiva Dani Jarque con la sensación de haber rozado con la yema de los dedos esos tres primeros puntos.