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El Calamocha sufre su segunda derrota pese a mostrar una buena imagen (0-1) El Calamocha sufre su segunda derrota pese a mostrar una buena imagen (0-1)
Jumaya presenció la primera derrota como local del Calamocha. CF Calamocha

El Calamocha sufre su segunda derrota pese a mostrar una buena imagen (0-1)

La expulsión de Otín al filo del descanso condiciona a los de Sergio Lagunas
El Calamocha encajó su segunda derrota de la temporada al caer por la mínima en Jumaya frente a su afición ante el talentoso Huesca B y con un solitario gol recibido en la primera mitad. Pese a no conseguir sumar nada, el equipo de Sergio Lagunas volvió a dejar muy buenas sensaciones y completó un partido muy correcto de principio a final, pero el gol de Escario poco antes de llegar al ecuador del primer periodo y la expulsión de Otín por roja directa poco antes de la llegada del tiempo de descanso fueron dos contratiempos que a la postre serían insalvables para los turolenses. Con todo, cabe reseñar que los del Jiloca no se echaron nunca atrás y que incluso tras el paso por los vestuarios cuando lo tenían todo en contra, firmaron su mejor fútbol poniendo contra las cuerdas al filial dirigido por Sebas Martínez.

Nadie esperaba lo contrario y de inicio el once dispuesto por Sergio Lagunas entró al juego intenso y aguerrido, exhibiendo su habitual dureza defensiva y su concentración para ganar los duelos divididos y las segundas jugadas ante un filial oscense que sufrió en sus carnes la veteranía y experiencia de los locales, porque aunque el Huesca B no se arrugó en ningún momento se le vería ciertamente incómodo en ese tipo de partido que siempre plantean los calamochinos y en el que tan a gusto se les ve habitualmente.

De esta manera, el tramo inicial del enfrentamiento discurrió peleado y muy ajustado, con el Calamocha poniendo toda la carne en el asador en las jugadas a pelota parada ante un Huesca B que se tomaba esas acciones de estrategia como si les fuera la vida en ello, que en realidad es sencillamente lo que les iba porque de todos es sabido el poderío de los de Lagunas en esa suerte. Sin embargo, seguro que aleccionados por su entrenador, los visitantes capearon las acometidas del rival de manera bastante segura más allá de algún que otro susto importante y pronto el panorama cambiaría radicalmente para ellos.

Sucedió al filo del ecuador, en el minuto veinte en una buena jugada oscense por banda que terminó con una inteligente diagonal para que un hombre con tanto gol como Escario se quedara con todas las opciones en el mano a mano ante un Unai Calavia al que superó con solvencia para marcar el que a la postre sería el único tanto de la contienda. Por entonces y sabiendo el oponente que tenían enfrente, el banquillo de Sebas Martínez no dudó en celebrar con enorme alegría el gol y no se equivocaron porque al final valió su peso en oro en forma de tres puntos.
De hecho fue un gol también tranquilizador, pues a partir de ahí y hasta el descanso el Huesca B jugó de manera mucho más serena, sabiendo cuando y como hacer circular la pelota y en qué momento no debía complicarse lo más mínimo y optar por el balón en largo o directo. 

Por su parte el Calamocha tampoco se vio muy afectado y siguió con el plan preestablecido como si nada hubiera pasado, pero lo cierto es que ahora iba por detrás en el marcador y con el paso de los minutos y sin lograr generar peligro salvo con su temible estrategia, pues los balones a la espalda no dieron resultado ante el orden defensivo visitante, iría teniendo cada vez más dudas e imprecisiones. Además, el equipo de Lagunas era cada vez más exigido en lo defensivo, sin llegar a estar apurado pero sin poder despistarse lo más mínimo, pues el equipo visitante supo enlazar bien por los costados y sacar centros laterales al área peligrosos.

La roja lo cambia todo

La igualdad seguía siendo mucha hasta que cerca del descanso todo se complicó todavía más. A falta de seis para el receso, Otín se pasaba de frenada y tras una dura entrada a Guerrero veía la roja directa dejando al grupo de Lagunas con un efectivo menos.

Sin embargo en el reinicio, jugando en inferioridad y con el marcador en contra ante un rival tan temible como el Huesca B, el Calamocha sorprendería a muchos de los presentes pues superó con creces en agresividad a su oponente y además incluso tuvo más la posesión de la pelota. En la segunda, el Huesca B pareció ser el equipo que jugaba con uno menos y le costó muchísimo salir de su campo, teniendo que dedicar todos sus esfuerzos a defender la renta olvidándose de atacar. Eso sí, el grupo de Sebas Martínez lo hizo muy bien y sólo vio peligrar los tres puntos en dos acciones, una por un error grave en zona peligrosa y otro en un acción de estrategia que no entró de milagro.

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