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El Calamocha pone fin a su mala racha con un triunfo desde la defensa (1-0) El Calamocha pone fin a su mala racha con un triunfo desde la defensa (1-0)
Los calamochinos pusieron a prueba a su rival a pesar de no contar con demasiadas aproximaciones a la portería contraria. Calamocha CF

El Calamocha pone fin a su mala racha con un triunfo desde la defensa (1-0)

Un solitario tanto de Adán Pérez le da tres puntos importantes al cuadro de Sergio Lagunas
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El Calamocha coge aire tras poner fin a su mala racha de principio de año al derrotar por la mínima en Jumaya a un rival directo en la clasificatoria como el CD Ebro. El equipo de Sergio Lagunas volvió a mostrar muchas dudas en su juego de ataque y apenas generó ocasiones de gol, pero por contra hizo un gran partido en lo defensivo y no dejó que su rival se apuntara siquiera una ocasión de peligro. Eso, más un golazo de Adán Pérez a los diez minutos del reinicio tras gran jugada de Christian, fue más que suficientes para sumar los tres puntos y mantener al conjunto del Jiloca muy vivo en la pelea por asentarse en la parte alta de la tabla.

Ante su parroquia, en Jumaya y en plena racha de resultados negativos después de un comienzo de año bastante decepcionante, el Calamocha de Sergio Lagunas saltó al césped con un plus de tensión competitiva para mostrarse como un conjunto muy concentrado en lo táctico y con un sistema defensivo muy fuerte, dispuesto a no conceder errores a su rival y hacer el partido lo más largo posible. En definitiva, ni más ni menos que algo realmente similar a lo que propuso el Ebro de Javier Genovés, demostrando que ambos iban a la búsqueda de un resultado positivo con el que mantenerse en esa incruenta y nutrida pelea por los puestos nobles de la clasificatoria donde, más allá de un Ejea algo destacado, siete equipos como son Cuarte, Ebro, Atlético Monzón, Huesca B, Caspe, su rival Ebro o el propio Calamocha se encuentran separados por tan sólo dos puntos de diferencia.

Contundencia desde el inicio

Así, de inicio ya quedó bien claro que ninguno de los dos arriesgaría lo más mínimo. Especialmente, un conjunto turolense al que pese a jugar como equipo local no le importó en absoluto ceder al protagonismo a su oponente, a un Ebro que enseguida y sin apenas batalla, pues la presión sobre pelota de los de Jiloca nunca fue muy arriba, se hizo con el monopolio de la posesión y acumuló minutos de balón sin apenas verse apurado. Pero eso sí la circulación de los zaragozanos siempre fue fluida y sin interrupciones cuando se producía en horizontal, pero la cosa cambiaba de manera radical si intentaba añadirle un poco de verticalidad, porque entonces el entramado defensivo de los calamochinos entraba a degüello y abortaba de manera contundente cualquier intento de peligro.
El problema lo tenían los de Lagunas a la hora de tener pelota, pues lo cierto es que casi nunca supieron qué hacer con ella y eso deparó una primera parte bastante plana en lo ofensivo donde lo más relevante se vio antes de llegar al minuto diez de juego cuando el local Escuín sacó un gran centro a la cocina después de una buena jugada y apareció Adán Pérez para rematar ligeramente alto por encima del larguero.

Poco cambio tras el descanso

Tras el paso por los vestuarios después del descanso, el planteamiento de unos y otros no varió lo más mínimo y de nuevo serían los del barrio zaragozano de La Almozara quienes tuvieron la pelota casi en exclusividad pero una vez más sin nada de mordiente ni conseguir ser incisivos.

Sin embargo, a diferencia de antes del receso en esta segunda mitad los foráneos jugaron durante muchos minutos bajo la presión de los nervios. El motivo no fue otro que encajar el único tanto de la tarde bastante rápido, en el minuto diez cuando Christian consiguió ganarle la partida al central zaragozano Espiérrez para poner un pase atrás letal que Adán Pérez llevó a la misma escuadra con una definición perfecta.

Un gol que variaba de golpe la psique del duelo pues añadía una importante carga de nerviosismo al once del míster visitante Javier Genovés. A partir de recibir el gol, el Ebro buscó la igualada en todo momento y fue dando pasos adelante con el correr del reloj tomando cada vez más riesgos pero en todo caso sin conseguir siquiera inquietar a un Calamocha que ya en el reinicio había adelantado algún metro sus líneas y que tras conseguir marcar mantuvo el tipo en todo momento.

El equipo de Lagunas no consiguió que su grada despejara las muchas dudas sembradas en este comienzo de año, pero su juego defensivo sí fue de altura, marcado por la seriedad y la disciplina. De esta manera, el Calamocha no encajó ni una sola ocasión clara y Unai Calavia fue un mero espectador, aunque todo encuentro tiene su susto y en el descuento, el Ebro, a través de un centro mal dirigido que se convirtió en chut y se estrelló en el larguero, estuvo a punto de rascar de un punto.

Sin embargo, el marcador no se movió y los calamochinos fueron capaces de poner fin a su mala dinámica de resultados. Tres puntos importantes que vuelven a colocar al cuadro de Sergio Lagunas en una situación algo más cómoda.

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