Un momento del encuentro disputado en Jumaya entre el Calamocha CF y el Atlético Monzón. J. L. R.
El Calamocha pierde por 0-3 en Jumaya contra el Monzón
Segunda derrota en casa para los del Jiloca
El Atlético Monzón ahondó este domingo en la herida del Calamocha venciéndole en su terreno de juego por un doloroso 0-3 en un encuentro en el que lo de menos fue el resultado y lo más preocupante fue la imagen de un equipo local que apenas fue capaz de encontrarle el pulso al partido.
Con un certero Albert Rosas, el Atlético Monzón asestó una puñalada en la moral del Calamocha en forma de hat trick.
El partido arrancó con un Calamocha que parecía rebosante de ambición pero que a los pocos minutos se desdibujó ofreciendo un flaca versión del juego que había desplegado en la pretemporada o incluso en los primeros partidos oficiales.
Solo necesitó dos minutos el Calamocha para llevar la primera pelota peligrosa a los alrededores del área rival. Lo hizo en una jugada a balón parado que David Muñoz condujo de cabeza y con mucha intención al palo largo pero el gol se escapó a pocos centímetros del poste.
Pero el susto se traslado solo unos minutos más tarde a la portería de Raúl Monforte que vio cómo el balón llegaba hasta el fondo de las mallas, aunque el equipo arbitral anuló la jugada por fuera de juego. Primer aviso.
A pesar de que el Atlético Monzón aprovechaba sus ocasiones para organizar algunas contras buscando la velocidad de Rasusel y de Iago, era el Calamocha el que llevaba el miedo al área contraria con numerosas llegadas por las dos bandas, por el centro e incluso a balón parado.
Pero el gol llegó en la portería defendida por Monforte cuando apenas se habían disputado doce minutos de partido. Lo hizo en una jugada a balón parado, que se han convertido en el verdadero talón de Aquiles del equipo del Jiloca, cuando Albert Rosas cabeceó libre de marca lejos del alcance del guardameta.
El gol dio alas a los del Somontano, que encerraron a los anfitriones en su medio campo obligándoles a redoblar esfuerzos en defensa y a sufrir para salir de la presión con el balón en los pies.
Motero probó las manos del portero visitante cuando se cumplía el minuto 20 de la primera mitad en un saque de falta directo desde la mitad del campo del Monzón.
A partir de ese momento el Calamocha se volcó en busca del empate aprovechando, sobre todo, la profundidad de Alejandro Puri por la banda derecha. Los hombres del Monzón apenas lograban contener ese ansia cometiendo faltas lejanas que botaba Lafita buscando el acierto de algún compañero.
Sin embargo, de nuevo el premio se forjó en la portería de Monforte, que trató de despejar un balón dejando solo en boca de gol a Rosas para que el punta solo tuviese que empujar la pelota entre los tres palos para anotar el 0-2.
Quizás la ocasión más clara del Calamocha en la primera parte llegó a cuatro minutos del final cuando Osanz cruzó un remate desde dentro del área que salió fuera acariciando el poste
El arranque de la segunda mitad tuvo un solo color: el azul del Atlético Monzón, que supo encerrar al Calamocha bajo una asfixiante presión en todo el campo. La agonía duró cerca de diez minutos, aunque los rojos supieron contener la presión y no encajar más goles. Más aún, Puri dispuso de una ocasión franca ante el Chavo que no logró empalmar.
El tercero llegó tras una cabalgada de Rosas, que se deshizo de hasta tres jugadores del Calamocha desde que empezó a correr con el balón en los pies en su medio campo para incluso driblar a Monforte y empujar con desdén la pelota sobre la misma raya de gol.
Los visitantes mantuvieron el nivel de presión en todo el terreno de juego, asfixiando a los jugadores del Calamocha que no encontraban alternativas claras ni líneas de fase sencillas o sin riesgo.
Aún así, los de Lagunas buscaron acortar distancias con transiciones rápidas, buscando el desborde.
La segunda mitad sirvió, además, para el debut en Jumaya de Albajara después de haberse completado su recuperación de la lesión de clavícula que arrastras desde el principio de la pretemporada.
Los últimos diez minutos tuvieron muchas carreras, mucho contacto físico y poca producción. Fueron los minutos de la basura en los que apenas hubo creación de juego y sí mucha destrucción, con un buen número de faltas que incluso terminó con Osanz viendo el final del partido desde la banda tras ver una cartulina roja
Con un certero Albert Rosas, el Atlético Monzón asestó una puñalada en la moral del Calamocha en forma de hat trick.
El partido arrancó con un Calamocha que parecía rebosante de ambición pero que a los pocos minutos se desdibujó ofreciendo un flaca versión del juego que había desplegado en la pretemporada o incluso en los primeros partidos oficiales.
Solo necesitó dos minutos el Calamocha para llevar la primera pelota peligrosa a los alrededores del área rival. Lo hizo en una jugada a balón parado que David Muñoz condujo de cabeza y con mucha intención al palo largo pero el gol se escapó a pocos centímetros del poste.
Pero el susto se traslado solo unos minutos más tarde a la portería de Raúl Monforte que vio cómo el balón llegaba hasta el fondo de las mallas, aunque el equipo arbitral anuló la jugada por fuera de juego. Primer aviso.
A pesar de que el Atlético Monzón aprovechaba sus ocasiones para organizar algunas contras buscando la velocidad de Rasusel y de Iago, era el Calamocha el que llevaba el miedo al área contraria con numerosas llegadas por las dos bandas, por el centro e incluso a balón parado.
Pero el gol llegó en la portería defendida por Monforte cuando apenas se habían disputado doce minutos de partido. Lo hizo en una jugada a balón parado, que se han convertido en el verdadero talón de Aquiles del equipo del Jiloca, cuando Albert Rosas cabeceó libre de marca lejos del alcance del guardameta.
El gol dio alas a los del Somontano, que encerraron a los anfitriones en su medio campo obligándoles a redoblar esfuerzos en defensa y a sufrir para salir de la presión con el balón en los pies.
Motero probó las manos del portero visitante cuando se cumplía el minuto 20 de la primera mitad en un saque de falta directo desde la mitad del campo del Monzón.
A partir de ese momento el Calamocha se volcó en busca del empate aprovechando, sobre todo, la profundidad de Alejandro Puri por la banda derecha. Los hombres del Monzón apenas lograban contener ese ansia cometiendo faltas lejanas que botaba Lafita buscando el acierto de algún compañero.
Sin embargo, de nuevo el premio se forjó en la portería de Monforte, que trató de despejar un balón dejando solo en boca de gol a Rosas para que el punta solo tuviese que empujar la pelota entre los tres palos para anotar el 0-2.
Quizás la ocasión más clara del Calamocha en la primera parte llegó a cuatro minutos del final cuando Osanz cruzó un remate desde dentro del área que salió fuera acariciando el poste
El arranque de la segunda mitad tuvo un solo color: el azul del Atlético Monzón, que supo encerrar al Calamocha bajo una asfixiante presión en todo el campo. La agonía duró cerca de diez minutos, aunque los rojos supieron contener la presión y no encajar más goles. Más aún, Puri dispuso de una ocasión franca ante el Chavo que no logró empalmar.
El tercero llegó tras una cabalgada de Rosas, que se deshizo de hasta tres jugadores del Calamocha desde que empezó a correr con el balón en los pies en su medio campo para incluso driblar a Monforte y empujar con desdén la pelota sobre la misma raya de gol.
Los visitantes mantuvieron el nivel de presión en todo el terreno de juego, asfixiando a los jugadores del Calamocha que no encontraban alternativas claras ni líneas de fase sencillas o sin riesgo.
Aún así, los de Lagunas buscaron acortar distancias con transiciones rápidas, buscando el desborde.
La segunda mitad sirvió, además, para el debut en Jumaya de Albajara después de haberse completado su recuperación de la lesión de clavícula que arrastras desde el principio de la pretemporada.
Los últimos diez minutos tuvieron muchas carreras, mucho contacto físico y poca producción. Fueron los minutos de la basura en los que apenas hubo creación de juego y sí mucha destrucción, con un buen número de faltas que incluso terminó con Osanz viendo el final del partido desde la banda tras ver una cartulina roja