Ocho clubes entre Tercera y Preferente, más el Teruel de Segunda RFEF, aumentan el peso futbolístico de la provincia

Los méritos o deméritos deportivos de los principales clubes senior de Teruel han deparado una configuración del mapa del fútbol de la provincia en el que, en global, se observa finalmente un paso adelante, una progresión, que ha elevado el nivel medio del balompié provincial al menos un par de escalones por encima de lo que acostumbraba a transitar hace una década. Lógicamente la locomotora, el motor que tira de los demás, está en la capital; el descenso del CD Teruel no esconde ni desmerece el hecho de que esta próxima campaña el cuadro mudéjar cumplirá su cuarto ejercicio fuera, por encima, del grupo aragonés de Tercera División que había sido hasta 2020 su hábitat deportivo tradicional y habitual, su cuartel general.

Este año el Teruel competirá de nuevo en Segunda RFEF, aún a la espera de terminar de conocer los rivales que le aguardarán en el que será su tercer año en la cuarta categoría del fútbol español. Así que la referencia turolense en Tercera RFEF ha variado de eje, además con un sano ejercicio de descentralización que permitirá ver este año algo desconocido en la última década. Hay que remontarse a la temporada 2009-2010 para poder ver una tabla clasificatoria de Tercera División con tres equipos de la provincia. Entonces eran el Teruel, el Andorra y el Alcañiz. Este año serán el cuadro minero, el Utrillas y el Calamocha, estos dos últimos bien consolidados y con trayectorias crecientes en la categoría referente del fútbol aragonés.

Cal y arena en Preferente

Con el Teruel en Segunda RFEF, y Andorra, Utrillas y Calamocha en Tercera, los ascensos de Alcorisa y Sportin Alcañiz a Regional Preferente elevan a nueve la cifra de equipos de la demarcación que participarán el año próximo en categorías relevantes en el mundo del balompié. El joven equipo alcañizano y el corajudo conjunto alcorisano, de regreso a su lugar natural, acompañarán al Alcañiz CF, al Atlético Teruel y al Cella CF en la Preferente aragonesa, cinco escudos en una cifra que está más o menos dentro de lo habitual, pero que esconde algunos casos sobre los que es preciso un análisis más detallado.

En lo positivo, se debe destacar la consolidación del Cella y sobre todo del Atlético Teruel en la categoría, convertidos en presencias estables y consistentes en Preferente. Cierto es que ambos tuvieron que sufrir este curso para mantener su plaza, sobre todo los celestes, a los que se les fue complicando el camino. Pero ambos repetirán, cuarto año consecutivo del Atlético en la categoría, nueve de los últimos diez cursos en el caso del Cella. También es positivo, aunque en su caso con un cierto toque amargo, el camino del Alcañiz, que se quedó a apenas un paso de poder coger billete para el ascenso de categoría. No planteaba el cuadro bajoaragonés este objetivo al comienzo del curso, pero en Santa María se juntan un puñado de jóvenes y finos peloteros que auguran tardes de alegría en la ciudad del Guadalope, y en el club no esconden que el regreso a Tercera tiene que producirse.

Al otro lado, es cierto que en la Regional Preferente empiezan a echarse de menos algunas plazas turolenses que han desaparecido de la nómina de la categoría. Es el momento de que el Bajo Aragón coja la estela de Sportin y Alcorisa y refuerce su presencia. El caso del Atlético Albalate, que se asomó por la categoría un par de cursos antes de la pandemia como paso previo a dejar de competir, es síntoma. Calanda y Valderrobres cuentan apenas una participación en los últimos diez años; el año que viene jugarán probablemente con Chiprana y Mequinenza, que bajan.

Y también va llegando el momento de que el filial del CD Teruel dé un paso más, supere un escalón y fije su presencia en categorías superiores para poder, entre otras cosas, ser apoyo del primer equipo para los próximos años en los que el conjunto mudéjar quiere aposentarse de manera definitiva en el salón del fútbol semiprofesional. Materia prima hay. Una década atrás no había ningún equipo en Segunda B, sólo Teruel y Andorra estaban en Tercera, y en Preferente penaban el Alcañiz, el Cella, el Utrillas y el Calamocha. El salto es evidente, el nivel global ha subido y su consolidación incumbe a todo el tejido deportivo en todos los municipios de la provincia.

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