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Christine Giampaoli y Luy Galán se apuntan a la Baja con la vista fija en el Dakar Christine Giampaoli y Luy Galán se apuntan a la Baja con la vista fija en el Dakar
Luy Galán (i) y Christine Giampaoli en la redacción de DIARIO DE TERUEL. J.L.R.

Christine Giampaoli y Luy Galán se apuntan a la Baja con la vista fija en el Dakar

Después de haber corrido la Baja California en Estados Unidos llegan a Teruel para segir con su preparación para la carrera dakariana
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José Luis Rubio

Christine Giampaoli y Luy Galán están dispuestas a conquistar las más altas cimas en el mundo del off road y se han marcado unos ambiciosos objetivos con el Dakar como meta a medio plazo y la Baja Aragón como su proyecto más inmediato. Persiguiendo sus sueños, esta semana han estado de nuevo en las instalaciones de la masía Pelarda para perfeccionar su técnica y adaptarla a las exigencias del modelo europeo, sobre todo en lo que se refiere a la lectura e interpretación del road book.
Su visita a las instalaciones de La Puebla de Valverde ha sido fugaz. En menos de 24 horas, y de la mano del gerente de Masía Pelarda  David Nadal, este tándem femenino ha tratado de adaptarse a un formato de competición diametralmente opuesto al modelo americano.
Luy Galán explicaba que “nosotras somos piloto y copiloto de rally, aunque ahora estamos corriendo en off road en Estado Unidos y México, en las Bajas 1.000 y 500. Ahora queremos estrenarnos en la Baja España y queremos empezar con la prueba reina que es la baja Aragón”. La dupla Giampaoli-Galán no ha participado nunca hasta ahora en una competición de esta especialidad en territorio español.  En seguida la piloto resume su futuro a medio plazo. Christine explicó que “el plan de nuestro jefe sería correr el Dakar en 2020. Se está empezando a organizar todo. Este año corréis la baja Aragón y al siguiente en Dubai y Marruecos”, antes de dar el salto a la prueba más exigente del mundo del off road.
Para ello se han puesto en manos de uno de los gurús en la conducción con road book. David Nadal, buscado incluso entre los pilotos de primer nivel para participar en determinadas competiciones, ya las ha instruido en sus primeros contactos con este formato de carrera. Galán explicaba que “para el copiloto, el road book y las notas  de rally es totalmente distinto a lo que hacemos en estados Unidos”.  
“La primera vez que vinimos a la Masía Pelada nos quedamos sorprendidas con el circuito porque no nos lo esperábamos”, reconoce Galán. Fue haciendo un test de rally, que “nada tiene que ver con el off road y en el, por cierto, volcamos”, se rio Giampaoli. “Luego, cuando vimos por donde pasaban los coches en el circuito de habilidad enloquecimos. Y cuando decidimos dedicarnos al off road lo primero que dijimos es que teníamos que volver con ellos”, explicó.
Preguntadas por cuáles son esas diferencias, apenas saben por dónde empezar. “Allí llevamos un sistema de GPS. Ese sistema de navegación es mi única ayuda y no llevamos road book”, resume Galán, “y ahora aquí es totalmente distinto porque el GPS está prohibido y solo llevaría un el libro de ruta, lleno de figuras que tengo que intentar  describir a Christine”
Pero si la transición no le ha sido fácil a Luy Galán en sus labores de copilotaje, para la piloto Christine Giampaoli no lo ha sido menos “yo estaba acostumbrada a conducir con alguien contándome cada curva a cada metro. Cuando pasé al off road en América me chocó que la copiloto estuviera callada. Y ahora tenemos un nuevo cambio”, dice.

Dos años juntas
Las trayectorias de Galán y Giampaoli se cruzaron hace dos años. Entre risas, terminan relatando que Christine necesitaba una chica al lado para correr en el equipo Mavisa Sport en proyecto exclusivamente femenino. Y como Giampaoli solía correr con un chico, tuvo que dedicarse a buscar una compañera para su coche de carreras. “Lo puse en el Facebbook”, confiesa. Respondieron 60 chicas. “Hice un póster gigante con los datos y fotos de cada una de ellas y una de las sesenta era Luy. Cerré la elección a cinco candidatas y las llamé a todas. El problema fue que cuando la llamé no era capaz de entenderla”, y es que mientras que la piloto gasta un acusado acento canario, la copiloto luce un agudo deje andaluz. “Y yo pensé que cómo me voy a meter con ésta en el coche si no la entiendo nada”, añadió. Finalmente, Giampaoli se decantó por una copiloto danesa, “pero la chica y yo no terminamos de entendernos”. Y después “ésta (señalando a Luy) me llamó un día y me dijo: “tengo un rally en Lanzarote con todo pagado y solo tienes que venir y conducir”. Y hasta hoy.
No es frecuente, tampoco en suelo americano, encontrar equipos compuestos íntegramente por féminas. “Hay más chicas que en Europa, pero lo que no hay son equipos femeninos porque son carreras muy duras , y no solo por resistencia al ser muy largas (nosotras tardamos más de 33 horas en terminar) sino también para poder hacer frente a averías en las que son el propio equipo de piloto y copiloto los que tienen que intentar arreglarlo moviendo piezas pesadas como las ruedas”, explicó Giampaoli.
En España, destaca el equipo formado por Cristina Gutiérrez (única mujer española en completar un Dakar en coches) con Mónica Plaza como principales representante de equipos femenino, aunque ésta suele conducir acompañada de un varón.
A pesar de su participación en la Baja Aragón, su presencia en suelo español será breve. “La primera semana de agosto ya tenemos carrera en las Vegas”, explica Christine.  Y es que la “prioridad” de este tándem es Estados Unidos “que es donde se nos ofrece un calendario en el que podemos aprender y conseguir nuestro objetivo que es llegar al Dakar”, explica Luy, “pero también hemos dicho que si consiguiésemos la forma de compaginar un calendario en Estados Unidos con otro europeo lo haríamos”, aunque en ese sueño se estrellan con los sponsors.

Pendientes de la Red
Su actividad dentro del coche solo es comparable con la que desarrollan en las redes sociales. Tanto Luy Galán como Christine Giampaoli son extraordinariamente activas en Internet a través de sus perfiles de Linkedin, Twitter o Facebook, aunque donde realmente se desenvuelven como pez en el agua es en Instagram. “La verdad es que las redes sociales me han ayudado un montón. Empecé con mi coche, preparándolo como un juego. Y mis amigos me preguntaban constantemente por Whatsapp que qué le hacía cada vez al coche. Al final opté por hacer una página de Facebook  donde iré poniendo todo lo que haga para que lo podáis ver. Y empecé a tener followers ... hasta ahora que tenemos 90.000”, relata Giampaoli.
Ni una ni otra creen que el hecho de ser un equipo compuesto por dos chicas les haya favorecido. “La gente lo confunde y siempre piensa que  al ser dos chicas lo conseguimos más fácil. Pero hasta ahora no ha sido así. Cuando llegamos a América  nunca nos hicieron un contrato hasta que no logramos ciertos resultados”, aseguró la conductora del equipo.
La copiloto sí reconocía que “el hecho de ser chica sí te ayuda a la hora de conseguir publicidad, pero conseguir a alguien que realmente crea en ti y apueste por ti porque crea que puedes llegar lejos es más complicado”.
Sin soltar el teléfono móvil, Christine afirma que “en América, ahora mismo el Instagram es lo más” por lo que “estamos intentando focalizarnos en eso, porque aunque en Europa todavía no se use mucho, allá  es muy importante”, y relata cómo en una entrevista  con un posible esponsor, ésta discurrió principalmente relacionado con su repercusión en esta red social. “De hecho tenemos una aplicación  en la que nos dice todos los detalles” de quienes las siguen en esta red, “con los detalles de los insides”.
Su repercusión a través de Internet es tan alta que incluso ha habido productoras que han querido hacer una serie televisiva con su día a día relacionado con el mundo del motor y la mecánica.  Ahora están valorando si esa opción les desviaría mucho de su objetivo “que es correr”, afirman.