Voz y guitarra para recordar en plena pandemia que cantar alegra el alma

Marta Company y Carlos Casares son pareja y confinados en Mora de Rubielos. Parece la presentación que Mayra Gómez Kemp hacía en el Un Dos Tres y desde luego estos músicos son, como el programa de Ruperta, un gran entretenimiento. 

Hacen música a través de Facebook, él con su guitarra y ella, que es valenciana, con una voz de artista profesional, no en vano trabaja como cantante en el musical Michael Legacy, un tributo a Michael Jackson con el que ha recorrido toda España. Actúan porque les gusta, porque es una forma de llenar su tiempo y porque así entretienen a sus tres gatos y a la madre de Carlos, que también vive este confinamiento con ellos, –“aunque ella sale a trabajar todas las mañanas”, matiza el hijo–. De paso, amenizan el rato a sus amigos en las redes sociales. 

Marta explica que en su día se les ocurrió grabar un vídeo cantando y con la guitarra como forma de dar a conocer a todos su relación, pero nunca lo llegaron a hacer por falta de tiempo. Ese fue el germen para colgar parte de la canción Rojitas las orejas, de Fito y los Fitipaldi, que escucharon muchos de sus seguidores. El siguiente paso fue tocar en vivo y se lo pasaron en grande, “me partía de la risa de leer los comentarios que ponían los amigos, pero como tampoco es algo serio queda natural, divertido”, comenta la cantante.

También es una forma de tener algo que hacer en un momento de su vida en el que las horas pasan más despacio que de costumbre. El musical de Company se ha suspendido y Casares ha terminado la temporada en las estaciones de esquí, por lo que ambos pasan todo el día en casa. Lo de buscar cada día una canción “es un pequeño compromiso”, dice el joven de Mora, mientras que la artista valenciana añade que “tienes que hacer 10 cosas al día, pues esta es una de ellas”. 

La pareja está sorprendida de la repercusión que están teniendo sus vídeos y atienden incluso algunas peticiones, como la de la propia madre de Carlos, que le pidió que interpretaran alguna canción infantil para dedicársela a los niños que hay en la familia.

Además de los videos que cuelgan en el Facebook a comienzos de la semana grabaron otro para colgarlo en la pagina web del musical en el que trabaja Marta y que tenía como objetivo concienciar a la gente para que se quede en su domicilio.

Pero la pareja no es la única de su vecindario que conoce la clave de sol, a pocos metros de ellos hay varios músicos con los que comparten pasión y, estos días, ratos de ocio. 

Carlos Casares no es un profesional de la guitarra y dice que aprendió a tocarla por Youtube: “Lo mío es la banda de música y la charanga, soy percusionista y le hago el acompañamiento a Marta como buenamente puedo”, dice. Han buscado algunas de las partituras con las que él se defiende. Ella pone la voz y en conjunto, como reflejan los comentarios de Facebook, son “muy grandes”. Algunos de sus seguidores los mandan directamente a Eurovisión –eso sí, será ya a la de 2021– y otros seguro que no tardan en pedirles los primeros bolos para las fiestas de este verano en los pueblos, que esas sí que se van a pillar con ganas.