VerDeTeruel festeja su número 50 con un especial sobre una provincia paradisíaca
Treinta de los autores que escriben en la revista cuentan medio centenar de experiencias personalesLa revista de turismo VerDeTeruel celebra el medio centenar de números publicados con un número especial, el número 50, en el que se cede el protagonismo a lo sensitivo y lo subjetivo. Muchas de las más de 70 personas que han colaborado con la publicación desde que se puso en marcha en 2003 cambian de tercio y hablan sobre el patrimonio natural y cultural de diferentes puntos de la provincia no con afán descriptivo, sino desde el punto de vista personal y emotivo. El número 50 de VerDeTeruel ya está en los quioscos con otras tantas experiencias personales, vividas y escritas por 30 personas, sin salir de una provincia que es imposible terminársela.
José Ignacio Perruca, director de VerDeTeruel, explica que cuando la revista se planteó hacer un número especial para celebrar los 50 ejemplares lanzados, “nos planteamos dar visibilidad a los autores que han ido escribiendo a lo largo de los años, porque gracias a ellos hemos cumplido 50 números. Para ello les pedimos que nos contaran desde un punto de vista muy personal y subjetivo alguna experiencia vivida en Teruel relacionada con su patrimonio, una excusión, una visita o cualquier salida que hubiera sido muy especial para ellos”.
Normalmente los reportajes de VerDeTeruel facilitan información práctica o técnica sobre los lugares, excursiones o fenómenos explicados; desglosan el patrimonio de cada pueblo, profundizan en la historia de los edificios singulares, o detallan minuciosamente las rutas a través de sierras y bosques turolenses. En esta ocasión no, en esta ocasión de lo que se trataba es que 30 autores no tuvieran ninguna cortapisa a la hora de plasmar sus sensaciones más personales vividas durante el camino.
Algunas de las propuestas de viaje ya se han publicado a lo largo de los 49 números anteriores, “pero como un reportaje de los que pueden verse habitualmente en la revista, y no con esta nueva perspectiva”, explica Perruca. Es el caso, por ejemplo, de un reportaje sobre el Monasterio del Olivar en Estercuel o del Circuito de Motorland de Alcañiz, en el que sus autores, el historiador Javier Hernández y el paleontólogo Luis Alcalá, narran respectivamente su primera visita al recinto monacal en 1983, a bordo de una Vespa, y la asistencia a un hecho histórico como fue la celebración del primer Gran Premio Motorland de MotoGP.
En el apartado fotográfico, uno de los que VerDeTeruel cuida especialmente, incluye en esta ocasión y por ese mismo motivo imágenes que, en algunos casos, pertenecen a los archivos personales de los autores. “En algunos casos no son las fotografías que mejor describen los lugares visitados, sino que más sugerentes resultaron a quien nos habla de determinada experiencia vivida”. En este sentido también se publican algunas acuarelas de la artista turolense Carmen Martínez Samper. Y un reportaje fotográfico de donde sale la imagen que ocupa la portada de la revista, obra del fotógrafo valenciano Borja Pascual y que cuenta con la dirección artística de Javier Hernández, vestuario y maquillaje de Carlos Milla, María Pilar Fornés y María Isabel Fornés, y los modelos Isabel Traver y Carlos López, que juegan con el mito bíblico del pecado original en un excepcional emplazamiento del paseo fluvial de San Blas, a pocos kilómetros del casco urbano de Teruel, para presentar la provincia como Un paraíso terrenal.
Además, VerDeTeruel repasa entre sus 128 páginas experiencias vividas en entornos como Puertomingalvo, Azaila, el balneario de Manzanera, las Minas de Sierra Menera, el río Ulldemó, Albarracín, Dinópolis, Ojos Negros, los Órganos de Montoro, Cabra de mora, El Castellar, Híjar y un largo etcétera.
Larga trayectoria
El número con el que VerdeTeruel cerró el pasado año es el número 50 que publica tras una larga trayectoria que dura ya desde 2003. Un proyecto empresarial que sigue teniendo éxito y que lleva a su director, José Ignacio Perruca, a hacer un balance muy positivo de lo que ha dado hasta ahora de sí. “Estamos satisfechos porque muchos lectores siguen manifestando que la revista les parece de gran calidad. Estos días nos ha llamado un lector de Gandía, que lleva comprándola desde hace mucho tiempo y quería adquirir quince números que le faltaban para tener la colección completa. Por eso queríamos que este número 50 fuera una especie de homenaje a los que han escrito en ella, porque son los responsables de que el público siga leyéndola”.
Aunque VerDeTeruel tiene numerosos lectores turolenses, en realidad se dirige a un público exterior, a lo potenciales turistas y a quienes, conociendo la provincia de Teruel, quieren profundizar en ella conociendo rincones de gran valor ecológico, histórico o artístico, que no están suficientemente divulgados por otros canales. La mayor parte de la revista se distribuye en provincias limítrofes como Cataluña, Valencia, Navarra, y en las provincias de Zaragoza y Huesca, aunque puede encontrarse en kioskos y se realizan pedidos desde toda España. Por ello una de las máximas de la revista desde el principio ha sido que todos los destinos y propuestas sugeridas han de tener el suficiente interés para el turista dispuesto a hacer kilómetros para conocerlas, huyendo de un enfoque endogámico o localista, “aunque atendiendo a lugares desconocidos o pequeños, que en muchos casos también encierran un importante interés para el viajero”.
El futuro de VerDeTeruel es positivo, en opinión de Perruca. Y aunque parezca que en 16 años pudieran haberse agotado las alternativas culturales, paisajísticas y deportivas de la provincia, nada más lejos de la realidad. “¡Nos queda por lo menos el 70% de la provincia!”, asegura José Ignacio Perruca. “Existen infinidad de lugares excelentes y nuevos puntos de vista desde el que tratarlos. Todos los días llegan nuevas propuestas y no creo que las agotemos pronto. El próximo número de abril, por ejemplo, ya está cerradísimo”.
Para Perruca, la solvencia turística de Teruel está a salvo incluso de las propuestas peregrinas de hacer un boicot con motivo de la investidura del presidente del Gobierno. “No lo sé... que cada uno haga lo que estime oportuno”, razona el director de la revista, “pero no creo que eso afecte de veras al turismo en la provincia. Hay gente a la que le gusta meter el dedo en el ojo continuamente, pero a los turolenses y a los aragoneses lo que nos caracteriza es tener otro talante y mostrarnos muy hospitalarios con el visitante. No creo que esa propuesta de boicot nos pase factura”.
Un encuentro en Híjar para celebrar 16 años en la brecha
El próximo 29 de febrero VerDeTeruel realizará una presentación oficial del número 50 y una jornada especial en Híjar, donde se reunirán los responsables de la revista y de otras ediciones del mundo de los viajes y del turismo, así como muchos de los autores que han publicado desde 2003. Aunque todavía no está diseñado el programa definitivo, el objetivo es realizar una jornada con diferentes ponencias sobre patrimonio y periodismo de viajes, audiovisuales y presentaciones que se prolongue durante todo el día.
El lugar elegido será Híjar debido a que allí está la primera imprenta hebrea que existió en Aragón y la segunda de la península Ibérica, de lo que da cuenta un artículo publicado en el número especial de la revista por Lucía Conte Aguilar. En él habla de la historia de Eliezer ben Abraham Alantansi, que imprimió entre 1485 y 1491 una serie de volúmenes que hoy son piezas de coleccionista, gracias a los preciosos tipos móviles que labró Alfonso Fernández de Córdoba con la inspiración y pulcritud del artista orfebre que era. Ese taller realizó al menos cinco impresiones que se sepa, algunos de cuyos volúmenes son acompañados por la autora a través de un viaje que les llevó a terminar en museos y colecciones de Nueva York, Jerusalén, Amsterdam, Parma, Frankfurt o Puerto Rico, entre otros. En el reportaje se reproduce una pagina de una Biblia Hebrea impresa en Híjar en 1490 y no, no está maquetada al revés aunque resulte difícil no creerlo, dada la peculiar escritura hebrea y que el número de página, 166, pueda llamar a error.
“Al tener este tesoro patrimonial aquí, y ser nosotros mismos una revista que sigue apostando por un producto de calidad y en papel, nos pareció el lugar adecuado para celebrar oficialmente los 50 números y organizar una jornada, abierta el público, para aquellos que hablamos el mismo idioma cuando se trata de viajes, de patrimonio y de aventura”, explica Perruca.