Veinte artistas presentan el primer número del fanzine ‘Teruel Mutante’
Ernesto Utrillas y Luis Loras coordinan un proyecto autoeditado que saldrá a la venta por 3 eurosHay quien dice que el fanzine vive una tercera edad de oro, tras su primera gran oleada en los años 60, como concepto asociado a la contracultura, y su resurgimiento en los años 90 con la hiperespecialización del fenómeno fan. Festivales internacionales como Crack! en Italia o Gutter Fest en Barcelona son testigos de que la autoedición en papel y las pequeñas tiradas de este género, que nunca ha terminado de desaparecer por completo, siguen compitiendo contra los formatos editoriales más convencionales y ahora, también, frente a la autoedición digital online, más propia de la última década.
Da la impresión de que la justificación del fanzine en la actualidad no es tanto la que le dio carta de naturaleza en el pasado, la falta de recursos para la edición profesional simple y llanamente, y responde más bien a la perpetuación de un género con entidad propia y que ha desarrollado unos lenguajes, unos formatos, y hasta un público objetivo propio.
En esa vocación hay que encuadrar el proyecto Teruel Mutante, un fanzine recién creado de cómic e ilustración que reúne la obra de una veintena de dibujantes e ilustradores. Coordinado por el director de la Escuela de Arte de Teruel, Ernesto Utrillas, y el jefe de Relaciones con el Entorno Luis Loras, el número 1 de esta publicación se presentará este miércoles, a partir de las 20 horas en las instalaciones de la Escuela de Arte, como acto previo al III Festival Ilustrado de Teruel, que tendrá lugar durante este fin de semana.
La nómina de autores va desde dibujantes e ilustradores que viven y desarrollan su trabajo en Teruel a otros del panorama nacional, pasando por artistas vinculados a la provincia pero afincados fuera. Así, los cómics e ilustraciones de este número 1 de Teruel Mutante llevan la firma de Andrés Tena, Sanpedrosanchez, Manu Iranzo, Jorge Rueda, Petanca Cheerleader (Carolina Ferrer), Nacho de Diego, Sara Jotabé, Toni Alcaine, Gonzalo Tena, Andrea Plube, Xuan, David Tapia, Jaime Blasco, Luis Loras, David Grao, Ivana Flores, Jesús Arnau, Laura Rubio, Elena Castillo, Javirroyo y Harsa.
Mención especial merecen la portada en color del ilustrador Andrés Tena, hijo del artista turolense Gonzalo Tena, cuya novela gráfica Astenia será publicada durante 2019 gracias a la Beca Injuve de Creación del Instituto de la Juventud de España que ganó a finales del pasado año.
También ocupa un lugar especial dentro del número 1 de Teruel Mutante el dibujante de cómic Jaime Blasco. El de Santa Eulalia, afincado en Hospitalet, ha compaginado durante toda su vida su trabajo de Policía con el de dibujante de cómic, publicando sus dibujos en el DDT, El Capitán Trueno Extra, Hazañas Bélicas o la colección Héroes, y a sus noventa años todavía maneja el lápiz con maestría.
Jaime Blasco, que próximamente será objeto de una exposición monográfica sobre su obra en la Escuela de Arte de Teruel, aporta al fanzine turolense un póster desplegable con una de sus ilustraciones.
Muestrario ecléctico
En conjunto, Teruel Mutante forma un amplio muestrario de la ilustración contemporáneo, muy ecléctico y desprovisto, intencionadamente, de un hilo conductor en concreto. “Surge como un escaparate en el campo de la ilustración y el cómic en Teruel, abierto también a colaboraciones externas de otros lugares”, explica Luis Loras. “Los colaboradores han tenido libertad total de expresión, por lo que no hay un hilo o un estilo predominante, sino que forma un amplio catálogo de lo que los artistas contemporáneos están haciendo en estos momentos”.
Teruel Mutante comparte con la cultural fanzine de la que se declara heredera el gusto por “lo futurista, lo extraterreste, el cambio, la mutación y la estética bizarra y retrofuturista que suele caracterizar a las publicaciones de este tipo”. De algún modo trata de anticiparse al futuro y escapar del cómic o la ilustración más convencional y comercial.
“No es precisamente provocadora, pero sí trata de ser novedosa y hasta cierto punto impactante y rompedora”, describe Luis Loras. “Ni en lo temático –más allá del mundo de la ilustración y el cómic– ni en lo técnico puede definirse claramente de ningún modo”, explica el profesor de la Escuela de Arte, coordinador de una publicación que lleva en sus primeras 36 páginas –en un formato DIN-A4– cómic de diferentes influencias, ilustración digital, dibujo hiperrealista o trabajos más conceptuales y abstractos.
Con todo Teruel Mutante no es una publicación sobre ilustración ni dirigida a ilustradores, sino a un público amplio con gustos, edades y sensibilidades dispares. “El público al que queremos dirigirnos no es demasiado especializado, sino que cualquier persona a quien le guste el cómic, el dibujo, la ilustración o el arte será capaz de entenderlo perfectamente”, apunta Loras.
Durante la presentación del fanzine se pondrán a la venta los 300 ejemplares que se han editado del número 1, al precio de 3 euros. “No es un proyecto para ganar dinero, sino que pretendemos que sea autofinanciado” y que cada tirada consiga pagar la siguiente.
Luis Loras es un pintor muy interesado en las técnicas digitales o las redes sociales, y de hecho las utiliza a menudo para encontrar modelos o para realizar collages mixtos, como en su serie Espacios en Blanco.
Sin embargo, las combina con otras técnicas, formatos y conceptos tradicionales como el propio fanzine, del que es un firme defensor: “Sigue siendo un formato viable como vehículo de comunicación, que además rompe con las redes, con las pantallas, e invita a volver a la página de papel, a una lectura más reflexiva y a una experiencia que sigue teniendo su encanto y teniendo mucho que ver con la ilustración”.
Así, si el fanzine en el pasado fue sinónimo de modernidad y de anticipación a los tiempos, hoy en día vive una nueva etapa de oro con otro matiz, el de ser un vehículo para detener el tiempo y reivindicar el papel del cómic y el dibujo en su medio natural, que es el papel.
Vocación de continuidad
Teruel Mutante nace con vocación de continuidad y con unos objetivos claros a medio plazo. De entrada el plan consiste en tener listo el número 2 del fanzine para el próximo Salón del Cómic de Zaragoza, a finales de año, “y publicar unos dos números al año, si tiene buena acogida y se puede”, explica Luis Loras.
Además, y aunque no es una actividad ligada al desarrollo educativo de la Escuela de Arte de Teruel, “sería buena idea ir implicando cada vez más a los alumnos del ciclo de Ilustración”. En este primer número hay dos de ellos que participan, y Loras asegura que “el nivel es bastante bueno”.
Por último, a medida que crezca y cumpla números, Teruel Mutante tratará de mirar más al cómic y menos a la ilustración artística, como tal. “Trataremos de potenciar los guiones, los textos literarios o las colaboraciones de escritores. La mayor parte de los dibujantes son además guionistas de los cómic que aportan, excepto alguna excepción, y sí que nos gustaría diversificar”.