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Un viaje alucinante a la trastienda de los fósiles en el Día Internacional de los Museos Un viaje alucinante a la trastienda de los fósiles en el Día Internacional de los Museos
Alumnado del Colegio María Auxiliadora Salesianas de Zaragoza escucha atento las explicaciones de una restauradora sobre cómo se hacen réplicas de fósiles en el Laboratorio de Dinópolis

Un viaje alucinante a la trastienda de los fósiles en el Día Internacional de los Museos

La Fundación Dinópolis vuelve a impactar abriendo su laboratorio paleontológico al público
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Visitar Dinópolis impacta a cualquiera que se deje llevar por sus maravillas para viajar en el tiempo, pero recorrer su laboratorio y escuchar las explicaciones de los paleontólogos y restauradores entraña un valor añadido porque supone adentrarse en un viaje alucinante a la trastienda de los fósiles. Es como ver su nacimiento, reconocía una de las personas que tuvo la oportunidad de entrar ayer viernes al laboratorio de la Fundación Dinópolis con motivo del Día Internacional de los Museos. Así es como esta institución científica celebró esta conmemoración, que se completó con otras actividades en Castellote y Mas de las Matas.

“Aquí no se entra todos los días”, decía un profesor a sus alumnos para expresar el valor y la importancia que suponía poder visitar Dinópolis el día que sus laboratorios abrieron sus puertas al público con motivo del Día Internacional de los Museos. Era la forma como este centro de investigación con más de un cuarto de siglo de historia se acercaba al público en general, no solo a los escolares, para enseñar los entresijos de su trastienda, es decir, el lugar donde llegan los fósiles tras su excavación en el campo, se restauran y se estudian para su publicación científica, y se preparan para su exposición en el Museo Aragonés de Paleontología que albergan estas instalaciones.

Un paleontólogo da explicaciones a los escolares en la sede Bosque Pétreo de Dinópolis en Castellote. FCPTD

Durante toda la mañana no dejaron de entrar personas en el laboratorio, algunos sorprendidos al encontrarse abierta una puerta que el resto del año suele estar cerrada al público. En algunos casos eran colegios por ser viernes y hacer un viaje de estudios, pero en otros eran particulares que habían acudido ese día a recorrer el parque paleontológico.

Todos aprovecharon una oportunidad única, hasta el equipo de actores del parque, que acudieron para conocer cómo se trabaja en el laboratorio. Coincidió además con la visita que hacen todos los años los alumnos del Máster de Paleontología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Valencia.

Acudieron nueve alumnos y dos profesores. El director del máster y profesor de la Universidad de Valencia, Carlos Martínez, comentó que las instalaciones científicas de Dinópolis son un “referente nacional”, y que el parque en su conjunto con su combinación de ciencia y ocio es un modelo de éxito que “está funcionando”. “Venimos con los alumnos del máster desde hace años y esta vez ha coincidido con la celebración del Día Internacional de los Museos”, comentó Martínez, que destacó el interés que tiene para los estudiantes poder hablar con los científicos y los restauradores porque “son los futuros paleontólogos e investigadores”.

Una restauradora enseña cómo se restauran y se preparan los fósiles

Ana González, paleontóloga de la Fundación Dinópolis, explicó que con este tipo de actividades se busca “mostrar al público visitante de Dinópolis los trabajos que hacemos en el laboratorio hablando con los técnicos y las personas trabajan aquí”.

Indicó que de forma habitual se organizan visitas guiadas, pero que con motivo del Día Internacional de los Museos se había planteado de forma más abierta, sin necesidad de pedir cita previamente, para que todo aquel que recorriese el parque pudiese entrar al pasar por la puerta. González dijo que estaban contentos de la actividad porque “nos encanta difundir y divulgar todo lo que hacemos y somos conscientes de que el labotarorio es un lugar que gusta mucho y es muy atractivo para la gente porque estamos trabajando con las últimas novedades y hallazgos antes de que se expongan”.

Visitantes

Si bien la mayoría de las visitas que se realizaron fueron de grupos de estudiantes tanto de colegios como de institutos, también hubo casos de particulares como Roberto, que viajó con su mujer e hijo desde Soria.

Alumnos del Máster de Paleontología de la Universidad de Valencia

“Teníamos unos días y queríamos enseñarle el museo al niño”, comentó Roberto, que explicó que era un viaje de fin de semana. Aunque acababan de entrar a Dinópolis, se encontraron con las puertas del laboratorio y se toparon con los paleontólogos y restauradores que empezaron a explicarles todo. “No lo sabíamos, sí que hoy era algo de los museos, pero no esperábamos que hubiese esta posibilidad de visitar el laboratorio, y como hemos venido por el niño que le encantan los dinosaurios, pues ha sido un experiencia muy bonita y para él una suerte porque está maravillado”, dijo el padre.

El niño, de nombre Alejandro y de doce años, reconoció que le “fascinaban” los dinosaurios y que poder entrar en el laboratorio había sido una “gran sorpresa”. Poder hablar con los paleontólogos fue una experiencia “muy chula y única”, comentó. Durante el tiempo que estuvo con sus padres y acompañado por los técnicos de la Fundación, pudo tocar fósiles, ver cómo se restauran y limpian tras llegar del campo, y cómo se hacían las réplicas y los moldes. Comentó, pese a su juventud, que le gustaba la ciencia y que no le importaría ser paleontólogo el día de mañana.

Una paleontóloga explica los pormenores de la cadera de ‘Turiasaurus’ a estudiantes del IES Matarraña de Valderrobres

Crear vocaciones científicas es uno de los valores que tienen este tipo de actividades, según opinó María Victoria Martínez, directora pedagógica del Colegio María Auxiliadora Salesianas de Zaragoza. Acompañaba a un grupo de 29 escolares de sexto de Primaria de este centro, y comentó que había coincidido la visita con la celebración de la jornada de puertas abiertas del laboratorio. Indicó que estaban haciendo un viaje de estudios, que el día anterior habían visitado Albarracín y Teruel, y hoy les tocaba Dinópolis “porque tiene mucho para que ellos aprendan”.

Martínez comentó que el museo era “espectacular” y el trabajo que realizan los paleontólogos “increíble”. “Los alumnos han estado encantados y muy atentos de las explicaciones, una experiencia impresionante y una suerte haber tenido esta oportunidad”, dijo. Los alumnos compartían la misma opinión, como Ander, de 11 años, que dijo que ver a los paleontólogos y restauradores trabajar “ha sido una sorpresa”. Un compañero suyo, Arcaitz, de doce años, añadió que ya había visitado antes Dinópolis y que entrar esta vez en el laboratorio había sido una “oportunidad”.

Alumnos de primero de Bachillerato y de cuarto de la ESO del IES Matarraña de Valderrobres también tuvieron la oportunidad de entrar y conocer el laboratorio por pura coincidencia. Eva Castillo, profesora del centro, explicó que el grupo estaba formado por 32 alumnos y 2 profesores y que el día anterior habían visitado el Parque Geológico de Aliaga y el Museo Paleontológico de Galve, donde hicieron además una ruta de icnitas.

Una restauradora explica el trabajo que se hace en el laboratorio a una familia de Soria que visitaba Dinópolis

Castillo comentó que era un “lujo” poder entrar en el laboratorio donde trabajan los técnicos de la Fundación y conocer cómo se preparan los materiales. La profesora opinó que es “esencial” que la ciencia se abra a la ciudadanía con iniciativas así “porque hay muchas cosas que no se conocen si no se divulgan y es una manera de crear vocaciones científicas”. Incidió en la necesidad de que la geología tenga un mayor peso en la formación educativa.

La Fundación Dinópolis realizó también una actividad con alumnado del CRA Olea en Bosque Pétreo, la sede del parque paleontológico en Castellote, y otra en el Museo Casa Feliu de Mas de las Matas con la exposición Agua, Tiempo y Tierra.

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