Un libro y un cómic resumen la esencia de los miles de elementos de piedra seca de Teruel

Poner en valor la técnica de la piedra seca y darla a conocer entre los escolares y el público en general. Ese es el objetivo del cómic El paisaje de la piedra seca, dirigido a los escolares de 3º y 4º de Educación Primaria de la provincia, y del libro La piedra seca en la provincia de Teruel, que han sido editados en el marco del proyecto europeo Interreg Sudoeste Living Heritage for Sustainable Development (Livhes), cuyo objetivo es valorizar el patrimonio cultural inmaterial de los territorios adheridos.

La diputada de Programas Europeos y Desarrollo Territorial, María Ariño, explicó ayer en la presentación que el programa europeo, que finaliza el próximo mes de abril, trata de “encontrar e implementar” nuevas fórmulas para poner en valor el patrimonio inmaterial de la provincia. “Somos capaces de viajar a otros sitios a ver ese patrimonio y no valoramos lo que tenemos en la provincia”, dijo, para añadir que por eso consideraron “muy oportuno” hacer dos publicaciones dirigidas a diferente público y complementarias entre sí.

El autor del libro es el arqueólogo y gerente de Qalcina Javier Ibáñez, quien explicó que la iniciativa “ toma como referencia un patrimonio que constituye una de las huellas más longevas en nuestro ADN cultural. Aunque ahora esté olvidada y relegada por las arquitecturas de cemento”. Indicó que los primeros testimonios de estos elementos se remontan a hace 8.000 años y se trata de un tipo de construcción “desarrollada por 170 generaciones” y que fue “clave en los asentamientos de los primeros pueblos de Teruel hace 4.200 años”. El experto relató que la técnica ha sido desplazada “primero por los morteros de yeso y luego de los de cemento, pero es un componente esencial para comprender el patrimonio de la provincia de Teruel”.

El libro se distribuye en seis grandes apartados a los que hay que sumar la presentación y la bibliografía. El primero se centra en las raíces de la técnica, “uno de los elementos más permanentes en nuestro ADN”, recalcó Ibáñez. Un lugar destacado tienen los protagonistas, sobre todo los últimos que utilizaron este sistema constructivo hasta hace apenas unas décadas.

Los paisajes de piedra seca ocupan miles de hectáreas en algunas localidades, como Mosqueruela o La Iglesuela del Cid, y tienen un gran peso en otras localidades del Maestrazgo, Cuencas Mineras y Gúdar-Javalambre, a la vez que están presentes en el resto de comarcas provinciales.

Un apartado específico tiene la piedra seca de La Iglesuela del Cid, donde se han realizado estudios exhaustivos porque cuenta con mas de 400 kilómetros de tapias, 419 casetas y otras 300 construcciones, además de 48 cisternas. “Es una nómina amplísima de un paisaje poco conocido, que se forma principalmente en el siglo XIX pero que tiene sus raíces en el XVIII y continúa durante los comienzos del XX”, especificó Ibáñez.

El arqueólogo fue más allá en sus explicaciones y señaló que el paisaje “define la plasmación material de una dialéctica complicada de la dinámica entre agricultores y ganaderos y refleja el triunfo de los agricultores sobre los ganaderos para el aprovechamiento de tierras”.

El último apartado de la publicación, que contiene numerosas imágenes, se centra en la situación actual. El autor ha solicitado la colaboración a otros especialistas para que analicen el pasado y el futuro puesto que, como alertó Javier Ibáñez, se trata de uno de los elementos culturales “en mayor riesgo” y donde a la vez es más difícil intervenir porque hay decenas de miles de elementos distribuidos por toda la provincia y que, además, están en manos de propietarios particulares.

La declaración de la Unesco se refirió a la técnica como Patrimonio Inmaterial, por lo que no incluye la protección de los bienes, según especifican los expertos. Además se trata de un patrimonio en desuso que, como tal, carece de mantenimiento y es por eso que alertan del grave riesgo que corre.

De forma paralela a la difusión de los libros, que no estarán a la venta, se van a realizar acciones de divulgación y formación entre los técnicos de patrimonio de las comarcas y de las oficinas de turismo para mostrarles tanto en qué consiste la técnica como los espacios que tienen en su territorio realizados en piedra seca. En este sentido, Ariño precisó que “todos sabemos lo que es la piedra seca, pero desconocimos si hay en nuestra zona o no”, dijo.

Distribución por colegios

En cuanto al cómic, se han puesto en contacto con diferentes colegios y Colegios Rurales Agrupados de la provincia de Teruel para que trabajen el tema de la piedra seca. En opinión de María Ariño es fundamental que trabajen desde niños el tema, valoren ese patrimonio y “sean conocedores de toda la riqueza de su medio natural”.

Se han editado un total de 650 ejemplares de los que hay reservados ya 400 por el CEIP Anejas y los CRAs Martín Del Río, Goya y Teruel 1. En este sentido la diputada animó a los centros educativos que todavía no han solicitado el material y recordó que, “aunque hay más piedra seca en unos lugares que en otros, la realidad es que toda la provincia está plagada de construcciones de este tipo”.

Jesús Franco, autor del cómic y responsable de la editorial Acrótera, que es la que lo ha editado, agradeció el esfuerzo de la DPT para dar a conocer el patrimonio y hacerlo además a través de dos empresas de Teruel dedicadas al patrimonio y a la arqueología. El cómic parte de unas pautas didácticas establecidas por Javier Ibáñez mientras que Jesús Franco se ha ocupado del guion, sobre el que Moratha ha realizado las ilustraciones.

Franco relató que se trata de un guion sencillo pero que cuenta muchas cosas e incluye algunas de las iniciativas desarrolladas en el territorio, como los campos de voluntariado. “Siempre enfocamos nuestros cómics de forma que los lectores se sientan identificados con los personajes que lo protagonizan”, especificó el autor.

Señaló que narra la historia de tres chavales que aunque en un principio son un tanto escépticos con la piedra seca, acaban valorándola tanto por el trabajo que lleva implícito como por la huella que deja en el paisaje.

Una iniciativa para revalorizar el patrimonio inmaterial

El proyecto Livhes responde a una necesidad europea y un reto territorial compartido por las áreas escasamente pobladas del sur europeo: encontrar e implementar nuevas fórmulas de valorización de su importante Patrimonio Cultural Inmaterial.

Este tipo de patrimonio está reconocido por la Unesco como una herramienta de desarrollo económico sostenible y de cohesión territorial. Para hacer frente a este reto, las nueve entidades socias de las ocho regiones Sudoe van a experimentar y evaluar la metodología propuesta mediante su aplicación en ocho experiencias piloto que emparejen al desarrollo económico con la valorización del patrimonio cultural inmaterial, su salvaguarda y transmisión, y difundan el modelo en el conjunto del territorio Sudoe.

En concreto como las acciones puestas en marcha por la Diputación de Teruel responden a uno de los objetivos específicos que marcha el proyecto: mejorar los métodos de gestión del patrimonio natural y cultural mediante la puesta en marcha de redes y la experiencia conjunta.

Los socios que forman parte de este proyecto son Pays de Bearn, Diputación de Teruel, Diputación de Burgos, Institut Català de Recerca en el Patrimonio Cultural (ICRPC), Municipio Barcelos, Universidad Pública de Navarra, Cirdoc-Institut Occitan de Cultura, Pyrénées Haut Garonnaises Communauté de Comunes y el Agrupamiento Europeu de Cooperaçäo territorial do Rio Minho.