“Teruel y Albarracín son auténticas joyas desde el punto de vista botánico”
Pablo Ferrer, botánico descubridor de la nueva especie Limonium AlbarracinenseEl investigador Pablo Ferrer Gallego trabaja en el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat Valenciana en Quart de Poblet (Valencia), dentro del Servicio de Vida Silvestre de la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. También ha colaborado con el Departamento de Botánica de la Universidad de Valencia, dónde hizo su tesis doctoral.
Casado con una turolense, es un enamorado de la provincia y de la Sierra de Albarracín, y recientemente ha descrito una nueva especie para la flora ibérica a la que ha denominado Limonium Albarracinense, cuyo estudio ha publicado en la publicación americana Novon, una revista científica dedicada a la taxonomía y nomenclatura vegetal editada por el Missouri Botanical Garden (USA).
- ¿Cuál era el objeto de estudio cuando descubrieron esta especie?
- Yo frecuentaba esa zona, la estudiaba desde el punto de vista botánico desde hace unos 7 o 8 años, porque los afloramientos yesíferos, salinos y la explotación de sal siempre me han llamado mucho la atención desde el punto de vista de la flora que crece en estos enclaves. Estaba en las Salinas de Royuela en el año 2012 y hallé esta especie de Limonium, que tenía en ese momento una floración óptima, porque las plantas en ocasiones las ves pero es muy difícil diferenciar entre unas especies u otras si no están en un momento óptimo de floración. Entonces recolecté material de herbario para su estudio, algunas plantas, me las lleve al laboratorio donde trabajo y las estudié, y fue entonces cuando las comparé con otros ejemplares, con otras especies conservadas en otros herbarios tanto nacionales como internacionales, y llegamos a la conclusión que tenían unos caracteres particulares y propios, y a partir de ahí es cuando comenzamos a preparar su descripción desde el punto de vista científico. En nuestro equipo de trabajo somos varios los compañeros que nos dedicamos a la taxonomía y nomenclatura vegetal, y accedieron a trabajar en el estudio de esta planta. Ahora acabamos de publicar el estudio científico.
- ¿Cómo se produce un descubrimiento así? ¿Es casual?
Yo estaba trabajando en otra cosa, estudiaba la presencia de una gramínea en las Salinas de Royuela, la Puccinellia pungens, que es una especie protegida por el Gobierno de Aragón y que solamente crece en sitios concretos del territorio aragonés, en la Laguna de Gallocanta, por ejemplo, y tiene una población muy interesante en Royuela. Esta planta, qué es una gramínea rastrera de muy poca altura, convive en ciertos lugares con este Limonium. Una vez que lo vi, en la segunda visita que hice a Royuela, me interese por el Limonium, pero fue algo casual. Casi todos los descubrimientos son casuales, no vas a descubrir algo nuevo sino que estás estudiando otra cosa y, por amplitud de estudio en la zona que estás trabajando, recolectas material. Después de profundizar en su estudio llegué a la conclusión de que era algo nuevo y que estaba por describir y dar a conocer a la comunidad científica.
- ¿Cuáles son las características de esta nueva especie?
-El género Limonium es muy complicado, muy rico y muy diverso en todo el Mediterráneo, pero sobre todo en el Mediterráneo occidental y fundamentalmente en la Península Ibérica y en las islas. Pero en esta parte de la Península aparecen dos grupos, los que están asociados a las líneas costeras y los que crecen en terrenos ricos en sales, porque son plantas adaptadas a las condiciones de sal en el suelo. Las características principales de estas plantas se encuentran en las hojas, el tamaño que tienen las plantas, pero principalmente en las características de la inflorescencia (conjunto de flores que nacen agrupadas de un mismo tallo), y dentro de las inflorescencias hay que comparar unas estructuras particulares muy diagnosticadas, unos órganos que se llaman brácteas, que a su vez se dividen en tres grupos, bráctea interna, externa y media. A eso se le asocia unas características que tienen las flores en el cáliz, sobre todo, y la relación que tiene el polen con el estigma. Es un poco complicado, pero ciertos caracteres permiten diferenciar entre grupos dependiendo de una incompatibilidad en la reproducción en función de las características de unos órganos en concreto, y eso da algunas pistas importantes para la clasificación de las especies. Es como si los humanos no nos pudiésemos cruzar todos con todos, un hombre y una mujer se pueden cruzar y tener descendencia, pero imagina que hay una parte de la población humana que no pudiese cruzarse con otra parte porque hay una incompatibilidad genética, pues eso en el Limonium es muy importante, y se observa en la parte externa del polen, y en una estructura que está en la flor, en la parte femenina de la flor, que es el estigma. Entonces, a partir de estos caracteres, se pueden diagnosticar las relaciones que existen entre las especies y la pertenencia a uno u otro grupo, y a esto se le suma el número cromosomático, el número de cromosomas que tiene la planta, ya que resulta de gran valor para conocer datos relevantes que son empleados en la descripción de las especies dentro de este grupo vegetal.
- ¿Se puede diferenciar a simple vista?
No, eso son años de estudio. A simple vista te puede dar una pequeña noción de que estás ante algo diferente, pero luego hay que hacer lo que llamamos pliegos de herbario, material prensado en seco para que se conserve largo tiempo, porque toda la materia orgánica se deteriora con la humedad. Estos pliegos de herbario luego los podemos estudiar, en el laboratorio o en los herbarios durante mucho tiempo, y hacer lo mismo con otros pliegos que otras personas hicieron, lo que nos permite comparar unas recolecciones con otras aunque hayan sido realizadas hace mucho tiempo o a partir de plantas recolectadas muy lejos. Con este material, de vital importancia para los estudios en botánica, se pueden hacer muchos estudios, como por ejemplo ver la morfología de algunos órganos concretos, hacer cortes histológicos para su estudio con el microscopio, etcétera.
- ¿Han visto si este tipo de especie aparece en lugares similares, en otras lagunas salinas como las de Gallocanta o Alcañiz?
Sí, las hemos explorado y ha salido en dos sitios. La población más interesante es la de Royuela, aunque podríamos decir que está fragmentada, no aparece toda junta. Existe un núcleo principal y luego hay subnúcleos satélite a un kilómetro de distancia, y todos se sitúan en el entorno que llamamos las Salinas de Royuela. Luego hay una población más pequeña en número de individuos que está en Villarquemado, en la Laguna del Cañizar. También había unas citas interesantes de unos afloramientos salinos que hay en Cella, lo que ocurre es que ese material lo hemos buscado y no lo hemos localizado en vivo, aunque hay unos testigos en el herbario del Real Jardín Botánico de Madrid. Esos testigos los hemos estudiado y pertenecen a otra cosa distinta, no se adscriben a la planta que hemos descrito nosotros.
- ¿Cuáles son las amenazas que puede tener esta planta actualmente para su mantenimiento?
- Consideramos que está amenazada porque tiene un bajo número de individuos y está únicamente presente en dos lugares concretos de muy poca extensión en superficie, pero eso es solamente una foto, una instantánea. Lo que tenemos que hacer es ver la evolución de las poblaciones en unos 5-10 años, si el número de individuos aumenta o disminuye. Entonces, cuando tienes varios datos en una serie temporal, puedes concluir si la evolución y la tendencia que tiene la población es progresiva, y la planta se encontrará en mejores condiciones, o si es regresiva, y la especie podría entrar en lo que llamamos una categoría de amenaza concreta, como por ejemplo es el peligro de extinción. Respecto a las amenazas directas, pues seguramente aunque haya un sobrepastoreo intenso no es una planta muy apetecible para el ganado, aunque podrían dañarla sobre todo por pisoteo. Y también he visto que hay mucho tráfico rodado; coches, motos y quads que a veces se meten por el barranco por donde discurre el agua desde Las Salinas de Royuela y es donde mayor número de ejemplares de esta nueva especies hemos localizado, lo que provoca una excesiva compactación del terreno y la eliminación de plantas y pérdida de hábitat adecuado para que la especie pueda vivir.
- ¿Sería necesario tomar ya medidas de protección?
En estos casos se aplican unos criterios y unas categorías, pero es necesaria una serie temporal como hemos comentado. Con la evaluación de la tendencia de las poblaciones, aumentando o disminuyendo el número de plantas, es cuando se podría catalogar más objetivamente la especie en alguna categoría de amenaza concreta y transmitir esta información al Gobierno de la Administración Local pertinente. Pero de momento lo que se ha hecho ahora es dar a conocer desde el punto de vista científico, a la comunidad científica botánica, la existencia de esta especie y el número de localidades, así como una estimación del tamaño de sus poblaciones. También consideramos muy interesante que se dé a conocer al público en general, a través de la prensa, y que la sociedad sea conocedora de que se ha descrito una especie recientemente y el valor que tiene para la ciencia y para el medio ambiente local. En un futuro próximo ya se podrá valorar objetivamente su protección a nivel local, autonómico, e incluso a nivel estatal.
- ¿Es habitual hacer todavía este tipo de descubrimientos?
- Lo que no es habitual es hacerlo en sitios tan conocidos como estos. Podemos describir plantas de lugares remotos, sitios inexplorados de Asia o África, en islas poco exploradas, o altas cumbres. Pero no es frecuente describir plantas de sitios que se han visitado desde muy antiguo y se han estudiado mucho. Lo que suele ocurrir es que es necesaria en ocasiones la visita de algún biólogo que esté muy familiarizado con un grupo en concreto para que se pueda producir el hallazgo. En resumen, no es común para algunos grupos biológicos la descripción de nuevas especies, aunque tampoco es un fenómeno extremadamente raro, depende de los lugares y del elemento objeto de estudio.
- Usted es un gran conocedor de la vegetación de la provincia. ¿Qué opina de la biodiversidad de Teruel?
Es maravillosa. Yo estoy enamorado de la flora de Aragón, de la de Teruel en particular y de la Sierra de Albarracín y de todo su entorno. Es un refugio botánico, me gusta la frescura que tienen Orihuela del Tremedal o los prados de Griegos, con presencia de flora de gran interés. También los Rodenos qué hay en esta parte de la Sierra de Albarracín que son espectaculares, los pinares, y también me encantan las planicies de Teruel que están llenas de flora de gran interés para los ojos de un botánico. Aragón es muy rico pero no solo el Pirineo está lleno de flora interesante. Teruel y la Sierra de Albarracín son joyas desde el punto de vista botánico.
- ¿Qué consejo daría para conocer el medio natural de la provincia?
- Lo más interesante es el contacto con la naturaleza desde todos los niveles y desde todos los sectores, grupos y colectivos. Uno de mis maestros siempre decía “andar y ver”, es decir, ir al campo, caminar, y tener una mente abierta, y sobre todo, ser observadores, fijarnos en lo que nos rodea, las plantas, desde los grandes árboles hasta las más pequeñas. Ser observadores y críticos con la naturaleza y, sobre todo, siempre, siempre, muy respetuosos. Y a partir de ahí, el estudio.