Siguiendo los pasos de Javier Escriche
El turolense presenta el libro "En mi camino", en el que plasma cinco años de fotografíaSeguir los pasos de Javier Escriche significa recorrer miles de kilómetros con los ojos bien abiertos. Adentrarse en mercados populosos, en bosques húmedos de bruma, en desiertos abrasadores o en callejuelas esquinadas repletas de vida. Pasar de puntillas por los lugares y monumentos más transitados y entropizados por el turismo de masas y detenerse de forma reflexiva en los parajes y rincones apartados, desde donde observar el quehacer cotidiano de las personas y el pulso mismo de la vida.
En mi camino es el primer libro publicado por Escriche, fotógrafo turolense todoterreno que ha recopilado en un volumen de noventa páginas 57 fotografías, obtenidas a lo largo de los últimos cinco años, en varios viajes a lo largo de catorce países de todo el mundo.
Escriche presentó este jueves su trabajo en un acto que tuvo lugar en el Museo Provincial de Teruel, con la participación de su director, Jaime Vicente, y de los responsables de Coolte.net, el estudio turolense que ha maquetado la obra. Pedro Zarzoso, Raúl Antón y María Cervera han dado forma a un libro que, de algún modo, sintetiza las sensaciones visuales que despertaron en Escriche catorce países que, cada uno de ellos por sí solos, representa un paraíso para un cazador de imágenes como él.
Vietnam, Camboya, Laos, Thailandia, Birmania, Malasia, Singapur, Filipinas, Bolivia, Perú, Ecuador, Cuba, Marruecos y Nepal, por este orden, han sido escaneados por el objetivo fotográfico del turolense. En el libro sin embargo no se presentan ordenados cronológicamente, ni siquiera las fotografías están agrupadas por los países donde fueron tomadas. En mi camino trasciende así la función de mero catálogo descriptivo. Javier Escriche distribuye las imágenes emparejadas atendiendo a criterios temáticos, comparando situaciones, personas o actividades que han tenido lugar a miles de kilómetros de distancia y en diferentes momentos, y que sin embargo guardan evidentes similitudes a pesar de los enormes contrastes culturales que guardan entre ellas.
Viajero ligero de equipaje
Javier Escriche es un viajero ligero de equipaje. Apenas un objetivo 24-70 mm. le sirve para captar lo que busca, pasando desapercibido y sabiendo leer cada escena para revisitarla cuando intuye que tiene una buena historia que contar, deteniendo el tiempo durante una milésima de segundo sobre un fotograma.
El turolense recorre las ciudades rápido, con una pequeña cámara compacta para tomar apuntes fotográficos, entre la última hora de la mañana y la tarde, cuando la luz vertical es menos apropiada para la fotografía. Cuando el sol declina, si la actividad propia del lugar lo permite, revisita los lugares adecuados que más a las claras pueden hablar de la idiosincrasia de sus habitantes, de sus costumbres, sus rutinas y sus formas de vida que hacen de cada lugar un espacio único. Ese caminar y ese rebuscar reflexivo, sin prisa pero sin pausa, se refleja perfectamente en las páginas del libro.
Aunque no es exactamente documental, la fotografía que cultiva Javier Escriche, quizá por su experiencia como reportero gráfico en medios como DIARIO DE TERUEL o Heraldo de Aragón, se aproxima más a ese género que a otros como la fotografía de naturaleza, de paisaje o de arquitectura.
El turolense busca imágenes tras las que se identifica una historia, tratando además de transmitir otras ideas, más generales o simbólicas acerca del territorio en el que se encuentra, que están implícitas en la fotografía.
El elemento humano suele estar integrado en la casi totalidad de sus imágenes, a excepción de algunos paisajes espectaculares, que incluye en En mi camino casi más como descargo visual para el lector, que como parte como tal del proyecto fotográfico. Pero los habitantes de cada lugar, en ocasiones como simples siluetas de espaldas o como paseantes anónimos, en otras como retratos en primera persona, son quienes dan motivos a Javier Escriche para expresarse a través de la fotografía. En este sentido En mi camino se parece más a un trabajo etnográfico a nivel global que a otra cosa.
El libro cierra una larga y fructífera etapa que ha durado desde 2012 hasta la actualidad, aunque prácticamente el último año se lo ha pasado seleccionando y editando la ingente cantidad de material acumulada, en torno a las 10.000 fotografías. En mi camino es el testigo que queda para el público de todo aquello, junto a varias exposiciones que ha realizado (On the road Southeast Asia en marzo de 2014, Cuba en junio de 2016 y Marruecos en noviembre de ese año) en el Café Abadía de Teruel, y acaso otra a corto plazo que recopile parte del material contenido en el libro o imágenes inéditas.
Tras parir En mi camino Javier Escriche sacará una temporada el pasaporte de su mochila de bártulos y explorará nuevos territorios fotográficos. Se dará un tiempo para encontrarse con nuevos protagonistas y para buscar nuevas historias que contar.