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Seis estudiantes vinculados al grado de Bellas Artes en Teruel participan en la muestra ‘Ens Cogitatio’ Seis estudiantes vinculados al grado de Bellas Artes en Teruel participan en la muestra ‘Ens Cogitatio’
Ilustración de la guatemalteca LameliGt, incluida en ‘Ens Cogitatio’

Seis estudiantes vinculados al grado de Bellas Artes en Teruel participan en la muestra ‘Ens Cogitatio’

Una exposición de arte que no existe acerca de las cosas que existen
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Ens cogitatio es la tercera exposición del ciclo que está llevando a cabo el grado de Bellas Artes de Teruel, convocado por los profesores de la asignatura Diseño y Gestión del Espacio Expositivo, en la que los estudiantes deben dirigir todos los ámbitos de la muestra, desde la pieza artística a la difusión, pasando por la gestión de la sala o el propio montaje. 

La muestra, que fue inaugurada el lunes, está formada por piezas visuales y sonoras que indagan sobre la identidad y el concepto del ser. Los comisarios de la exposición admiten que no es una temática original, si bien eso no le resta interés puesto que el ser, la identidad de las cosas y la verdadera naturaleza de cada una, es un concepto que debe interesar a cualquier artista o amante del arte –a cualquier ser humano consciente, en realidad–, y que sigue siendo debatido en numerosos campos del pensamiento y de la ciencia. Ni siquiera la física tiene muy clara una definición de ser que sirva para todo, y las teorías de las supercuerdas teorizan sobre lo que hay por debajo de los quarks que, agrupados, forman todo cuanto es a nuestro alrededor. Se busca el componente esencial, común a todo e indivisible que permite que las cosas sean, no solo las que vemos sino también –y sobre todo– las que no vemos. 

Eng Cogitatio no entra en este tipo de disquisiciones ni abunda en las diez dimensiones que requiere como mínimo el universo para que, actualmente, se pueda explicar correctamente la teoría unificada de las supercuerdas. Sin embargo presenta seis interpretaciones del concepto del ser y la identidad, a través de la obra gráfica y sonora de Diego Rodríguez Soria, Inazio Lara, Merve Coskun, LameliGt, Ignacio Fuentes y Joel Rico.

Pero además la exposición en conjunto forma un metadiscurso sobre la identidad. Ens Cogitatio no existe en realidad, o sí. Todos podemos verla, pero no tocarla... o sí. La muestra existe en el mejor de los casos en internet, en la nube, y su manifestación física se encuentra en una plaza pública de Teruel, que por si fuera poco no tiene nombre. Así que si hacemos caso al pintor surrealista Francis Picabia, para quien lo que no tenía nombre no existía, no está nada claro que sea o que no sea. Exista o no, en ese lugar, que se encuentra entre la calle Mosén Peras y el acueducto de los Arcos, bajo la laberínticas rampa que da acceso a Dolores Romero, encontramos una serie de códigos QR adheridos a las paredes y el mobiliario urbano. Esos códigos QR conducen virtualmente a diferentes lugares del sitio web enscogitatioartists.bookmark.com/, donde están alojadas las obras expuestas, junto a información sobre las mismas y sus autores, todos ellos vinculados al grado de Bellas Artes de Teruel. 

Inazio Lana muestra una serie de interesantes autorretratos en los que explora la incoherencia entre la identidad física aparente y la naturaleza psicológica real pero cambiante. Las imágenes aluden a las pinturas tribales y a los estados de percepción alterada, una dimensión invisible para el observador y que por tanto no suele existir, a pesar que determine lo que los demás perciben de nosotros mismos.

La estudiante turca Merve Coskun también aporta una serie de fotografías en las que llama la atención sobre el sentido de la vista, el que nuestra especie considera fundamental para aprehender la realidad. Las fotografías de Coskun como mínimo ponen en duda la capacidad del ojo de identificar de veras y sin errores la naturaleza de las cosas. 

La guatemalteca LameliGt muestra en la exposición parte de su trabajo como ilustradora, en el que redunda sobre la aceptación social y la autoaceptación del cuerpo, de la sexualidad o de la propia identidad y, de forma implícita, de cómo el afán por esa aceptación puede alterar o impulsarnos a querer alterar la naturaleza de las cosas.

Ignacio Fuentes aporta una serie de collages digitales en los que subraya otra de las facetas de la identidad, la temporal. Sus tres piezas reflejan la interacción de la energía y la materia a través del tiempo y reflexionan sobre el principio de trascendencia –que básicamente consiste en vencer el efecto destructivo e invisibilizador que ejerce esa dimensión temporal sobre cualquier cosa–.

Por su parte, el músico Joel Rico –que actualmente forma parte de la productora CineInd junto a David Moreno y Alberto Martínez, con numerosos vínculos a Bellas Artes y que estrenó recientemente el cortometraje La sombra del pescador–, presenta Sein, una desasosegante pieza musical, experimental y sintética. Se trata de una composición formada por fragmentos de la entrevista que mantuvieron el filósofo alemán Martin Heidegger y el monje tailandés Bhikku Maha Mani, en 1963, precisamente sobre el ser y la naturaleza del ser humano. 

Por último Diego Rodríguez explora el concepto de ser como una expresión de identidad, y utiliza como vehículo la red social Instagram y algunos de los perfiles que existen en ella. El mensaje sobre el que llama a la reflexión Rodríguez es la coherencia o falta de ella entre la naturaleza del ser, lo que realmente hace que seamos y lo que creemos que hace que seamos lo que somos, o lo que queremos ser, en el espacio público.