Sebastián Guitarte cede la presidencia de la asociación Banda de Música tras catorce años al frente

Sebastián Guitarte ha dejado tras catorce años su cargo como presidente de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel, aunque seguirá en su Junta Directiva como vocal, cediendo el testigo a José Manuel Alba, miembro asimismo de dicha junta. La asociación, de la que depende la gestión de la Escuela de Música Antón García Abril de Teruel y las agrupaciones musicales de la Banda de Música, la Camerata, el Coro, el Ensemble de saxos, el grupo de Música Tradicional, el de Gaiteros y la Orquesta Sinfónica, vincula de un modo a otro a un millar de familias de turolenses, y es una de las que más arraigo tienen en el entramado sociocultural de la capital.

-¿Qué motivos le han llevado a dejar la presidencia de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel?

-Son catorce años a lo largo de los que he invertido muchas horas y esfuerzo en la asociación. Todo estaba funcionando muy bien pero, aún así, en lo personal terminas cansándote y hay ciertas responsabilidades que queman. Eso por un lado, pero por otro estoy convencido de que en este tipo de asociaciones tiene que haber cambios y relevos; no creo que sea bueno que los cargos se eternicen. En ese caso llega un momento en el que una asociación puede depender de una sola persona, y aunque no es este el caso, no quiero que lo sea en el futuro. Ese relevo es necesario para que la asociación permanezca viva y con fuerza.

-Sin embargo en su caso no abandona la junta, sino que cede la presidencia de la misma, ¿verdad?

-Eso es. Yo paso a ser vocal, y José Manuel Alba pasa de ser vocal a ser presidente. Hasta ahora cuando un presidente de la asociación se iba, abandonaba también la junta y de hecho su equipo se marchaba con ellos. En esta ocasión no es el caso, así que es verdad que es un poco distinto, pero nada que afecte negativamente al funcionamiento. La propia asociación ha cambiado mucho en estos catorce años. La Escuela que gestiona la asociación o las propias agrupaciones musicales que pertenecen a ella también han cambiado y han crecido mucho.

-¿Cuáles fueron sus inicios en la Banda de Música de Teruel?

-Yo estudiaba saxofón en el Conservatorio de Teruel, y cuando tenía como doce años, en 1994 o 1995, Andrés Sancho, que conoce a mi padre, le dijo que por qué no me traía a la banda. Todavía estábamos en el Matadero. A mí me pareció bien y la verdad es que fui muy bien acogido. Enseguida empezamos a montar un grupo de saxofones, cuando acabé el Grado Medio en el Conservatorio me dieron la oportunidad de hacerme cargo de ese grupo y siempre he considerado la Banda mi casa. Aquí he tenido mis amigos y mi familia no de sangre.

-¿Y en qué momento se incorpora en la Junta Directiva? ¿Cuando comenzó a tener responsabilidades en ese sentido?

-Yo entré en la Junta Directiva como presidente, directamente (risas). Eso fue en marzo de 2009. Terminé mis estudios en Zaragoza y allí estuve menos conectado, pero cuando acabé tenía claro que quería volver a Teruel, y tuve la suerte de que en la Escuela de Música hubo movimientos en la plantilla y me ofrecieron un puesto de trabajo y además ser Jefe de Estudios. Y al cabo de un par de años José Luis Fernández Redolar, el anterior presidente, dejó el cargo, y entre varios profesores, entre ellos José Manuel (Alba) y músicos de la banda creamos una junta que se hizo cargo de la asociación, y que yo presidí.

Sebastián Guitarte ha dejado tras catorce años su cargo como presidente de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel, aunque seguirá en su Junta Directiva como vocal, cediendo el testigo a José Manuel Alba, miembro asimismo de dicha junta. La asociación, de la que depende la gestión de la Escuela de Música Antón García Abril de Teruel y las agrupaciones musicales de la Banda de Música, la Camerata, el Coro, el Ensemble de saxos, el grupo de Música Tradicional, el de Gaiteros y la Orquesta Sinfónica, vincula de un modo a otro a un millar de familias de turolenses, y es una de las que más arraigo tienen en el entramado sociocultural de la capital.

-¿Qué motivos le han llevado a dejar la presidencia de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel?

-Son catorce años a lo largo de los que he invertido muchas horas y esfuerzo en la asociación. Todo estaba funcionando muy bien pero, aún así, en lo personal terminas cansándote y hay ciertas responsabilidades que queman. Eso por un lado, pero por otro estoy convencido de que en este tipo de asociaciones tiene que haber cambios y relevos; no creo que sea bueno que los cargos se eternicen. En ese caso llega un momento en el que una asociación puede depender de una sola persona, y aunque no es este el caso, no quiero que lo sea en el futuro. Ese relevo es necesario para que la asociación permanezca viva y con fuerza.

-Sin embargo en su caso no abandona la junta, sino que cede la presidencia de la misma, ¿verdad?

-Eso es. Yo paso a ser vocal, y José Manuel Alba pasa de ser vocal a ser presidente. Hasta ahora cuando un presidente de la asociación se iba, abandonaba también la junta y de hecho su equipo se marchaba con ellos. En esta ocasión no es el caso, así que es verdad que es un poco distinto, pero nada que afecte negativamente al funcionamiento. La propia asociación ha cambiado mucho en estos catorce años. La Escuela que gestiona la asociación o las propias agrupaciones musicales que pertenecen a ella también han cambiado y han crecido mucho.

-¿Cuáles fueron sus inicios en la Banda de Música de Teruel?

-Yo estudiaba saxofón en el Conservatorio de Teruel, y cuando tenía como doce años, en 1994 o 1995, Andrés Sancho, que conoce a mi padre, le dijo que por qué no me traía a la banda. Todavía estábamos en el Matadero. A mí me pareció bien y la verdad es que fui muy bien acogido. Enseguida empezamos a montar un grupo de saxofones, cuando acabé el Grado Medio en el Conservatorio me dieron la oportunidad de hacerme cargo de ese grupo y siempre he considerado la Banda mi casa. Aquí he tenido mis amigos y mi familia no de sangre.

-¿Y en qué momento se incorpora en la Junta Directiva? ¿Cuando comenzó a tener responsabilidades en ese sentido?

-Yo entré en la Junta Directiva como presidente, directamente (risas). Eso fue en marzo de 2009. Terminé mis estudios en Zaragoza y allí estuve menos conectado, pero cuando acabé tenía claro que quería volver a Teruel, y tuve la suerte de que en la Escuela de Música hubo movimientos en la plantilla y me ofrecieron un puesto de trabajo y además ser Jefe de Estudios. Y al cabo de un par de años José Luis Fernández Redolar, el anterior presidente, dejó el cargo, y entre varios profesores, entre ellos José Manuel (Alba) y músicos de la banda creamos una junta que se hizo cargo de la asociación, y que yo presidí.

-Sé que no es fácil, pero voy a pedirle que me haga un balance de todos estos al frente de la AC Banda de Música Santa Cecilia.

-Todavía no tengo la perspectiva que te permite mirar al pasado y hacer balance. Pero creo que en general hemos crecido en todos los ámbitos de la asociación, teniendo en cuenta que acabamos de salir del terrible bache de la pandemia, bache para todos y en todos los sentidos. Pero hemos avanzado mucho explotando la visibilidad de la asociación. Yo estoy especialmente contento con la conexión que hemos logrado con la sociedad turolense. Hemos trabajado con muchos colectivos, asociaciones y estamentos de Teruel, hemos realizado muchos conciertos benéficos, muchas colaboraciones. De algún modo hemos logrado tener mucha presencia en la calle, no solo con la Banda de Música, sino también con el resto de agrupaciones en diferentes fiestas y celebraciones, hemos conseguido tener una Orquesta Sinfónica... Creo que en estos catorce años ha habido muchas cosas buenas. Por supuesto, catorce años dan para mucho, para muchos aciertos y algunos errores también. Pero la valoración general es muy buena.

-Entre otras cosas, la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel gestiona la Escuela de Municipal de Música, que en realidad no es exactamente municipal, sino gestionada por ustedes con apoyo económico del Ayuntamiento. ¿El acuerdo que existe entre la asociación y el consistorio es satisfactorio para ustedes? Dicho de otro modo... ¿el Ayuntamiento podría explotar mejor la Escuela de algún modo, con más recursos o medios?

-Bueno, los recursos siempre son justos, aunque la asociación se siente bien tratada por el Ayuntamiento. Nosotros tenemos un contrato con el Ayuntamiento que incluye 18 actuaciones anuales, algunas las proponen ellos y otras nos da libertad para hacerlas. Pero es verdad que con muchas de esas actuaciones, realmente las que más nos llenan y nos gusta hacer, la Banda pierde dinero. Suponen gastos extra de sonido, cartelería, presentaciones, montaje o alquiler de espacios que asume la asociación. En las 18 actuaciones conveniadas con el Ayuntamiento entran procesiones y conciertos, y todas facturan igual. Y tocar en una procesión no conlleva gastos, más allá de las horas que tienes que ensayar y tocar, y un concierto sin embargo conlleva muchos gastos.

-Eso se arreglaría haciendo 18 procesiones...

-(Risas) No es nuestro modelo de trabajo. Somos activos y la Banda tiene que seguir haciendo sus conciertos y sus actos.

-¿Podría incrementarse el número de actuaciones con mayor inversión municipal? ¿O han tocado techo?

-Con prácticamente diez conciertos al año con diez programas distintos, que son los que está haciendo la Banda de Música, más todos los actos de calle, creo que no da para más. Nuestros músicos están leyendo partituras nuevas cada mes; les estamos pidiendo mucho y responden muy bien, pero no creo que podamos pedirles todavía más.

-No hay que olvidar que, excepto los músicos de la banda que además son profesores en la Escuela, el resto son intérpretes aficionados, con sus respectivos trabajos.

-Claro. Y todos los músicos de la asociación, incluso los que somos profesores, tocamos de forma altruista. Esa labor de tocar o de formar parte de la Junta Directiva no está remunerada.

-¿Cada cuanto renuevan su convenio con el Ayuntamiento?

-Por un lado existe el convenio de la asociación cultural en cuanto a actuaciones de nuestras agrupaciones musicales, que acabamos de renovar por dos años más. Y por otro está la gestión de la Escuela, que es diferente, que se firma por diez años, y que tiene vigencia hasta 2027.

-¿Eso significa que cada diez años una empresa puede competir con la asociación por la gestión de la Escuela?

-Podría, sí... Pero ofrecer todos los servicios que ofrece esta asociación con todas sus agrupaciones es muy difícil. La Banda de Música no es una banda municipal, sino que es una asociación independiente, y por supuesto el Ayuntamiento puede contar con las agrupaciones que considere oportunas para cada acto. Pero es verdad que las agrupaciones que tenemos nosotros y el servicio que pueden ofrecer no los puede ofrecer a día de hoy otra asociación o empresa.

-¿Siguen existiendo Bandas Municipales en España, de esas en las que los músicos son funcionarios del Ayuntamiento...?

-Ya son muy pocas y muy reducidas, con unos 20 o 30 músicos que cada semana tienen que ofrecer un concierto, pero sigue habiéndolas. Tristemente van desapareciendo y son puestos de músicos profesionales que se van perdiendo, pero ese modelo en Teruel es impensable... Para que te hagas una idea los profesores de la Escuela estamos a tiempo parcial, así que es inviable pensar en una orquesta profesional sostenida por el Ayuntamiento.

-¿A cuánta gente da empleo la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel, a través de la Escuela?

-Pues somos 21 profesores más dos personas de administración y limpieza. No son jornadas completas, entre las 23 personas suman un total de 10 jornadas completas, más o menos.

-¿Y turolenses vinculados de un modo u otro a la asociación?

-Calculo que más de 1.000 familias. En la Escuela ya tenemos a 600, más 150 miembros de la banda, aunque nunca nos juntemos todos, que ya no pertenecen a la Escuela en su mayor parte, más la Orquesta, Coro, grupo de Música Tradicional, Gaiteros... Mil familias a nada, tenemos incluso algún caso de abuelo, hijo y nieto en la Escuela, y ya casi en las agrupaciones musicales.

-Antes ha mencionado la Orquesta Sinfónica de la asociación... En Teruel debutó un 18 de abril de 2016 que recuerdo como uno de los mejores momentos que hemos pasado dentro de Marín... Imagino que una Sinfónica no es fácil de mantener con músicos no profesionales por las horas y preparación que requiere... ¿su proyecto sigue vivo, no obstante?

-Ahora mismo la Orquesta Sinfónica no está en activo como tal. Se compone de una parte de cuerda y una de vientos y percusión. Esos músicos de viento y percusión tocan también en la Banda de Música, y ahora mismo no dan de sí, sencillamente no tienen tiempo material para preparar todo el repertorio que exigiría tocar en las dos agrupaciones. Por tanto ahora mismo esa Sinfónica es una orquesta de cuerda, pero está abierta a que en cualquier momento que sea posible se incorporen músicos de viento y percusión y vuelva a ponerse en marcha. Por parte de la Junta Directiva seguro que no habría ningún problema.

-Dígame alguno de los buenos momentos que ha vivido como presidente de la asociación?

-Muchos, muchísimos. Pero lo que más, lo que mejor, ha sido llevar a todos los músicos como si fueran una familia, tener ese sentimiento de ir todos a la vez. Cualquier celebración de Santa Cecilia de las que hacemos anualmente, siendo una cosa interna de andar por casa, es la que me queda para siempre. Además nuestra asociación fue Mantenedora de las Fiestas en Teruel, y estar ahí en el acto de inicio de las fiestas o en el Campanico... eso lo voy a llevar siempre dentro. Y por supuesto también ha habido grandísimas actuaciones que son inolvidables, desde la actuación en Eurodisney en París, en 2012, a Serafín Zubiri, Celtas Cortos, Montserrat Martí... ¡o Barón Rojo!, que me pilló en 2009 a los pocos meses de empezar a presidir la asociación. Por una serie de circunstancias el Ayuntamiento nos planteó esa actuación y se convirtió en la primera locura de otras muchas que han venido después. Y tampoco me olvido de los festivales de final de curso que empezamos con Albishara en 2011 en la plaza de Toros, o con los espectáculos Más cine por favor y el musical Me muero por besarte. Ya no como presidente sino como cocreador del espectáculo junto a Albishara, también me ha dado muchísimas alegrías.

-También habrá habido malos tragos. Más allá de la pandemia, ¿quizá el baile de directores que hubo precisamente en esos meses quizá haya sido el peor?

-Efectivamente, eso que mencionas resume los tragos más amargos. Fue todo a la vez, además, en la pandemia y el año posterior. Tuvimos que tomar decisión difíciles, cambiar de director y sustituir a José Morales primero y Javier Artés después. No son situaciones fáciles, porque a fin de cuentas eres compañero de trabajo y tienes que disociar el trabajo de la relación personal, tomando decisiones por el bien de la asociación que quizá no tomarías a nivel personal. Fue duro pero todo lo que hemos hecho en ese sentido ha sido para bien de la asociación. Hubo errores, se han enmendado, y estamos en el buen camino.

José Manuel Alba asume la dirección de una junta directiva sin cambios

José Manuel Alba, director del grupo de Música Tradicional y de Gaitéricos, cede su puesto de vocal en la junta directiva de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel a Sebastián Guitarte, para asumir, a su vez, la presidencia. Será el primer director de esta institución que no pertenezca además a la Banda de Música, y en realidad representa la continuidad del actual proyecto, ya que pertenece al equipo de Guitarte desde sus inicios.

José Manuel Alba asume una responsabilidad “muy difícil” porque, “con todos los respetos hacia todos los presidentes que ha tenido la asociación, Sebastián ha sido el mejor de ellos”, asegura el gaitero, dulzainero y percusionista. “Pero sé que va a ayudarme todo lo que pueda y en ese sentido lo haré tan bien como sea posible”.

José Manuel Alba afirma además que el proyecto de la junta directiva cuya presidencia ostenta serán continuista con respecto a la anterior: “El objetivo es mantener el funcionamiento y la evolución de la asociación, porque sigue adelante el mismo equipo y porque está funcionando perfectamente bien”.