Patricia Veira ‘Prokö’, diseñadora de moda: “Cuando tú evolucionas, tu vida atrae otros estilismos”
Embajadora de la moda aragonesa, Patricia y su marca Prokö triunfaron con glamour en la prueba de fuego de los Premios Feroz“Me llamo Patricia Veira García de Jalón, soy diseñadora de moda y complementos e investigadora en el arte creativo, pues deseo ir más allá en la invención de productos. Creo que este sería el verdadero diseñador evolucionado. Hacer la inmersión en un proyecto creativo requiere de una dedicación y concentración plenas, que a veces obliga a dejar otras cosas”. Entre ellas tiene pendiente “ir a Alloza, de donde era mi abuela María”. Esta semana, todas las revistas de moda han destacado sus creaciones para la alfombra roja de los recientes Premios Feroz.
—Defina pasión en su faena.
—Cuando digo que sí a un proyecto, la tarea me implica y me absorbe al cien por cien, pues creo que hacerlo así es la única manera de hacerlo bien y de verdad. La pasión es la entrega total a lo que decides, y la vida te guiará. Si algo he aprendido es la confianza en una misma.
—La tenacidad es una cualidad mineral que también usted posee.
—A la par que la pasión: no hay pasión sin tenacidad (risas). Desde 1999 que apareció Prokö como marca, la perseverancia es una actitud fundamental.
—¿Somos como vestimos?
—Casi siempre es un sí, porque cuando tú evolucionas en tu vida casi siempre atraes otros estilismos. Cuando te preocupas por ti, te vistes y te arreglas, eres más feliz. Vestirse es un reflejo de tu interior. Y toda la vida tienes que preocuparte por todo ello, por leer, por ver cine, por vestirte, por cultivarte, por soñar.
—¿Es la moda un ejercicio de aprender a pensar en la otra persona?
—Sin ninguna duda, la moda requiere de una entrega total a medida de la otra persona, pero también hay un hilo muy fino que a nosotras nos carga cuando la gente depende excesivamente de ti. La moda, primero, es un autoconocimiento de cada uno, que debemos desarrollar antes de ir a por un vestido o por un complemento. Y es entonces cuando una posible carga se transforma en colaboración y aparece la magia de crear.
—¿Qué es lo más bonito que le han dicho de sus creaciones?
—Que son auténticas por la sorpresa. Sorprenden porque son resultado de la innovación con la que Prokö hace pacto en todo momento. Yo soy la primera que busca esa sensación hasta encontrar la sorpresa en cada pieza, cargada de una energía única y original.
—¿Hasta qué punto las emociones inundan la creación y la puesta de un vestido?
—En el diseño de una prenda nunca sé lo que va a pasar, pues canalizo lo que la vida me da, hago y deshago, voy y vuelvo. Y cuando la clienta brilla y vibra en la belleza, es que la pieza está bien. Probándote todo en la vida sabes si verdaderamente funciona o no.
—Defina elegancia y, de paso, también estilo.
—O naces con eso, o lo pagas en la estilista (risas).
—¿Qué es diferenciarse en moda?
—Hacer algo en el momento adecuado antes que nadie y, de fondo, ser fiel a una misma, a tu proyecto y a tu sentimiento.
—Quizá el glamur sea una cuestión de espíritu, de luz y color.
—Todo va de la mano, y la actitud en la estela de la confianza.
—Y defina brillo, por favor.
—Carlota Gurpegui, y no es peloteo, pues la actriz brilló y disfrutó de ella misma en la pasarela de los Feroz. Todo en la vida es actitud y amor a ti mismo.
—A veces crear se trata de hacer un pulso entre lo sobrio y lo barroco.
—No hay pulso, pues el tema es armonizar todo en su justa medida, para encontrar la clave.
—Lo del poderío en su trabajo para la mujer se queda corto. ¿Se considera una modista feminista?
—Yo creo en la belleza masculina y femenina. En la belleza sin adjetivo y, por tanto, creo en todo. Las mujeres tenemos que agradecer y vibrar en nuestra libertad y disfrutar en nuestro trono. No entiendo la lucha por algo que ya de por sí es tuyo.
—A veces la moda ya existe antes de crearla, pues está en la naturaleza, en las culturas y en el arte. Hay que aprender a ver.
—Y observar y canalizar la energía en el momento adecuado.
—Y la cuestión sea saber mirar, buscar y conectar.
—No lo podías describir mejor.
—Gracias. ¿Y qué piensa, qué siente usted cuando afila sus tijeras antes de un vestido?
—Las amo, amo ese momento. Amo el ruido que producen. Cuando una tijera empieza a sonar es que has hecho tanto antes y has tomado tantas decisiones previas... Es como el ‘acción’ en el cine.
—¿Son los complementos el detalle por el todo, la perla que brilla con merecido orgullo de conquista?
—Es la clave del estilismo. Cien personas pueden ir con el mismo jersey, que por el complemento te diferenciarán.
—¿Cómo son las gafas de Prokö por las que transforma lo vivido en creación totale?
—Te cambiará la vida dependiendo de las gafas con que lo quieras o lo puedas ver. El ser humano está atado a tantos patrones... Hasta que no limpiamos nuestros obstáculos y energías no podemos avanzar. Y en el momento adecuado, puedes llegar a esa creación totale que tú misma llevas dentro, tan alto como tú puedes sentirlo.
—Usted recreó bellas e impecables a Pilar Palomero y a Carlota Gurpegui para la alfombra roja de los pasados Premios Feroz. ¿Cómo fueron tales viajes?
—Siguiendo el camino de Prokö, llegaron solas dos cosas muy dispares que a la vez se complementaban. Se armonizaron dos personalidades muy diferentes, y aprendí un montón con Pilar y Carlota. Estoy muy agradecida que vinieran de la mano dos energías para encontrarse en una. Ha sido una gran oportunidad para nosotras.
—De fondo, sea un evento, una fiesta o una cita social, con nuestro vestuario nos presentamos en sociedad, algo que podemos hacer con más detalle e inteligencia.
—Así es, y en nuestro caso, Prokö se adapta a cada persona buscando su armonía y bienestar, para así irradiar confianza y plenitud.
—¿Es lo atrevido una postura, la suma de que todo es posible, el manifiesto sincero de que todavía estamos bien vivos?
—Quien se acomoda, se acomoda de todo, y quien busca, busca en todo. La moda y su belleza, en efecto, es una forma de estar y de sentirse vivo.
—Piropee a su equipo mágico, con el que trabaja y proyecta sus visiones y menesteres.
—Me siguen en todo. Sin el equipo no eres nada: mi tercera mano en el taller es Noemí Muñoz, que me ayuda a gestionar la empresa y me apoya con su amor y familiaridad; María Ángeles Quero, maestra de maestras de patronaje; Marisa Pardo, maestra costurera; y Mónica Pérez Feringán, mi cuarta mano en producción de búsquedas.