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Navarrete puso luz y color al V Festival MAR, con un fin de semana cargado de cultura e imaginación Navarrete puso luz y color al V Festival MAR, con un fin de semana cargado de cultura e imaginación
Edurne Cacho enamoró a Navarrete con su mural, recogiendo tradición

Navarrete puso luz y color al V Festival MAR, con un fin de semana cargado de cultura e imaginación

Éxito de público y participación de la mujer rural en los proyectos y talleres presentados en las tres jornadas
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El Festival de Mujeres Artistas Rurales celebra este fin de semana en Navarrete del Río la V edición, en medio de un gran ambiente y con un programa cargado de actividades. La feria reunió a 54 mujeres de toda la geografía aragonesa que se han arraigado en el territorio y celebran, de forma itinerante, la feria de sus obras, eventos y atracciones. Durante tres días realizan circo, teatro, charlas, talleres, mercado artesanal, exposiciones colectivas, conciertos y recitales, cuentacuentos y un conjunto de actividades protagonizadas todas ellas por mujeres.

La calidad se impone en sus trabajos y también su pasión por lo que hacen, además de tener a sus poblaciones de origen muy presentes y ser la razón de ser, su inspiración.“Somos mujeres artistas rurales y nuestro objetivo es visibilizar la labor que hacen las mujeres y exteriorizar la cultura de los pueblos”, definió Erica Urdeitx, presidenta de Mujeres Artistas Rurales.

La actividad ya comenzó la pasada semana, cuando se desplazaron un grupo de ellas para preparar las actividades y hacer una actividad previa, que requiere de tiempo y mimo, además de imaginación y destreza para conseguir el objetivo. Se trata del proyecto Creciendo entre Adoquines, que es de libre realización y cuenta con la participación de los habitantes de donde se realiza la feria. La propuesta consiste en que en los puntos que cada persona elija, se coloca un adoquín, con un QR identificativo de cada uno de ellos y con el que se puede acceder a toda la ruta realizada en dicha población. A través del QR, un video explicativo del adoquín grabado, con la palabra elegida por dicha persona (cada palabra tiene un significado), que contiene una historia particular y con ello se puede mapear cada ubicación y sus contenidos. En esta ocasión fueron 30, distribuidos por todo Navarrete.

Una de las labores recuperadores de actividades rurales y con tradición ancestral fue taller de esparto, realizado por Vanessa La Parra, que es una artista multidisciplinar y que durante tres horas estuvo enseñando (a doce personas, casi todas mujeres) cómo entretejer las fibras de esparto para hacer bolsos, cestas, botelleros, escobas, alpargatas (labor que data del siglo XIII en Aragón) o macetas. “Además de estos talleres, también imparto clases de macramé o acuarelas en Olba”, relato. Y fue otra de las participante en la exposición colectiva realizada en el Lavadero.

Este punto (el Lavadero), en el que antiguamente se reunían las mujeres para lavar la ropa de sus hogares, recogió una exposición colectiva de distintas disciplinas: pintura, escultura, cerámica, encajes, dibujo, en el que la autogestión es el elemento fundamental, ya que desde el mundo rural no tienen al alcance, muchas veces, los recursos necesarios para desarrollar sus proyectos. Allí estaba María Cerámica (Oliete), que dijo “ser autodidacta para realizar vasijas decorativas, con trabajo experimental en la materia prima”. Esta forma de representación contribuye a “construir el festival”, comentó la ceramista.

El taller de Tintas Botánicas reunió a 10 personas para demostrar las posibilidades que ofrece el tiempo libre y el abanico de actividades que se pueden realizar. Sara Bosque (La Puebla de Hijar) enseñó a manejar la tinta. La elaboración de la tinta es a partir de residuos de cocina, trabajando tintas sencillas y de colores vivos con el objetivo de practicar la autosuficiencia, aprovechando todos los materiales y desperdicios que se generan en la elaboración de las comidas. Sus materiales son remolacha, lombarda, cebolla dorada, cáscaras de granada u otros elementos. Para su composición “uso un modificador de color, que hace que modifique el pH y, de esta manera, conseguir coloraciones”, argumentó Sara Bosque, que también dedica su tiempo a enseñar a teñir telas en las dos horas que duran sus talleres. Esta actividad se puede realizar en los hogares, sin necesidad de salir al exterior.

El Festival tuvo de todo. El gentío se distribuyó por todas las calles buscando los 30 adoquines y activando el QR correspondiente para ver cómo había sido realizado, qué contenido tenía la elección de cada uno de los vocablos y la particular historia personal de cada uno y de porqué había sido elegido. La actividad constituyó toda una novedad, pues en el trayecto de puesto en puesto, los comentarios eran de curiosidad, pero también de alabanza y admiración por cada uno de los protagonistas de las historias que viven. Casi nadie se perdió el recital previo a la comida popular que celebraron en el Pabellón y a la que, alrededor de doscientas personas, se pauntaron previamente. Aunque como suele suceder también fueron muchos los que decidieron comer fuera de las listas.

Otro de los atractivos del Festival MAR fue ver la talla de la piedra, en la que Sandrine Reynaud trabajó durante toda la mañana para esculpir una figura. La francesa lleva más de 30 años afincada en la zona rural de Huesca (en Panzano) y trabaja “la piedra dura, el marmol, la roca caliza o el marmol de Calatorao”, señaló. Es la primera vez que asistía al Festival pero estaba contenta por “participar de las actividades y poder mostrar su trabajo”, dijo. Habitualmente, trabaja en su proyecto Muretes de Arte-Sand’r Sculpture.

Sandrine Reynaud esculpiendo la piedra 

El Mural

Una de las actividades con más sentimiento de este V Festival MAR celebrado en Navarrete, recayó en el mural que Edurne Cacho (Tarazona) creó pincelada a pincelada. La tarea no era fácil y la joven estudiante llevaba varios días trabajando en la pared para plasmar con pasión y de forma icónica el patrimonio de Navarrete, lo más significativo. Su plaza, sus amapolas, el juego de birlas (que es solo de mujeres), sus paisajes. Todo lo más representativo de la pedanía de Calamocha para retratar la cultura y el feminismo. “Es un tiempo para estar juntas, para disfrutar”, describió la pintora la reunión festivalera de las mujeres rurales.

El colage de ideas está realizado con “una paleta de colores reducida pero atractiva. Encantada de recibir el encargo y con el soporte de MAR”, afirmó Edurne. Los colores vivos llamaron la atención de los vecinos “que me han acogido estupendamente. Es un privilegio para mi pintar y trabajar en este mural”, finalizó.

Mujeres Artistas

MAR es una asociación cultural sin ánimo de lucro, con sede en Fuentes Claras (Teruel) busca visibilizar y promocionar el trabajo de las creadoras rurales y desarrollar proyecto en común que contribuyan a impulsar el empleo cultural local, y a dinamizar los pueblos y mantenerlos vivos, de gente y de cultura.

Este colectivo es una asociación compuesta por más de 321 mujeres artistas de los distintos núcleos rurales de la Comunidad y que realizan una labor vertebradora, ya que, además de mostrar sus trabajos, viven en esos pueblos. En 2023 recibieron el Premio a la Excelencia en la Comunicación, otorgado por el Ministerio de Agricultura.

Este movimiento surge en 2021 para identificar y agrupar al conjunto de artistas y artesanas que residen en el medio rural aragonés e impulsar su contratación.

La jornada no fue completa, ya que en la sobremesa hizo acto de presencia la lluvia, obligando a suspender parte de los actos programados para la tarde, como el circo o la subasta de la talla de piedra. Mañana continua el programa, tal como estaba previsto, para cerrar el V Festival MAR.

 

El taller de Esparto concitó gran interés para aprender a manejar con soltura