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Michael Alpert publica un análisis del uso de la aviación en la Guerra Civil con muchas referencias a Teruel Michael Alpert publica un análisis del uso de la aviación en la Guerra Civil con muchas referencias a Teruel
Portada del nuevo lanzamiento sobre la guerra civil español

Michael Alpert publica un análisis del uso de la aviación en la Guerra Civil con muchas referencias a Teruel

Es catedrático emérito de Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Westminster
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El historiador británico Michael Alpert acaba de publicar  La Guerra Civil en el aire (La Esfera de los Libros), donde describe y analiza la intervención de la aviación alemana, italiana y soviética en la Guerra Civil española. 

Alpert, catedrático emérito de Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Westminster y autor de títulos como Aguas peligrosas: nueva historia internacional de la Guerra Civil española y El Ejército republicano en la Guerra Civil española, aporta nuevos puntos de vista sobre la guerra aérea en España, los precedentes que sentó para la Segunda Guerra Mundial, y las posibles lecciones aprendidas. En especial, el autor se detiene en el frente de Aragón, Belchite, Teruel, así como en La Batalla del Ebro.

La obra parte de la premisa de que la Guerra Civil se libró por tierra y por mar, pero también fue una época de gran interés por la guerra aérea y por el rápido desarrollo de los aviones de guerra. A finales de los años treinta, los biplanos armados con una sola ametralladora, hechos de madera y lona, no muy distintos de los aviones de la Primera Guerra Mundial, dieron el paso al Spitfire y al Hurricane británicos, fabricados íntegramente en metal y fuertemente armados, y al Messerschmitt Bf-109 alemán, que iban a librar la batalla de Inglaterra en 1940. La Guerra Civil empezó con los biplanos de finales de los años veinte que equipaban a la Aviación de Guerra española, y concluyó dos años y ocho meses después con aparatos de último modelo, suministrados y pilotados por aviadores alemanes e italianos al servicio de los sublevados de Franco, así como con aparatos soviéticos y pilotos rusos que habían sido enviados España para salvar a la República de una derrota inminente. Alemania, Italia y la Unión Soviética enviaron a los dos bandos beligerantes aviones de guerra

Heinkel, Junkers, Dornier, Messerschmitt, Savoia-Marchetti, Fiat, Polikárpov y Túpolev. Se trataba de los bombarderos y cazas más avanzados de su época, cuyas siluetas iban a hacerse familiares durante la Segunda Guerra Mundial.

En España se sometieron a prueba en lo que a menudo se ha calificado de ensayo general de una gran guerra europea. Las Fuerzas Aéreas alemana, italiana y soviética, estudiaron las experiencias de los pilotos y las prestaciones de los distintos aparatos, al tiempo que procuraban aprender lecciones de la guerra en España para poder aplicarlas en un futuro conflicto.

Este libro desvela todos los interrogantes vitales que se planteó la industria bélica en España y pone en contexto la experiencia de combate de los aviadores y sus tripulaciones, sus motivaciones y miedos, los avances técnicos y los problemas derivados y la relevancia de una guerra aérea total que no solo se libró en el frente de batalla, sino que tuvo una amplia implementación en las retaguardias de los ejércitos y en los núcleos de población civil