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Mercedes Monmany y Manuel Rico presentarán en Teruel el 8 de abril  La nieve sobre el agua, el diario de Raúl Carlos Maícas Mercedes Monmany y Manuel Rico presentarán en Teruel el 8 de abril  La nieve sobre el agua, el diario de Raúl Carlos Maícas
Portada de La nieve sobre el agua

Mercedes Monmany y Manuel Rico presentarán en Teruel el 8 de abril La nieve sobre el agua, el diario de Raúl Carlos Maícas

La obra propone una mirada crítica sobre la realidad
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Los escritores y críticos literarios Mercedes Monmany y Manuel Rico serán los encargados de dar a conocer en Teruel el nuevo libro de Raúl Carlos Maícas. Editado por Fórcola bajo el título La nieve sobre el agua, se trata de un volumen de diarios que el escritor y periodista turolense fue elaborando durante los años 2002 a 2005, aunque por su contenido los textos podrían ser de ayer mismo.  

La presentación en Teruel, que ha contado con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses, tendrá lugar el próximo día 8 de abril, a las 19,30 horas y en el salón de actos de la Cámara de Comercio. Está previsto que también participen el autor y el director de Fórcola Ediciones, Javier Jiménez. 

La nieve sobre el agua es la tercera entrega de una serie de diarios que comenzaron a editarse en 1998 y que, fragmentariamente, han venido publicándose en las páginas de la revista cultural Turia, que el autor fundó y continúa dirigiendo. 

En La nieve sobre el agua el lector encontrará un conjunto de prosas de vocación volteriana, en las que se despliega una mirada terapéutica y crítica, sin puertas falsas, sobre la realidad. Son también un conjunto de pequeñas radiografías sobre la vida cotidiana y sus protagonistas, así como un catálogo de especulaciones inciertas y disidentes sobre la casualidad y el destino. Todo ello sin renunciar a los pequeños gozos de la existencia.

El título del libro rinde homenaje al escritor francés Jules Renard, uno de los más célebres diaristas de todos los tiempos. No por casualidad, en la cita de Renard que abre el volumen se nos dirá: “La nieve sobre el agua, el silencio sobre el silencio”. 

La portada de La nieve sobre el agua reproduce una obra del pintor Damián Flores, fechada en 2015 y titulada El rompeolas.

No dejar a ningún lector insuficiente

Estos diarios de La nieve sobre el agua son, a veces, una suerte de manual de autoayuda y también una exploración de lo que ocurre a nuestro alrededor. No falta el inventario de lecturas, exposiciones, anécdotas y truhanerías, sermones y agravios,  así  como de glosas de personajes célebres o anónimos. Y  así  se  van  desplegando ante  la  curiosidad  del  lector  una  larga  secuencia  de  fragmentos  que  brindan un análisis, subjetivo y cómplice, de cuanto sucede a nuestro alrededor. De ahí que los temas tratados resulten muy diversos, tan eternos como actuales, aunque siempre tamizados por el ejercicio de la literatura. Así, por ejemplo, se nos narra algún episodio surrealista como el que cuenta una conversación turolense sobre Borges bajo la nieve.

Se habla también de la vida cultural y política española, de los lugares donde vivimos la infancia, del desencanto, de las tertulias radiofónicas, del compromiso cívico, de la arquitectura epidérmica, del terrorismo, de las parejas y de un amplio y plural catálogo de asuntos y protagonistas. 

Por otra parte, más allá de unos pocos personajes que aparecen con iniciales o bajo una enigmática X., la lista de nombres propios es muy amplia: desde Roy Lichtenstein a Manuel Pertegaz, de Salvador de Madariaga a Juan Manuel Bonet, de Fernando Savater a Federico Jiménez Losantos, de Audrey Hepburn a José Antonio Labordeta. 

Se escribe, además, sobre Teruel Existe o sobre el fingimiento. Sobre la melancolía y los eslóganes. O sobre la pintura de André Derain y Carlos Pazos. El abanico  temático resulta, por tanto, amplísimo y permite acceder al libro por cualquiera de sus páginas y dejarse seducir o contrariar por sus propuestas y análisis, por sus historias y divagaciones. Sin duda, el propósito de estos diarios es no dejar a ningún lector indiferente. 

Aunque todavía minoritarios en el panorama editorial español, los diarios atraen cada vez a más lectores, que encuentran en ellos la experiencia de sus semejantes, es decir un reflejo de la suya propia. Además, para algunos de sus cultivadores constituyen una innovadora y magnífica fórmula narrativa, una suerte de periodismo cultural sin ataduras, una bocanada de aire fresco frente a los síntomas de agotamiento y la reiteración que brindan otros géneros, como la novela. 

Raúl Carlos Maícas (Teruel, 1962), es escritor y periodista. Fundó y dirige, desde hace más de tres décadas, la revista cultural Turia, denominada por la crítica como la Revista de Occidente aragonesa. En 2002 fue galardonada con el Premio Nacional al Fomento de la Lectura, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España. Cursó estudios de Filología y hasta fechas recientes se ha dedicado a la comunicación institucional. También ha colaborado en la revista Letras Libres o en publicaciones aragonesas como Heraldo de Aragón,  DIARIO DE TERUEL, Andalán y El Día. Lleva escritos varios volúmenes de diarios, de los que hasta ahora ha publicado Días sin huella (1998) y La marea del tiempo (2007)

Mercedes Monmany es escritora y crítica literaria. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido asesora y editora literaria.   Organizadora   de  numerosos  ciclos  y  encuentros,   ha  comisariado  varias exposiciones antológicas de escritores como Isaac Bashevis Singer, Julio Verne y Giuseppe Tomasi  di  Lampedusa,  y  traducido  a  autores como Leonardo Sciascia, Attilio Bertolucci, Francis Ponge y Philippe Jaccottet. Desde 1999 colabora en la revista Turia. También desde ese año viene desarrollando su labor crítica en el suplemento cultural del periódico ABC y anteriormente lo hizo en La Vanguardia y  El País. Su obra más aclamada ha sido el ensayo  Por las fronteras de Europa. Un viaje por la narrativa de los siglos XX y XXI. Su último libro es Ya sabes que volveré, en donde narra el afán por vivir y crear de tres escritoras asesinadas en Auschwitz.

Manuel Rico es escritor y crítico literario. En la actualidad, preside la Asociación Colegial de Escritores. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, su trayectoria profesional se ha desarrollado en el ámbito de la actividad institucional en la Comunidad de Madrid, en Radio Televisión Española (RTVE) y en el Instituto Cervantes. Autor de una veintena de libros de poesía, novela, ensayo y ediciones críticas, ha colaborado en varios diarios y desde 1997 ejerce la crítica literaria en el suplemento Babelia, de El País. Colabora asiduamente en revistas especializadas como Turia. Ha ganado, entre otros, los Premios Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez y Andalucía de Novela.

Fragmentos del diario La nieve sobre el agua

NEGARSE A IR MARCANDO EL PASO. “Escribir –declaró Milan Kundera hace ya más de una década- es el placer de contradecir, la dicha de encontrarse solo frente a todos, la alegría de provocar a los enemigos e incluso de irritar a algunos amigos”. De ahí que la literatura diarística, ese útil marcapasos de voluntades frágiles, amplíe nuestra capacidad de emanciparnos de este mundo enfermo y aburrido, de esta realidad resquebrajada. Nos permite la aventura permanente de desafiar a todos con nuestras provocaciones intelectuales, morales, geográficas y estéticas. Con esta humilde odisea de ir contando, negro sobre blanco, las peripecias y los desafíos que nos producen nuestras pesquisas interiores, nuestro inventario de sentimientos, sueños, certezas y desvaríos.

ESPAÑA, SAVATER Y LOS ÁNGELES CUSTODIOS. “[…] España es un país cantonal y conflictivo, ciclotímico, maleducado muy a menudo por la Historia, por el analfabetismo y la torpe ambición de sus gobernantes y, con demasiada frecuencia, por la desmemoria colectiva. Un espacio geográfico moldeado por no pocos traumas fruto de la convivencia secular entre culturas demasiado propensas a la ley del péndulo y/o del talión. Y así, entre cíclicos mestizajes y ajustes de cuentas, entre períodos de bonanza y desvaríos, hemos ido construyendo este territorio a menudo plural y creativo, siempre fértil y emergente en ideas e individualidad pero, al tiempo, ávido de utopías colectivas inmaduras, de longevas dictaduras y de integrismo de aldea. Un país aventurero, abierto y universalista pero también rico en fronteras interiores, pródigo en tópicos particularismos y en falsos agravios atávicos que sólo alimentan a los caciques de turno y a los partidarios del retorno a una nueva/vieja Edad Media. La irracionalidad, me  temo,  aún  goza  de  buena  salud  en  el  subsuelo  de nuestra vida democrática y cotidiana, felizmente globalizada y cosmopolita. De ahí que sus vapores contaminantes todavía lleguen a la superficie con insólita, recurrente y cruel frecuencia. Sin demasiados obstáculos ni reparos. Incluso con oropeles, coartadas y aureolas. […]

PONIENDO ORDEN. Este es un lugar de contrastes y uno, la verdad, ni ama la tibieza ni se permite ya seguir jugando al escondite ante ciertos panoramas. Además, y continuando la heroica teoría para tiempos turbulentos que compuso ese cosmopolita y desarraigado francés de Grenoble llamado Stendhal, “el hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros”.  […]