Medio siglo de un centro que nació para revolucionar el sector ganadero de Teruel
El Chantre de la Diputación de Teruel se inauguró en 1968 como centro pionero de I+D+IViene del francés y hace referencia a un cargo eclesiástico, el que dirigía el coro de la catedral. Pero en Teruel cuando hablamos de El Chantre hablamos de innovación e investigación en ganadería, desde mucho antes de que eso del I+D+I se pusiera de moda y apareciera en todos los manuales de desarrollo. Hace ahora 50 años que la Diputación de Teruel impulsó de manera pionera en la provincia este centro. Medio siglo ha pasado desde que se inauguraron oficialmente las instalaciones de la Masía El Chantre en Concud (Teruel), propiedad de la Diputación desde donde, entonces y ahora, se trabaja para apoyar al importante sector ganadero en la provincia de Teruel.
La noticia de la inauguración fue portada de este periódico el 3 de marzo de 19868, donde podíamos leer: Ayer fue bendecido e inaugurado el Centro de Inseminación Artificial de la Diputación, en la granja de El Chantre, con el detalle de las autoridades que asistieron al acto. Destacaba aquella portada que con este centro se conseguirá mejorar la cabaña provincial en colaboración con todos los ganaderos turolenses.
Lo de la bendición no era en sentido figurado. El reverendo don José Navarro, capellán del Hogar Comandante Aguado, decía el texto, fue el encargado de repartir el agua bendita en las nuevas instalaciones, ante la presencia de una larga lista de autoridades entre las que se encontraban el alcalde de Teruel, Cosme Gómez y el gobernador civil, Ibáñez Trujillo, que presidía el acto, y el presidente de la Diputación, César Gimeno Temprado.
Gimeno destacaba en su intervención, según leíamos en la crónica de entonces, que el centro se ponía a disposición de todos los ganaderos, a los cuales brindó la posibilidad de hacer uso de sus servicios. Resaltaba el peso de la ganadería en la provincia por lo que pedía la colaboración de todos para mejorar y aumentar este sector.
De los detalles del centro, decía la crónica que contaba con despacho del director, laboratorio, sala de inseminación y sala de ordeño mecánico; dos establos con secciones de vacuno y porcino, el primero de los cuales con capacidad para 30 vacas. Comenzó el centro con 23 vacas de la raza “Frisona” holandesa, 18 de las cuales han sido importadas de Holanda recientemente, decía el texto.
En cuanto al porcino, la masía comenzó con 45 cerdos, a la espera entonces de la llegada de 12 hembras procedentes de una granja diplomada, de las razas Landrace y Large White.
De ganado lanar, disponían de 24 ovejas de la rasa aragonesa, 90 crías y 10 sementales de la misma raza, más dos “Lanchaff” importados de Alemania.
La finalidad del centro
Nació con la vocación de "mejorar la genealogía del ganado bovino de aptitud lechera, de la comarca de Teruel inicialmente, que posteriormente se extenderá al resto de la provincia mediante la ampliación del método de inseminación artificial con sementales de alta genealogía".
Respecto a la granja, decía el texto que ponían en marcha un "plan piloto para mejorar la producción lechera" de las vacas, con el objetivo además de distribuir las crías a los ganaderos de la provincia para realizar "una función más activida del centro vacuno provincial".
En cuanto al porcino, planteaban la "difusión mediante cesión a los ganaderos de la provincia de hembras y machos debidamente calificados" Y en lo que se refiere a las ovejas, el centro pretendía con la selección de ganado de “rasa aragonesa”, "crear lineas de alta producción cárnica, y cesión a los ganaderos de sementales de características adecuadas en cuanto al ganado autóctono".
Centro piloto
Encontramos más detalles de aquellos inicios en la revista que editaba entonces la Diputación sobre sus actividades, en la que el director del centro entonces, el veterinario Ángel Pumareta, explicaba de manera más pormenorizada el trabajo que allí se iba a desarrollar. De aquella explicación se desprendía que el centro nacía con una ambiciosa vocación de mejorar la ganadería en la provincia de Teruel, tanto las razas como los manejos.
De la masía destacaba que se planteaban centros piloto de ganado vacuno lechero, porcino, lanar, avícola y un centro primario de inseminación artificial.
En cuanto al vacuno "el ganado obtenido en el centro será el propulsor de la mejora del ganadorproductor de leche de esta provincia, conjuntamente con el Centro Primario de Inseminación Artificial".
Lo mismo pasaba con el cerdo: "Al contar con ganado debidamente controlado por sus Cartas Genealógicas, tenemos la pureza de sus razas", o con el ganado ovino, y contemplaban en todos los casos la cesión de machos o hembras para promover esa mejora genética de las ganaderías turolenses.