Más de 13.600 personas visitan la exposición del Museo Provincial sobre la Batalla de Teruel

La exposición puesta en marcha por el Museo de Teruel para recordar uno de los acontecimientos históricos más importantes y relevantes del pasado reciente no solo de la ciudad sino también de toda la provincia ha cerrado definitivamente sus puertas y lo ha hecho con unos notables datos de visitantes.

La propuesta expositiva bajo el título Ciudad devastada. 80 aniversario de la Batalla de Teruel, que fue comisariada por Alfonso Casas, ha registrado un total de 13.625 visitantes, lo que supone para el diputado delegado del Museo de Teruel, Juan Carlos Gracia Suso, unos datos “espectaculares” que ejemplifican que “la sociedad de nuestra provincia y también los numerosos visitantes que acuden al centro expositivo perteneciente a la Diputación provincial de Teruel están muy interesados por conocer la trayectoria pasada de nuestro territorio”.

“Es objetivo del Museo de Teruel el atraer hasta nuestro centro propuestas temporales de enorme calidad que se vean complementadas con iniciativas que tienen el objetivo de abordar sucesos históricos de enorme relevancia para nuestra provincia”, ha explicado Gracia Suso para referirse a la exposición recién concluida “que ejemplifica a la perfección ese objetivo que persigue el centro expositivo”.

La muestra Ciudad devastada. 80 aniversario de la Batalla de Teruel supuso una gran ocasión para adentrarse en uno de los hechos de mayor importancia para la historia de la capital. Así lo entendieron también los 13.625 visitantes que han acudido a contemplarla y que provocó que ampliara su estancia en el Museo de Teruel debido a la gran afluencia de visitantes y también a las opiniones que estaba suscitando esta exposición temporal.

La exposición Ciudad devastada. 80 aniversario de la batalla de Teruel, propuso un recorrido cronológico y por los espacios donde se desarrolla este episodio, fundamental en el desenlace de la Guerra Civil Española (1936-1939). 

Comenzaba con imágenes de la ciudad en los años treinta del siglo XX, reflejando el aspecto de parte de sus calles, plazas y edificios en los años inmediatamente anteriores a la contienda. 

A través de documentos, ejemplares de prensa y fotografías de los mejores reporteros gráficos del momento, se pudo seguir el desarrollo de los acontecimientos desde la sublevación militar hasta la ocupación definitiva de la ciudad por el ejército de Franco, el 22 de febrero de 1938. 

La exposición incorporaba ejemplares originales de la prensa de la época, documentos y cartas personales, y una selección de materiales relacionados con la batalla, desde armamento a productos sanitarios, alimenticios, de uso cotidiano y aquellos que permiten la identificación personal y política de los protagonistas de la batalla. 

En la selección de fotografías se insistió especialmente en las obras de tres importantes fotógrafos que aportaron una visión muy personal y, quizás, menos conocida que la de otros reiteradamente reproducidos. Se trataba de Luis Vidal Corella que reflejaba el conflicto desde el ejército gubernamental, José Demaría Vázquez "Campúa" que acompañó a las tropas franquistas durante la ofensiva, y Ricardo Atrián Zapater, turolense que documentaba desde la propia ciudad los avatares que van contribuyendo a su devastación.