María Viedma presenta este jueves en el Casino de Teruel ‘Taxil’, una novela sobre la primera ‘fake news’ de la historia
A partir de las 20 horasEl Casino de Teruel acogerá este jueves, a partir de las 20 horas, la presentación de la tercera novela de María Viedma, Taxil. Nunca digas la verdad, historia ambientada en París a finales del siglo XIX que recrea el fraude Taxil, una farsa ideada por el escritor Leo Taxil que mantuvo trece años engañada a la Iglesia Católica y a buena parte de la sociedad de la época, y que contribuyó a la demonización de la masonería. El capítulo histórico recreado por la malagueña es uno de los primeros grandes precedentes de lo que en la actualidad suele denominarse fake new (noticia falsa), y demuestra la inclinación que tenemos las personas a creernos informaciones que, al margen de que sean ciertas o falsas, sostengan y apoyen nuestras propias opiniones.
Sobre este tema, las fake news y la manipulación de la historia, versará el debate que tendrá lugar a continuación de la presentación, que contará con la presencia de maría Viedma y estará moderado por el periodista y escritor Javier Millán.
Un fraude memorable
El fraude Taxil consistió en una farsa montada por el marsellés Leo Taxil (1854-1907) para vengarse de la masonería, de la que fue expulsado por plagiar textos tras una breve militancia que no llegó al año en 1881, y burlarse de paso de la Iglesia Católica.
Taxil, que en realidad se llamaba Marie Joseph Jogand-Pagés (Taxil era solo uno de los seudónimos que utilizó para publicar sus obras pretendidamente científicas y producto únicamente de su imaginación) aprovechó una encíclica publicada por el Papa León XIII en la que acusaba a la masonería de colaborar con el Reino de Satanás para diseñar su engaño. Fingió convertirse al catolicismo e inventó una orden masónica abiertamente demoníaca, llamada Palladium, cuyo presunto objetivo era dominar el mundo.
Taxil escribió varios libros exponiendo los métodos y objetivos de esta orden masónica inventada, aparentando querer denunciar su actividad. Tanta aceptación obtuvo entre los católicos que no solo se creyeron su historia sino que el propio León XIII se declaró admirador suyo y financió más libros del autor.
Leo Taxil decidió acabar con la broma el 19 de abril de 1897 en una conferencia de prensa organizada en la Sociedad de Geografía de París. Allí confesó que sus revelaciones y escritos eran completamente falsos, y que la logia Palladium era una invención de su puño y letra, agradeciendo de forma irónica al clero su gran contribución a que la farsa se extendiera entre muchos sectores de la población, especialmente la burguesía acomodada, y en su propia financiación. La confesión obligó a la policía a escoltar al propio Taxil, y fue reproducida por el semanario parisino Le Frondeur el 25 de abril de 1897 provocando un gran escándalo.