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Manuel Escriche recibirá la Medalla de Oro de la Ciudad con ganas de seguir trabajando Manuel Escriche recibirá la Medalla de Oro de la Ciudad con ganas de seguir trabajando
El escultor Manuel Escriche muestra una de las obras que guarda en su taller, una estampa coral de tareas del campo tallada en madera

Manuel Escriche recibirá la Medalla de Oro de la Ciudad con ganas de seguir trabajando

Con 86 años, el escultor asegura que en su taller “se lo pasa en grande” pintando y moldeando
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El taller de Manuel Escriche Monfort es un compendio de las disciplinas artísticas a las que se ha dedicado durante toda su trayectoria profesional: el dibujo, la pintura y la escultura. Allí, en la bodega de su casa en el barrio de la Fuenfresca, tiene sus herramientas e instrumentos para trabajar y ha pasado horas y horas. “Aquí me lo paso en grande, se me olvida todo”, asegura este turolense de 86 años que este 2025 va a recibir la Medalla de Oro de la Ciudad de Teruel.

Autor de esculturas civiles y religiosas, profesor de dibujo en el IES Ibáñez Martín (hoy Vega del Turia), pintor y dibujante, Escriche Monfort es un artista multidisciplinar que ha realizado importantes encargos para la ciudad como las 13 esculturas que realizó para el retablo de la Catedral de Teruel y que antes había estudiado bien porque hizo la tesis doctoral sobre esta obra de Gabriel Yoli. En su taller todavía conserva los moldes de aquellas esculturas que luego talló en madera y en un álbum las fotografías de cada una de ellas.

Aunque nació en Catarroja en plena guerra civil al poco tiempo volvió a Formiche Alto con su familia. De niño tuvo un accidente que le dejó sin varias falanges de la mano derecha. Esto no le impidió desarrollar sus dotes artísticas empleando las dos manos: “Dibujo con la derecha y modelo con la izquierda”, cuenta. Con 14 años se desplazó a Valencia y comenzó a trabajar en un taller de mármol donde descubrieron que valía para estudiar. Allí le animaron a iniciar su formación académica que compaginó con el trabajo.

En las paredes de su taller cuelgan los títulos que obtuvo con muy buenos expedientes que le permitieron seguir estudiando con becas. En 1979 obtuvo la cátedra de Profesor de Dibujo para institutos nacionales de Bachillerato y es lo que -después de pasar por diferentes destinos- le trajo a Teruel en la década de los 80.

En el instituto era jefe de departamento y por las tardes se dedicaba a trabajar en su estudio.

El proceso comienza con los bocetos en papel que luego traslada a los distintos materiales con los que trabaja.

En pintura realiza óleos en papel. En el taller conserva un gran cuadro de su pueblo con vivos colores, como los que utiliza también en sus obras de naturaleza. “Me dicen que es raro que sea tan colorista en los cuadros que pinto a mi edad”, dice pero así interpreta él las fotografías que toma en sus paseos por la naturaleza con trazos realizados con espátula pero que recuerdan las pinceladas de una acuarela. En su casa conserva una gran cantidad de pinturas pero a lo largo de los años ha realizado diferentes exposiciones y vendido obra en lugares como Almería.
 

Manuel Escriche con algunas de sus coloridas pinturas de paisaje y flores en su casa de Teruel

De la pintura a la madera. Manuel ha trabajado el pino como hizo para las esculturas de la catedral pero también la caoba “que me traen de Guinea”, cuenta, y de este material son las dos esculturas que le encargaron para la iglesia de Santa Emerenciana, un Cristo Resucitado y la talla de la virgen, patrona de la ciudad.

En su taller no solo esculpe piezas exentas sino también composiciones en relieve que realiza a partir de bloques de madera, como la que le recibe en su casa como marco de un espejo o la que conserva en el taller.

Su trabajo en madera le ha llevado a trabajar no solo en la catedral de Teruel sino también en la restauración del órgano de la basílica del Pilar de Zaragoza, en 2007. Escriche recuerda que le llamaron de Klais, la empresa alemana que se ocupaba de este trabajo, les mostró lo que podían hacer, “quedaron encantados y me encargaron las piezas”.

De la madera al bronce. De este material son las dos esculturas que Escriche tiene en su ciudad y que, tras modelar en su taller, envió a la prestigiosa Fundición Capa Esculturas, de Arganda del Rey, en Madrid, para darle su acabado en bronce.

La más reciente es la dedicada a los Amantes de Teruel, situada enfrente del acceso al Mausoleo, y que es fotografiada por cientos de turistas a lo largo del año. Se inauguró en 2015 y para ella posaron en su taller como modelos su propia hija, Pilar Escriche, y Diego Collados, actor que había protagonizado a Diego de Marcilla en 2003.
 

Escultura dedicada a los Amantes, junto al Mausoleo. Bykofoto/Antonio García

Unos años antes, en 2004 hizo una escultura por encargo de la Hermandad de Donantes de Sangre, situada entre el parque de la Solidaridad y la plaza de la Constitución. Se trata de una figura femenina, como muchas de las esculturas de pequeño tamaño que Manuel Escriche ha realizado a lo largo de su vida, alguna de ellas las conserva en su taller.

No solo en Teruel. También en su pueblo, Formiche Alto, tiene el escultor una obra dedicada a la figura del carbonero. Poco después de colocar la escultura fue robada, un hecho que Escriche no llega a entender, pero que le llevó a hacer una nueva escultura, parecida a la primera, que es la que ahora se puede ver en el pueblo, además de una pintura que hay en el ayuntamiento.

Todavía sigue acudiendo a su pueblo, que es también al de su mujer, aunque la mayoría del tiempo lo pasa en Teruel, una ciudad que este año le rinde homenaje. “Estoy muy contento porque se haya reconocido mi obra, es un honor para mí”, afirma. Y una ilusión mientras llega el momento, previsiblemente en el mes de julio coincidiendo con las Fiestas del Ángel, por ir preparando una exposición donde se pueda contemplar su arte en toda su extensión. Del dibujo a la escultura pasando por la pintura. Todo un lujo.

Emma Buj y Luis Fernández Uriel destacan los méritos de un artista humilde que ha hecho una gran labor

El pasado lunes 13 de enero la Junta de Portavoces del Ayuntamiento decidió iniciar el expediente para entregar la Medalla de Oro de la Ciudad a Manuel Escriche Monfort. Al terminar, la alcaldesa, Emma Buj, informó a la prensa de esta decisión y aseguró que reúne “méritos más que suficientes para ser reconocido en su ciudad”, donde ha dejado una parte muy importante de su legado. Subrayó la unanimidad en la Junta de Portavoces que apoyó este reconocimiento por toda su trayectoria, y “por toda una vida dedicada al arte en nuestra ciudad”.

Buj avanzó que el día que se le entregue la medalla, el panegírico lo hará Luis Fernández Uriel, exalcalde de la ciudad de Teruel y buen conocedor de la obra de Manuel Escriche.

Luis Fernández Uriel destacó a este periódico que los turolenses “tenemos que estar agradecidos por su importantísima labor”.

Sobre la figura de Escriche, resaltó que es una persona “muy humilde y honesta”, que se merece este reconocimiento que ahora tendrá que ser abalada por diferentes personalidades, como se hace cuando se inicia un expediente para la concesión de una Medalla de Oro de la Ciudad. Este reconocimiento se suele entregar el día de la celebración de Santa Emerenciana, el primer domingo de las Fiestas del Ángel.

Fernández Uriel, que ha compartido sesiones de dibujo con Manuel Escriche en el centro social del Arrabal, apuntó que para él es un honor haber participado en ellas. En alguna ocasión además ha estado con ellos otro pintor que es también Medalla de Oro de la ciudad, Agustín Alegre, fallecido el pasado año. Para Uriel es un honor haber podido compartir tiempo y afición con estos dos artistas.