Los zaragozanos de Marzomayea Teatro llenan de 'Jaleo' las calles y plazas de Bronchales
Nueve compañías atraen a un nutrido público familiar a la octava edición del festival de títeres y clownLos zaragozanos de Marzomayea fueron los encargados este sábado por la tarde de jalear al público familiar que se acercó a Bronchales para disfrutar de la octava edición del festival de títeres y clown organizado por el Ayuntamiento y producido por la Asociación Cultural Socioeducativa La Balsa. Nueve compañías, tres de ellas aragonesas, ofrecen desde el viernes y hasta este domingo un total de 11 espectáculos distribuidos por varios espacios de la localidad, que concitarán a más de un millar de personas.
El festival comenzó el viernes con las cometas luminosas de la compañía burgalesa Cal y Canto Teatro sobrevolando el parque de San Roque, un espacio ganado para la actuación este año. A-ta-ka, una vanguardista puesta en escena inspirada en los sueños derretidos de Buñuel, fue un espectáculo que sorprendió por su originalidad al público, que contempló boquiabierto un torrente de seres fantásticos pululando sobre sus cabezas.
El sábado al mediodía en la plaza de la Sopeta, de nuevo dos surrealistas y alocados mozos de circo, que sueñan en convertirse algún día en verdaderos artistas, se toparon con el desahucio del circo italiano para el que trabajan. La compañía de teatro y circo castellonense La Troupe Malabo Gracias echó mano del público para seguir adelante con su sueño, “porque los sueños nunca deben abandonarse”.
La primera actividad de la tarde, las Titiritadas de Salva Puche de Tracalet tuvieron que ser aplazadas a causa de las precipitaciones, que llegaron para refrescar el ambiente.
El siguiente espectáculo, el Concierto enredo menor, de los marionetistas zaragozanos de Cacaramusa Teatro Fernando Moya y Marisa González, estaba programado en el pabellón, por lo que pudo celebrarse con normalidad.
Acompañamiento
A la salida, el Jaleo de Marzomayea Teatro acompañó a los asistentes hasta la plaza de la Sopeta, donde crearon una atmósfera muy divertida para todos los públicos.
El relevo lo tomaron los tres jóvenes artistas madrileños de Trocos Lucos con Tartana, una creación original y un espectáculo de carácter desenfadado y un alto nivel técnico en las principales técnicas circenses, como la báscula coreana y los equilibrios sobre manos. La función aunó clown, circo y acrobacia a bordo, y también por encima y por debajo, de su peculiar camioneta.
Entre tanto, los turolenses del Proyecto Caravana, la compañía del valle de Olba, ofrecían un taller de creación y construcción de títeres en la calle Mayor.
La jornada del sábado terminó en el pabellón, donde Chicharrón, el último eslabón de una dinastía flamenca sevillana, aparcó el carromato donde guarda la peña flamenca familiar, en la que fusionará los ritmos y compases del flamenco con los malabares. Esta es su forma de rendir homenaje al folclore del sur, la mujer y la libertad artística.
El festival continuará este domingo con Dos dudosos bandoleros de Tracalet y Proyecto Caravana, que tendrá lugar en la calle del Medio a partir de las 11:30 horas, y se cerrará con el espectáculo de la compañía Orain Bi de la compañía vasca Mute a las 12:45 en el frontón.
Ambiente participativo
El programador del festival, Pascual Herrera, se congratuló de la magnífica aceptación que año tras año consiguen los espectáculos propuestos y que consiguen reunir en Bronchales a unas 1.500 personas, entre los que se encuentran los propios vecinos y veraneantes de la localidad, pero también viajeros llegados expresamente de otros pueblos de la comarca, Teruel, Zaragoza, Valencia y Guadalajara.
De hecho, este sábado por la tarde podían verse por las calles de Bronchales a numerosas familias procedentes de la capital, entre ellos los componentes de Tobogán y Colibrí, que disfrutaron con el Jaleo de Marzomayea.
Herrera destacó la presencia en esta edición de nueve compañías, tres de ellas aragonesas, y la programación de once espectáculos para todos los públicos, aunque algunos con un marcado carácter infantil. Artistas de circo, títeres y clown de renombre hacen durante tres días las delicias de un público siempre entregado en esta importante cita para la Sierra de Albarracín.
“El festival Carabolas siempre es especial porque se crea un ambiente muy participativo y el público es muy respetuoso. Si a todo eso le unimos un entorno natural maravilloso, solo queda disfrutar, como ocurrió este viernes en la apertura del festival, donde se pudo disfrutar del nuevo espacio escénico, el parque de San Roque, y de una propuesta nunca vista en la zona”, argumentó Herrera.
Carabolas se ha convertido en una cita imprescindible para un público familiar, que garantiza tres días de intensas actuaciones gratuitas con muchas risas y sorpresas, para pequeños y mayores. El hecho de que esta iniciativa haya llegado este fin de semana a su octava edición es una muestra de su consolidación en el calendario festivo del verano turolense. “La gente pregunta siempre por las fechas en las que se va a celebrar, como ocurre con las fiestas patronales de cualquier pueblo de la provincia”, dijo.
Para la organización de este festival, el Ayuntamiento de Teruel cuenta con la producción de la asociación La Balsa y la colaboración del Gobierno de Aragón, la Diputación de Teruel y la Comarca de la Sierra de Albarracín.