Los villancicos conservados en la Catedral de Albarracín, recuperados en un libro

Los villancicos protagonizan el último libro editado por el Instituto de Estudios Turolenses (IET). De la mano del músico y compositor, Jesús María Muneta, El villancico en la Catedral de Albarracín pretende abordar y difundir el amplio y extenso repertorio de este tipo de obras musicales del siglo XVIII y parte del siglo XIX, recuperadas del templo de este afamado municipio turolense.

Enmarcado dentro de la serie de Estudios Musicales, esta obra se suma a la larga trayectoria del autor, con una veintena de libros y numerosos artículos. Destaca especialmente el publicado en 1987, en el que Muneta ya recuperó 1.268 piezas musicales, con más de 300 villancicos. Además, en esta ocasión, el músico y compositor, también ha sido el encargado de realizar la transcripción musical de todos los villancicos analizados. 

Precisamente este esfuerzo y trabajo, fue destacado este martes en la presentación de la obra por el director del IET, Juan Félix Royo y la delegada de la misma institución, Emma Buj. 

“Quiero agradecer al autor todas las horas dedicadas, todo el esfuerzo para recuperar estos villancicos y el trabajo ingente del que todavía queda mucho por hacer”, dijo Buj. 

Por su parte, Royo enumeró los trabajos más destacados de Muneta, director de la Polifónica Turolense e hijo adoptivo de Teruel y predilecto de su municipio natal, Larraga.

En el libro se hace relación a los sucesivos maestros de capilla que atendieron la Catedral de Albarracín desde mediados del siglo XVIII hasta finales del XIX. Entre ellos el autor ha elegido a Francisco Sánchez Ximeno, Vicente Martínez, Vicente Palacios y Joseph Felipe Teixidor y Latorre, para estudiar y transcribir algunas de sus obras.

Son diez en total los villancicos analizados que se publican con su transcripción moderna: Dispertad, zagales; Pastorcillos, decidno; Ángeles santos; Alegres mortales, cantad; Déjenlos, vengan; Angélicos coros; Cruel Babilonia; Quem vidístis, pastores, Verbum caro y Nesciens Mater Virgo. Estos siete últimos fueron compuestos por Joseph Felipe Teixidor y Latorre, que representa el mayor exponente del villancico en la Catedral de Albarracín, ya que su número de composiciones alcanza las 74 para la Navidad, además de adquirir muchas otras de maestros de otras catedrales.

“Trabajo pionero”

Según declaró el músico Jesús María Muneta, el estudio es un “trabajo pionero”. 

Esto es debido a que “aborda por primera vez el análisis del villancico español en una de nuestras iglesias como es la Catedral de Albarracín”. 

Al mismo tiempo, también reivindicó “la calidad de los músicos y la música española de la época”, ya que “al no editarse nunca sus composiciones, los músicos no se dieron a conocer en el resto de Europa a pesar de que muchos de ellos estaban a la altura de los mejores compositores del continente”.