Los recuerdos de la niñez en Montalbán se convierten en las telas de una línea textil
La diseñadora Guiomar Pellejer se ha inspirado en su abuela para crear la colecciónLa memoria olfativa y gustativa de Guiomar Pellejer tiene sus mejores recuerdos en Montalbán, donde su abuela, Carmen Calamar guisaba para ella borraja, judía o cardo con patatas y todo ello con platos y cuencos de cerámica de Teruel como telón de fondo. Todos esos recuerdos se han convertido ahora en diseños textiles que utilizará una firma madrileña para tejer los vestidos y complementos de su colección primavera-verano de 2021.
Guiomar Pellejer es diseñadora gráfica y completó su formación con un Master en Diseño Textil, que es el que le ha llevado a colaborar con La Casita de Wendy, una firma que se ha quedado prendada con esos diseños de inspiración turolense.
La artista explica que su colección, compuesta por 10 diseños y que se denomina Atávica, es una reinterpretación de las decoraciones de la cerámica de Teruel a las que ha aplicado los colores de las flores de las plantas de la judía, el cardo o la borraja. “Una cosa es la gama de color y otra los dibujos, yo lo he mezclado todo”, asegura.
Los pájaros de la cerámica de Teruel y algunas de las grecas son fácilmente reconocibles, pero el color que utiliza la diseñadora poco tiene que ver con el verde y el manganeso que salió de los alfares turolenses. Así, aunque alguno de los verdes sí tienen matices que recuerdan a la cerámica, la mayor parte de ellos proceden de la paleta cromática de las flores que producen verduras tan aragonesas como la borraja o el cardo.
Pero si el color es la nota característica, los trazos negros que enmarcan esos vivos pigmentos tampoco son casuales y constituyen un homenaje a la propia cerámica de Teruel y al carbón que ha teñido la historia de las Cuencas Mineras,
A la hora de realizar sus diseños tomó como base un cuaderno de recuerdos en el que ha ido pegando, a lo largo de los años, las imágenes y recuerdos de su infancia en Montalbán y los guisos que su abuela le hacía. La mujer vive en Madrid, pero su padre y 3 de sus 4 abuelos son de Montalbán por lo que su relación con las Cuencas Mineras han sido constantes.
La Casita de Wendy es una marca vinculada a la ropa sostenible y a los procesos artesanos, algo muy relacionado con la mujer que inspiró la colección de Guiomar Pellejer, puesto que Carmen Calamar tejía rebecas y braguitas para su nieta y también hacía bolillos. La firma apuesta por ilustradoras jóvenes y entre sus diseños hay prendas en las que reivindica el papel de la mujer.
Precisamente uno de los bordados que realizó con 17 años la mujer, ya fallecida, ha sido reinterpretado por su nieta para crear uno de los diseños de la colección. “Es una adaptación de las flores que ella bordaba pero aplicándole el trazo de la cerámica de Teruel”, relata la artista.
El material se compone de 10 diseños aunque luego cada uno de ellos puede tener variantes o incluso bordados y estampaciones manuales. Esos dibujos de partida servirán de base para que la fábrica confeccione los metros de tela necesarios para la colección primavera verano de la casita de Wendy.
La artista tardó dos meses en la realización de los diseños, entre crear los dibujos, retocarlos, imprimirlos y completarlos con los bordados y estampaciones. Además, Guiomar Pellejer utilizará la colección para crear pañuelos que comercializará ella misma.
Pellejer ya tenía experiencia en diseños textiles ya que ideó corbatas en el pasado, aunque es la primera colección completa que realiza y asegura que esta colaboración con La Casita de Wendy puede abrirle muchas puertas para continuar con esta línea de trabajo. Esta es su primera colección pero reconoce que en el cuaderno de recuerdos hay material para hacer nuevos diseños textiles con alma montalbina en un futuro.