Síguenos
Los maestros del CRA Turia leen cuentos a sus alumnos para aliviar el confinamiento Los maestros del CRA Turia leen cuentos a sus alumnos para aliviar el confinamiento
Portada del proyecto de cuentacuentos virtual con el que el claustro de profesores del CRA Turia quiere llegar a todo el alumnado

Los maestros del CRA Turia leen cuentos a sus alumnos para aliviar el confinamiento

La iniciativa se enmarca en un proyecto de apadrinamiento lector iniciado a principio de curso
banner click 244 banner 244
Cruz Aguilar

Cuentos leídos por profesores que se completarán con los que los propios alumnos reciten a sus compañeros en una grabación. Esa es la esencia del cuentacuentos virtual que ha puesto en marcha el CRA Turia y que surge para completar el proyecto de apadrinamiento lector que se ha desarrollado durante todo el curso y que consiste en que los críos de mayor edad leen a los más pequeños. Además, los cuentos han servido para celebrar de una forma especial el Día del Libro, que tuvo lugar el pasado 23 de abril.

Cada maestro ha elegido libremente la lectura a realizar ya que el único requisito es que el vídeo no tuviera una duración mayor a los 5 minutos. Esas son también las premisas que se le han puesto al alumnado, que puede leer a sus compañeros relatos cortos, fábulas o incluso adivinanzas. Tienen toda esta semana de tiempo y, cuando acabe el plazo de presentación, todas esas colaboraciones recibidas se añadirán a la plataforma de forma que el resto de los chavales del centro educativo puedan conocerlas. 

La idea de los profesores es darle difusión al proyecto y que puedan escuchar los cuentos también otros niños ajenos al Colegio Rural Agrupado, por eso cada grabación de los alumnos del CRA Turia deberá ir acompañada de una autorización explicita de los padres. 

Aprendizaje de competencias

Para Eva Soro, que es maestra de Educación Especial en el centro y una de las promotoras del proyecto, este tipo de iniciativas posibilitan que los niños sean competentes en otras tareas además de las escritas. “En esto entran en juego muchos elementos como la expresión oral, la dramatización o la elección de la lectura”, argumenta la docente. 

La profesional de la Educación señala además que los niños durante estos días “están necesitados de actividades diferentes, más allá de las fichas”. Recalca que las circunstancias obligan a trabajar con actividades muy mecánicas y de repaso porque es imposible adelantar contenidos, pero lo peor a su juicio es que “se está perdiendo la interacción con el maestro y con otros alumnos, porque los contenidos los van a tener siempre”. Por eso destaca que con este tipo de actividades como el cuentacuentos virtual lo que se busca “es tener más cerca lo que el colegio realmente ofrece, que es la relación social”. 

La plataforma en la que se han colgado los cuentos apenas consume datos, algo muy importante porque muchas familias disponen de poca cantidad. Como explica Jorge Domingo, que fue el encargado de unir todos los vídeos y darles el formato actual, por eso se escogió ese sistema, aunque asegura que siempre habrá padres y madres con móviles menos actualizados que no hayan podido acceder.

Como la pretensión es que este proyecto llegue a todos y cada uno de los niños, Eva Soro llama por teléfono y les pone alguno de los cuentos a los alumnos que carecen de conexión. “Suelo elegir los de sus profesores para que así conozcan la voz y les hace mucha ilusión”, relata. “Muchos no tienen medios ni datos en el móvil para hacer una videollamada”, lamenta, por eso se decidió a telefonear ella misma, puesto que aunque cada tutor se ocupó de difundir el cuentacuentos virtual entre sus alumnos, Soro era consciente de que a buena parte de ellos no le iba a llegar. 

Uno de los pilares sobre los que se asienta el proyecto de apadrinamiento lector es la biblioteca, que el claustro docente quería convertir en el centro neurálgico de esa conexión lectora entre los niños de diferentes edades. Por eso comenzaron en el inicio de curso escolar a habilitar un espacio destinado a biblioteca, que quedó totalmente terminado a comienzos de marzo pero no llegó a inaugurarse porque se suspendieron las clases por el coronavirus. 

Más de la mitad de los niños no tiene acceso a internet

Más de la mitad del alumnado del CRA Turia no tiene conexión a internet ni ordenador por lo que el trabajo durante el confinamiento se realiza adaptándose a la situación de cada uno. “Tenemos de todo, fluctúa mucho dependiendo de localidades y para solventarlo utilizados lo que hace falta, desde el ClassRoom a la videoconferencia pasando por el correo electrónico, el WhatsApp o las llamadas telefónicas con los que no es posible llegar de tora forma”, especifica el director del centro, Juan Ángel González.

Estas dificultades no son exclusivas de este colegio rural agrupado ya que también se dan en otros. Además, aunque desde la consejería de Educación solicitaron información para hacer entrega de recursos al alumnado que lo necesitaba, “de momento aquí no han llegado”, apunta el director.

El responsable del centro explica que está “muy satisfecho” con la respuesta del profesorado y también “en general con la de las familias” y destaca que se trata de una situación que no se ha podido planificar con antelación. Los que mejor se han adaptado son sin duda los chavales, “tienen una capacidad descomunal, te conectas con ellos ahora y parece que lo llevaran haciendo toda la vida”, comenta. 

La falta de tiempo para anticiparse a la respuesta necesaria para atender al alumnado durante el confinamiento es uno de los problemas a los que se han enfrentado los docentes, cuya respuesta “ha sido a base de experimentación” y de “compartir experiencias” y coordinarse entre los diferentes centros para la ayuda mutua.

Los profesores trabajan para poder llegar a todos los niños, independientemente de si tienen conexión tecnológica o no. Para facilitar al máximo el acceso a las diferentes propuestas educativas plantean cosas sencillas e intuitivas que estén al alcance de todos, según explica Jorge Domingo, que es el Jefe de Estudios del CRA Turia. Explica que hay un elevado porcentaje de alumnos sin conexión, pero que las cifras varían mucho entre unas aulas y otras ya que hay algunas que solo las integran un par de familias que, si no disponen de acceso a internet, supone la totalidad del alumnado de esa población.