Los ecos de Carbonell suenan de la mano de César Mingueza en San Julián
Homenaje del barrio al cantautor en una de las primeras actividades que acoge el centro socialLos ecos de Joaquín Carbonell sonaron la tarde del sábado en el barrio de San Julián de la mano del también cantautor César Mingueza, que ofreció dos recitales en las recién inauguradas instalaciones del centro social construido en el antiguo asilo. La Asociación de Vecinos de San Julián, organizadora del acto, quería recordar así a un turolense que, según destacó su presidente, Pepe Polo, colaboró en numerosas ocasiones con el barrio.
El recital homenaje a Carbonell fue además una de las primeras actividades culturales organizadas en el recién inaugurado centro sociocultural de San Julián, donde el jueves ya se hizo una proyección de cine y el viernes se presentaron dos proyectos literarios de Almudena Monferrer.
En el día de ayer la mañana estuvo dedicada a los niños con un espectáculo familiar a cargo del Mago Magvi, una actuación que mostró las posibilidades de la terraza del centro. Por la tarde le tocó el turno a Joaquín Carbonell con el homenaje que le brindó el barrio, tras su fallecimiento hace un año, y que estuvo amenizado por el también cantautor César Mingueza, que interpretó algunos de las temas más conocidos del autor de temas como De Teruel no es cualquiera.
César Mingueza, que el año pasado participó en la primera edición de “La Plaza Suena” organizad por la Federación de Asociaciones Vecinales de Teruel, colaboró con Carbonell poco antes de su muerte cuando este le pidió la música del tema Para ti y para mí, al que le puso nueva letra para la canción Ven a verme.
Mingueza es un maestro jubilado que tras haber tocado la guitarra y cantado en su juventud volvió a retomar el hábito cuando tenía 50 años, y hoy se dedica a componer sus propias canciones y a poner música también a poemas de grandes autores como Antonio Machado o Gustavo Adolfo Bécquer.
Ofreció dos recitales, a las cinco y a las siete de la tarde, para que pudiera asistir más gente y que se pudieran guardar las distancias de seguridad. Aunque en principio estaba previsto hacerlos en la terraza del centro sociocultural, finalmente se hicieron en una sala multiusos por comodidad de los asistentes al refrescar ya en el atardecer.
Más que recitales, lo que ofreció Mingueza fueron “concierferencias”, como él mismo las definió, ya que este tipo de actividades las concibe como una mezcla de concierto y conferencia. Su objetivo era que a través del homenaje el público pudiera comprender y conocer mejor cómo era Joaquín Carbonell “a través de sus canciones”, puesto que sus temas musicales y su vida se entremezclan, comentó.
Un Joaquín Carbonell, explicó Mingueza, que se caracterizaba por su orgullo de ser de Teruel, algo que según indicó se refleja en sus canciones a través del “amor a la tierra” y la reivindicación de sus necesidades, y cuyo máximo exponente fue De Teruel no es cualquiera.
Además, se refirió a que sus temas musicales aluden también a cuestiones que reflejan la parte más comprometida del artista a través de sus reivindicaciones por la justicia y sus evocaciones a la memoria histórica, como hizo con el tema El sonajero de Martín.
Mingueza repasó la evolución del artista desde que en los 80 abrazó una vena más poética frente a otras tendencias que se estaban dando en el país, a lo que se sumó su adoración por el cantautor francés Georges Brassens, cuyos temas versionó en castellano.
En el homenaje no faltó la vena satírica y somarda que desplegaba Carbonell en sus conciertos, ni tampoco temas históricos como Doña peseta. A pesar de que Mingueza ha compuesto numerosos temas musicales, tiene editados tres discos y en breve presentará un cuarto, ayer toda la música que interpretó fue del homenajeado.
Un día para el recuerdo
“Hoy es un día para recordar a Joaquín”, dijo el cantautor, que valoró actividades como la organizada ayer por la Asociación de Vecinos de San Julián, o en las que participó el año pasado con “La Plaza Suen’a. “La cultura debe nacer de la gente, de lo cercano, que sea accesible”, comentó, para incidir en que eso era lo que más le apetecía puesto que no vivía de la música sino que disfrutaba de ella.
El presidente de la Asociación de Vecinos, Pepe Polo, recordó por su parte la buena relación que Carbonell siempre había mantenido con el barrio de San Julián y el “cariño mutuo” que existía, como atestigua la placa que se le dedicó con la letra de su canción De Teruel no es cualquiera, o que hubiese acudido a cantar a la asociación.
Polo valoró además que fuese una de las primeras actividades que han acogido las nuevas instalaciones sociales del barrio, que pretende ser un “buque insignia del activismo cultural que este centro debe tener”.
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