Linzuelo, onso o gabia, los nietos de los masoveros dignifican su forma de hablar
Los alumnos de Secundaria de Cantavieja crean un diccionario visual con vocablos en desusoEl mantón de lienzo con el que se tapaba la canasta en la que se guardaba la carne fresca del matacerdo tiene un nombre: linzuelo. Ahora hay pocas matacías y apenas necesidad de nombrar un objeto que ha caído en desuso. También se utilizan pocos sacos, y por eso no hace falta diferenciar los que están a mitad con el nombre de zaquilón. Esas palabras se usaban antes en las masías y, ahora, los nietos de esos masoveros las han querido preservar para siempre en un diccionario visual con el que, además, las recuerdan a aquellos que las usaban antaño y las enseñan a los que ya jamás las oyeron. Entre ellas está también gabia, que es una jaula para animales, u onso, como se conocía en la masada a los perezosos.
Este diccionario visual se ha recopilado con la colaboración de la Sección de Secundaria del Instituto de Enseñanza Secundaria (SIES) Segundo de Chomón de Cantavieja, gracias a un acuerdo con la Comarca del Maestrazgo, y cuenta con un total de 40 vocablos.
El proyecto se ha dividido en dos anualidades, la primera desarrollada en el curso 2022-23 con el objetivo de hacer un acercamiento a la jerga masovera, y la segunda, en este curso que acaba de concluir donde se abordaron otros aspectos relacionados con las masías. La idea es continuar a partir de septiembre, según avanza la profesora de Literatura del Segundo de Chomón en Cantavieja, Laura Domínguez.
La selección las palabras se llevó a cabo a través de la propia recopilación realizada por los alumnos, que indagaron entre sus familiares masoveros, y el estudio del libro Cantavieja y su Baylia, de José Alabáis Escorihuela. Como explica Domínguez, una vez seleccionadas las palabras se hizo una puesta en común sobre las herramientas y materiales que necesitaban para su representación y, luego, se buscaron las localizaciones para realizar esas fotografías.
“Cuando tuvimos todas las palabras ya realizadas, los alumnos tuvieron que hacer su diccionario, con entre 18 y 20 vocablos, cada uno con 2 o 3 fotografías”, comenta la docente.
Esta actividad ha contado con la colaboración de la Comarca del Maestrazgo, que está actualmente desarrollando un Plan de Salvaguarda de la Cultura Masovera y que va a difundir los vocablos a través de sus redes sociales. Además, está previsto que el diccionario visual quede próximamente publicado dentro del Espacio Didáctico del Museo Virtual del Maestrazgo.
Por lo que respecta a las actividades del curso 2023-24, la primera aproximación a la cultura masovera se hizo a través del libro El viaje del anarquista, del escritor turolense Elifio Feliz de Vargas, que participó en un encuentro con los propios alumnos.
Laura Domínguez comenta que para familiarizarse con el entorno masovero los alumnos debían indagar sobre objetos que hubieran pertenecido a su familia e investigar sobre la funcionalidad en ese momento histórico, cuánto uso tuvo, sus texturas y colores. Se trata de objetos que han estado durante generaciones en las casas de los chavales y entre las piezas había desde cocinas a lavabos pasando por herramientas o aperos del campo. Estos utensilios y la historia que llevan asociados se publica periódicamente en las redes sociales de la Comarca del Maestrazgo, de forma que se potencia el aprendizaje para ponerlo al servicio de la comunidad.
Ora de las actividades consistió en la realización de acrósticos, que son composiciones poéticas o prosaicas que, leyéndolas en vertical, forman una palabra. Cara uno de ellos debía tratar un aspecto de la Comarca del Maestrazgo y los realizados se exhiben como un folleto en el Museo Virtual. Para la realización de los mismos, los chavales tomaron como inspiración el libro de José Altaba Escorihuela Vida y costumbres en mi masía.
La tercera de las actividades fue la realización de una entrevista a un masovero a partir de las destrezas adquiridas por los propios alumnos durante la realización de un taller con el etnógrafo Félix Rivas. El experto les ofreció pautas para ahondar en el entrevistado sobre aquellos aspectos que deseaban conocer. Además, también participaron en otra clase magistral con los expertos en audiovisuales de la empresa Tisure, que les mostraron aspectos técnicos como iluminación, ubicación del entrevistado o gestión del tiempo.
Con esos conocimientos previos, realizaban las entrevistas a familiares cercanos y algunas de ellas se desarrollaron en el entorno de las masías porque los entrevistados todavía viven allí. En total, según indicó la profesora de Literatura, se han llevado a cabo nueve y la intención es hacer más durante el próximo curso.
El trabajo que les queda por hacer es amplio puesto que, como explica la docente, los alumnos localizaron ayudados por sus familias algunos objetos de gran antigüedad y valor histórico, como cupones de racionamiento, cartillas de escolaridad o cartas que “permitirán ahondar en otras facetas de la vida masovera en los próximos años”.