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Legado Gárate de la Diputación de Zaragoza, el mayor fondo unido sobre Juan José Gárate Legado Gárate de la Diputación de Zaragoza, el mayor fondo unido sobre Juan José Gárate
‘Romería’ (1915-20), óleo sobre lienzo incluido en el Legado Juan Jose Gárate de la Diputación Provincial de Zaragoza, en una fotografía de la revista Conocer el Arte

Legado Gárate de la Diputación de Zaragoza, el mayor fondo unido sobre Juan José Gárate

José Antonio Val publica en Descubrir el Arte un artículo sobre las 432 piezas del pintor turolense
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El pintor turolense Juan José Gárate (Albalate del Arzobispo, 1869-Madrid, 1939) protagoniza uno de los artículos que aparecen en el último número de Descubrir el Arte, una de las revistas especializadas en arte más prestigiosas de las que se publican en España, a propósito de su legado, de cuya donación a la Diputación Provincial de Zaragoza se cumplieron diez años en este 2023 que acaba de terminar.

El autor es José Antonio Val Lisa, zaragozano descendiente de Albalate, investigador, crítico de arte y uno de los mayores estudiosos de la figura de este pintor que desarrolló su carrera artística principalmente en Zaragoza y en Madrid, donde falleció pocos meses después de concluida la Guerra Civil Española. En 2019 presentó Juan José Gárate. Tiempo y Memoria (Prensas de la Universidad de Zaragoza), un libro en el que demostró que el artista fue un pintor versatil y con talento, mucho más allá de los tipismos coloridos y de ser conocido como un pintor castizo y de baturros -en buena parte debido a que cinco baturros aparecen en una de sus obras más conocidas, Copla alusiva, con la que ganó una medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904-. Junto con Juan José Gárate y el regeneracionismo aragonés, publicado en 2011 por María Pilar López Martín y el Intituto de Estudios Turolenses, es la obra más completa sobre el creador albalatino.

En el artículo que Val publica en la revista Descubrir el Arte, titulado El legado del pintor Juan José Gárate, repasa las obras que forman el legado del que es propietaria la Diputación Provincial de Zaragoza, la institución que más piezas de este autor conserva. En total son 432 obras entre óleos sobre lienza, tabla y cartón, pequeños bocetos, acuarelas, aguadas, dibujos, litografías y carteles impresos. Cronológicamente la colección abarca todas sus fases como artista, ya que está formada por piezas desde 1882, momento del inicio de su formación en Zaragoza hasta su muerte. La donación se produjo en 2013 en virtud del testamento de Antonio Pardo Fraile, viudo de Julia Gárate López, hija menor del pintor.

Autorretrato de Gárate con 53 años

Es uno de los tres fondos principales que existen del pintor; otro procede de la donación que realizó en 1991 Concepción Gárate, la hija mayor del pintor, al Gobierno de Aragón con destino del Museo de Zaragoza; y el tercero se realizó al mismo tiempo que la donación a la DPZ, en 2013, a diferentes instituciones, entre ellas la Diputación Provincial de Teruel, Ayuntamiento de Teruel, de Albalate del Arzobispo o de Huesca, o Museo Nacional del Prado, entre otras.

Son tres fondos separados “aunque lógicamente se solapan y relaciones porque provienen de un mismo autor”, afirma José Antonio Val.

En octubre de 2013 el Servicio de Patirmonio e Historia Cultural del Ayuntamiento de Zaragoza expuso este legado en el Antiguo Cuartel de Pontoneros, inaugurando este espacio expositivo. Y entre agosto y noviembre del año siguiente, 2014, la provincia de Teruel también acogió la muestra Juan José Gárate. El legado de Julia Gáratye y Antonio Pardo en Teruel, organizada por el departamento de Cultura y Turismo de la Comarca Andorra Sierra de Arcos, en coproducción con el Museo Provincial de Teruel y el Ayuntamiento de Teruel, que visitó Crivillén (Centro de Arte Contemporáneo Pablo Serrano), Albalate del Arzobispo (Castillo-Palacio) y Andorra (Casa de la Cultura). El Museo Provincial de Teruel custodia su fondo Juan José Gárate que sin embargo todavía no hay sido expuesto -en sus instalaciones, porque sí formó parte de las muestras de Crivillén, Albalate y Andorra-, aunque podrían hacerlo después de que se termine la ampliación del espacio. En total son treinta cuadros del legado Gárate que permanecen en Teruel, 16 en Albalate, 12 en el Museo Provincial de Teruel y 2 en el Ayuntamiento de Teruel.

Por su parte, la Diputación Provincial de Zaragoza incluyó en el programa de intervenciones de su Taller de Restauración de 2020 una pintura de Gárate, aunque curiosamente no se trataba de una de las que pertenecen al Legado Gárate sino a un fondo propio que ya posesía. Se trata de un retrato a José Aznárez, óleo sobre lienzo fechado en 1903 que representa a quien fue benefactor de Hospicio Provincial de Zaragoza, que dependía de la Diputación. Aznárez legó a esta institución su fortuna al morir en 1902, calculada en unos 5 millones de pesetas, por lo que la DPZ le homenajeó encargando su retrato a Juan José Gárate.

Como destaca José Antonio Val en su artículo en la revista especializada en arte, el Legado Gárate es especialmente valioso en cuanto a que recoge obras de todas sus fases pictóricas, desde su formación en Zaragoza hasta su estancia en Italia y sus últimos años en Madrid.

Sin embargo el crítico zaragozano destaca dentro de él las dos únicas series completas de las que está formado. La primera es un grupo de dibujos denominados Los primeros hombres (1920-1936), formado por 35 piezas ejecutadas al carboncillo que muestras una serie de escenas inspiradas en los orígenes de la humanidad y las civilizaciones. EL turolense plasma en estos dibujos temas como la lucha del ser humano ante las fieras, los desastres de la naturaleza desbocada o los peligros de la vida salvaje. Como explica Val, “también trata los sacrificios y los primeros enterramientos humanos, la adoración de los ídolos, la mitología griega y el surgimiento de zoroastrismo y el judaísmo como religiones monoteístas”. José Antonio Val apunta que algunos de estos dibujos están contextualizados geográficamente en lugares como La Caraza, en Albalate del Arzobispo, o el Barranco de la Hoz, en Molina de Aragón (Guadalajara).

Una de las páginas de Descubrir el Arte donde se reproduce el artículo de Val

La otra serie completa que forma parte del Legado Gárate de la DPZ, integrado por 432 piezas en total, está dedicada al ciclo de vida de la Virgen. El autor del artículo apunta que “es probable que todos estos apuntes fueran realizados para una publicación ilustrada, o para una serie de acuarelas u óleos, aunque hasta el momento no hay constancia de su existencia”. Val propone como marco cronológico para esta serie el comprendido entre 1898 y 1915, “siendo La Asunción (carboncillo y clarión) el apunte de mayor calidad de toda esta serie”.

Pintor inconformista

Juan José Gárate fue un artista inconformista que pasó por estancias en diferentes lugares del mundo, Roma, Pisa, Venecia, San Francisco de Asis, París o Berlín -entre 1890 y 1895- buscando su propia voz antes de instalarse definitivamente.

Como explica José Antonio Val, a los 20 años, en 1889, terminó un periodo de cuatro de pensionado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid a cargo de la Diputación Provincial de Teruel. La última obra de este periodo es La muerte de Diego de Marcilla, que desafortunadamente se encuentra en paradero desconocido. La DPT le concedió entonces otro dos años de beca en Roma, un periodo de formación italiano que Gárate extendió a Venecia, lugar que le inspiraron obras como Pescadores venecianos (1893) o Pozo de agua en el Campo Santi Guivanni e Paolo (1893-95).

‘La Catedral de Tarazona’ (1920), realizado con acuarela

En 1898 regresó definitivamente a España, instalándose en Zaragoza donde se convirtió en un solicitado retratista de la burguesía, para marchar en 1911 a Madrid, donde permanecería hasta su muerte, pocas semanas después del final de la Guerra Civil Española en 1939. En el Legado Juan José Gárate de la DPZ que reseña José Antonio Val se encuentran apuntes realizados a miembros de la aristocracia madrileña, como Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz o Blanca de Borbón y León, de artistas como Francisco Pradilla o un autorretrato datado en 1918, y de personajes destacados de la intelectualidad de la época como Benito Pérez Galdós, Santiago Ramón y Cajal, Joaquín Gil Bergel o Basilio Paraíso.

A comienzos del siglo XX Gárate realizó buen número de tarjetas postales y dibujos e ilustraciones para portadas de revistas y periódicos locales y nacionales, litografías, carteles y obra gráfica destinada a la publicidad. Val destaca, en este último ámbito y dentro del Legado Gárate de la DPZ la Escena del Quijote (1905, cromolitografía sobre papel pegado), que sirvió como cartel publicitario del esteblecimiento Matías López.

Como paisajista, destacó por sus obras alegres, brillantes y de tonos cálidos, en los que plasmó imágenes de su tierra y también de los numerosos viajes que realizó a diferentes lugares del mundo tomando apuntes -en espaciel Francia, Alemania, Bélgica, Moscú o América latina, etnre 1900 y 1908-. Y también se dedicó a la pintura de patrimonio artístico, como miembro de la Comisión Provincial de Zaragoza de Monumentos Histórico-Artísticos a partir de 1909. En ese sentido, Val destaca acuarelas como Catedral de Tarazona (1920) o Paisaje de Arenas de San Pedro y castillo (1924).

Juan José Gárate gozó pues de éxito artístico como pintor y como profesor de arte, si bien terminó autoeclipsado por una fama de pintor costumbrista que durante la primera mitad del siglo XX contribuyó a encasillarle al margen de todas las vanguardias que comenzaban a proliferar, especialmente a partir de 1904. Sin embargo en esa tesitura Gárate siguió realizando un buen número de encargos en España y en Europa.

Obra sobre Gárate escrita por Val

José Antonio Val es uno de los expertos que mejor conocen a Gárate, y la investigación que precedió a su libro Juan José Gárate. Tiempo y memoria (Prensas de la Universidad de Zaragoza) despejó buen número de las lagunas que existían en torno a su vida, zanjando por ejemplo el debate sobre la fecha exacta de su nacimiento -11 de julio de 1969, y no julio de 1870 como manejaban algunas fuentes-, aunque no pudo determinar exactamente las causas de su muerte, en julio de 1939. Como explicó en una entrevista a DIARIO DE TERUEL en octubre de 2019, poco después de publicar su libro, “Hay autores que afirman que Gárate salió del Museo del Prado y en un tranvía, en Sol, alguien le empujó y murió atropellado. Pero las pocas agencias de noticias que hablaron sobre el tema dijeron que había muerto atropellado por un coche. En este caso no he conseguido demostrar cuál fue la auténtica causa de su muerte”.

En cualquier caso, más allá de que la crítica de arte que abrazó las vanguardias tendió a olvidarse de Gárate y otros costumbristas, José Antonio Val no duda en definirlo como “un maestro de la luz, del color y del dibujo, con una dilatada y variada producción artística, muy reconocido en España y el extranjero”.