Rosario Vidal Bonifaz, durante su conferencia ‘Doña Perfecta(1950): fracaso de Luis Buñuel, acierto de Alejandro Galindo’
Las películas de Buñuel sobre obras de Galdós revelan “admiración y competencia”
La 18ª edición del Festival de Cine Buñuel-Calanda celebra el Día de México
La 18ª edición del Festival Internacional de Cine Buñuel-Calanda celebró ayer el Día de México, al ser este país fundamental en la vida y en la filmografía de Luis Buñuel. En el Centro Buñuel de Calanda, la catedrática e investigadora de temas cinematográficos de la Universidad de Guadalajara, México, Rosario Vidal Bonifaz, impartió la conferencia Doña Perfecta (1950): fracaso de Luis Buñuel, acierto de Alejandro Galindo, en la que dejó claro que el calandino lamentó no haber hecho su versión de la novela.
Explicó que Buñuel tenía ya comprados los derechos de Doña Perfecta, la novela de Benito Pérez Galdós, y posteriormente apareció en los periódicos la noticia de que Roberto Gavaldón iba a dirigirla. Poco a poco se fue descubriendo la intervención del productor, Pancho Cabrera, para, de alguna manera, incidir en que la dirigiera Gavaldón, lo cual tampoco ocurrió y terminó haciéndolo Alejandro Galindo, siendo protagonista Dolores del Río.
Expuso que para Buñuel, Benito Pérez Galdós era una figura muy importante y de hecho, él adapta películas como Nazarín y Tristana, aunque el cineasta calandino aclaraba que no eran adaptaciones, que se basaba en las novelas de Pérez Galdós pero al rodarlas se volvían otra cosa; había “una especie de admiración y competencia”.
Lo que es un hecho es que Buñuel lamentó no haber hecho Doña Perfecta, pero para Rosario Vidal Bonifaz fue benéfico, porque si lo hubiera hecho, tal vez no hubiera filmado Los olvidados: “Estamos hablando de un México que está ahora tan polarizado como en los años 50 y en ese entonces el hecho de que un español señalara la pugna entre conservadores y liberales, destacara esa polarización que ahora vuelve a tener el país, pudo haber causado que expulsaran al cineasta calandino”, argumentó.
Sobre Doña Perfecta, de Alejandro Galindo, que se proyectó por la tarde en el Centro de Cultura de Calanda, la investigadora apuntó que, a diferencia de otras cintas mexicanas basadas en obras literarias escritas por españoles, no es estrenó formalmente durante el gobierno franquista y acaso se vio por primera vez en este país hasta el año de 1989. La historia fue llevada de nuevo a la pantalla bajo la dirección de César Fernández Ardavín, con Julia Gutiérrez Caba como protagonista y se estrenó el 3 de octubre de 1977, pero paradójicamente, quizá por problema de distribución en México, no se ha exhibido formalmente.
En el marco del Día de México, el castillo de Calanda acoge este sábado la proyección del cortometraje Una mano bajo la nieve, de José Esteban Pavlovich y el largo Influencia, Pablo Aura, ambas producciones mexicanas. En Una mano bajo la nieve, Fabián, un pescador de Bahía de Kino, pasa sus días tranquilos trabajando bajo el sol y sobre el mar, pero su vida da un giro cuando llega la trágica noticia de la muerte de su hermano gemelo, hecho que lo impulsa a iniciar un viaje lleno de desasosiego buscando la verdad del asesinato. El camino lo llevará al otro lado del estado de Sonora, donde descubrirá una realidad más compleja de lo que imaginaba.
Influencia, de Pablo Aura, habla de Leonora (16), quien vive con su abuela en una habitación en la azotea aislada del mundo durante 10 años, porque tiene el don de provocar la muerte a las personas que mira profundamente. El mundo mágico que ha creado para sobrevivir en reclusión se trastoca cuando su abuela muere y conoce a Brando (18), un príncipe urbano que se esconde de la mafia del barrio, y que le presentará a Love. Ella será liberada de su don fatídico, no sin pagar un alto precio.
Explicó que Buñuel tenía ya comprados los derechos de Doña Perfecta, la novela de Benito Pérez Galdós, y posteriormente apareció en los periódicos la noticia de que Roberto Gavaldón iba a dirigirla. Poco a poco se fue descubriendo la intervención del productor, Pancho Cabrera, para, de alguna manera, incidir en que la dirigiera Gavaldón, lo cual tampoco ocurrió y terminó haciéndolo Alejandro Galindo, siendo protagonista Dolores del Río.
Expuso que para Buñuel, Benito Pérez Galdós era una figura muy importante y de hecho, él adapta películas como Nazarín y Tristana, aunque el cineasta calandino aclaraba que no eran adaptaciones, que se basaba en las novelas de Pérez Galdós pero al rodarlas se volvían otra cosa; había “una especie de admiración y competencia”.
Lo que es un hecho es que Buñuel lamentó no haber hecho Doña Perfecta, pero para Rosario Vidal Bonifaz fue benéfico, porque si lo hubiera hecho, tal vez no hubiera filmado Los olvidados: “Estamos hablando de un México que está ahora tan polarizado como en los años 50 y en ese entonces el hecho de que un español señalara la pugna entre conservadores y liberales, destacara esa polarización que ahora vuelve a tener el país, pudo haber causado que expulsaran al cineasta calandino”, argumentó.
Sobre Doña Perfecta, de Alejandro Galindo, que se proyectó por la tarde en el Centro de Cultura de Calanda, la investigadora apuntó que, a diferencia de otras cintas mexicanas basadas en obras literarias escritas por españoles, no es estrenó formalmente durante el gobierno franquista y acaso se vio por primera vez en este país hasta el año de 1989. La historia fue llevada de nuevo a la pantalla bajo la dirección de César Fernández Ardavín, con Julia Gutiérrez Caba como protagonista y se estrenó el 3 de octubre de 1977, pero paradójicamente, quizá por problema de distribución en México, no se ha exhibido formalmente.
En el marco del Día de México, el castillo de Calanda acoge este sábado la proyección del cortometraje Una mano bajo la nieve, de José Esteban Pavlovich y el largo Influencia, Pablo Aura, ambas producciones mexicanas. En Una mano bajo la nieve, Fabián, un pescador de Bahía de Kino, pasa sus días tranquilos trabajando bajo el sol y sobre el mar, pero su vida da un giro cuando llega la trágica noticia de la muerte de su hermano gemelo, hecho que lo impulsa a iniciar un viaje lleno de desasosiego buscando la verdad del asesinato. El camino lo llevará al otro lado del estado de Sonora, donde descubrirá una realidad más compleja de lo que imaginaba.
Influencia, de Pablo Aura, habla de Leonora (16), quien vive con su abuela en una habitación en la azotea aislada del mundo durante 10 años, porque tiene el don de provocar la muerte a las personas que mira profundamente. El mundo mágico que ha creado para sobrevivir en reclusión se trastoca cuando su abuela muere y conoce a Brando (18), un príncipe urbano que se esconde de la mafia del barrio, y que le presentará a Love. Ella será liberada de su don fatídico, no sin pagar un alto precio.