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Las Despechadas, ocho años de ritmo en el Sonorama por pura afición Las Despechadas, ocho años de ritmo en el Sonorama por pura afición
Irene Serrano (dcha.) y Helena?Pérez son las turolenses que forman el dúo de Las Despechadas Pinchadiscos

Las Despechadas, ocho años de ritmo en el Sonorama por pura afición

El dúo natural de Teruel vuelve al festival de Aranda de Duero por octava ocasión
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Juan Corellano

Con la normalidad de quien asume y procura que uno de sus hobbies no crezca y se convierta en su forma de vivir y con la emoción de quien vive, gracias a esa afición, experiencias que jamás atisbó a protagonizar. Así es como el dúo de DJs Las Despechadas, mejor dicho pinchadiscos, formado por las turolenses Irene Serrano y Helena Pérez celebró este domingo su octava aparición en todo un estandarte de los festivales musicales de nuestro país como es el Sonorama Ribera, celebrado en Aranda de Duero. 

Esta nueva visita de verano a los escenarios burgaleses, en los que compartieron escena y cartel con algunos de los grupos de mayor renombre del indie nacional, es, sin embargo, la última parada de una pareja que comenzó sus andaduras hace ya unos cuantos años atrás. Ambas se conocían desde muy temprana edad, pero fue cuando compartieron estancia en el Easy Pop, un festival que se celebraba antiguamente en Andorra, cuando “surgieron las ganas de montar un festival en Teruel, lo de pinchar y un montón de relaciones personales en la zona que todavía perduran”, comenta Serrano. De ese deseo nació un festival de indie que se celebró en Teruel en 2010 y 2011 y al que acudieron grupos en auge que ahora son referencia del género como La Habitación Roja o Love of Lesbian, y en el que también estuvieron ellas. Sin embargo, su primera vez como DJs, fue en un concurso en un bar de Valencia que acabaron ganando y a raíz del mismo fue como comenzaron a despertar interés y más contrataciones en la zona.

Sin embargo, esta no es la historia ficticia que ambas llevan contando durante años para explicar el origen del nombre del grupo. “La historia dice que conocimos a dos chicos, nos dejaron y tuvimos que pagar la cuenta del hotel y entonces vamos por ahí por los bares buscando nuestra venganza, de ahí vienen Las Despechadas”, comenta Helena.

Antes de que se formara el dúo, cada una ya traía de su infancia una importante pasión por el mundo de la música que a día de hoy perdura. En el caso de Irene, “estaba loca con la música desde pequeña, siempre que pillaba el mando de la tele ponía los cuarenta o la MTV y siempre he grabado discos”. En cuanto a Helena, ella recuerda “con once años escuchar el tema Al amanecer de Los Fresones, también escuchaba Los Piratas. A mí siempre me había gustado mucho la música, siempre me he tragado todos los programas musicales y un día descubrí a Los Planetas por casualidad y me flipó”.

Fruto de estas influencias musicales desde la infancia, Las Despechadas han creado como resultado un estilo propio e inconfundible que constituye su principal valor. Además no es un estilo predeterminado, sino que varía cada noche dependiendo del público y el ambiente. “Nosotras sabemos más o menos qué canciones son las que vamos a pinchar, porque hay algunas que sabemos que funcionan, pero siempre decimos que son sesiones vivas, porque sobre la marcha vamos viendo la respuesta que tiene el público y vemos lo que están demandando”, comenta Serrano. Ahora, tras haber sido deudoras del indie en sus inicios, califican su estilo actual como “pachanga indie, ya que creemos que el indie ya no existe, nuestra base es pinchar grupos que antes se conocían como indies con canciones clásicas de los 70 hasta los 2000. Nuestras sesiones pretenden ser un viaje musical en el que la gente se lo pueda pasar bien”.

Fruto de esta improvisación y adaptación a lo que viven cada noche, han decidido que grabar una sesión en un disco físico o subirlas a plataformas online no tenía ningún sentido en su caso. Precisamente, a raíz de esta particular manera de proceder surge el sobrenombre de ‘pinchadiscos’ y no ‘DJ’, como una declaración de intenciones que revela su estilo. “Elegimos pinchadiscos porque nos parecía mucho más honesto con lo que nosotras hacíamos, porque no somos unas DJs al uso”, comenta Pérez.

Aun con el éxito logrado y haber llegado a actuar en varios festivales de prestigio, ambas disfrutan de esta situación con normalidad, pues asumen que su vida gira entorno a sus verdaderos trabajos y el pinchar nunca aspira a ascender de la categoría de hobbie. “El pinchar lo hacemos por la noche los fines de semana y nuestros trabajos son de lunes a viernes por el día, es fácil compaginarlo. De todas formas, para nosotras lo de pinchar, aunque estamos consiguiendo cosas que nos encantan, no queremos que vaya más allá de un hobbie”, comenta Irene. De esta manera, también comenta que “intentamos dosificar, no cargarnos y hacer las cosas que nos apetecen cuando nos apetecen”.

De todas las experiencias vividas, a ambas les cuesta quedarse solo con un momento, y prefieren no tener que elegir entre todas estas vivencias pasadas. “Por ejemplo ir el pasado noviembre al Horteralia y en la vida pensaba que iba a compartir escenario con Karina, Leonardo Dantés, Olé Olé y Vicky Larraz... Pero yo no me puedo quedar con ninguna sesión en concreto porque todas tienen algo”, comenta Irene.

A pesar de todos los momentos y festivales vividos en España e incluso el extranjero, el Sonorama siempre ha constituido una cita especial para esta pareja. “Es como viajar a una realidad paralela, la sesión del Sonorama es cada año un regalo por lo que significa el festival. Ahora mismo vivimos en Madrid, nuestra familia está en Teruel y Aranda es nuestra segunda casa, porque lo visitamos con mucha frecuencia”, comenta Serrano.

De cara al futuro, el año que viene el dúo cumplirá su décimo año como DJs, por lo que se postula como una fecha idónea para conseguir nuevos retos y logros. Sin embargo, Helena asegura que “todos los regalos que hemos recibido durante estos años nos emocionan, pero tampoco pensamos en nada más ni tenemos más aspiraciones. Tenemos inquietudes, bastantes ilusiones, pero las cosas van viniendo por sí solas”.