La V Nit en Blanc de Mazaleón pulveriza el número de asistentes en su mejor año

Un millar de personas asistieron el sábado a la quinta edición de La Nit en Blanc de Mazaleón, la más multitudinaria que se recuerda. La calidad de los espectáculos de artes escénicas programados y la tradicional cena de tapas dejaron el mejor sabor de boca posible a los asistentes. 

Un año más, las calles y plazas de la localidad del Matarraña se convirtieron en escenarios en los que la música, la danza, el circo, el teatro y el fuego tomaron el protagonismo. 

Con la filosofía de programar espectáculos de calidad en el medio rural para todos los gustos y rangos de edad, hacia el final de la tarde abrió el programa Baraka Circ con su espectáculo Tornillo Magic Clown, que encandiló al público familiar con gran cantidad de niños.

La batucada Soroll i prou llevó a los espectadores a la plaza, donde aguardaba el musical Esta vez no es por culpa del amor, de Combinados. 

Tras la cena de tapas llegó el turno de la Compañía Impàs, que llevó a escena un espectáculo de danza moderna que no dejó indiferente a nadie. 

“Fue muy innovador, la gente no se esperaba estar tan dentro del espectáculo”, dijo la organizadora Laira Gonzalo. La actriz y bailarina trepó por un montículo de tierra, bailó agarrada con varias personas del público y dio órdenes precisas para iniciar una guerra de bolas de papel desde la terraza de una casa. 

La improvisación humorística se hizo un hueco de la mano de Kankaneo Teatro, cuyo dueto artístico se vino arriba y regaló hora y cuarto de chistes, gags e interrelación con el público. 

El Kamión de la Basura puso a bailar al público con su mestizaje musical y después actuaron los correfocs Foc y Flama de La Codoñera. 

“La gente aguantó hasta el final, hubo muchísima gente en el concierto comparado con otros años”, subrayó Gonzalo. El espectacular cierre, pasadas las cuatro de la mañana, bien lo merecía. 

Sabor a melocotón

La organización barruntaba ya que este año iba a crecer la asistencia de público y amplió de 450 a 550 las pulseras que daban derecho a la degustación de cinco tapas y otras tantas bebidas. 

Como siempre, los platos tuvieron como protagonistas los productos y vinos del territorio. Destacó por encima de todo el postre, un helado artesano elaborado en Vinaceite con el buen melocotón de Mazaleón.

Cultura y gastronomía acercaron a la localidad del Matarraña a un millar de personas procedentes de todos los puntos de la Comarca y de otras aledañas de Teruel y Tarragona, además de los hijos del pueblo que viven en Zaragoza o Barcelona. 

“El año pasado tuvimos 600 asistentes”, dijo Gonzalo, quien se mostró exultante por la respuesta del público y se marcó un reto: “A ver cómo lo hacemos para poder acoger a tanta gente el año que viene”. 

Por momentos, los 50 voluntarios quedaron desbordados. Cabe destacar la colaboración de la Asociación de Mujeres Sadurixa en la elaboración del tapeo y una de las novedades de este año. Por primera vez, varios establecimientos del municipio se unieron a la iniciativa colaborando (Carnicería Nieves, Paperería de Massalió, Lo Café, Productos del Matarraña Carmen, Comercio Joaquín García y Cooperativa de Mazaleón) de diversas formas. 

Otra novedad fue la apuesta por la sostenibilidad medioambiental. El público compró un vaso reutilizable para poder consumir en la barra y todos los cubiertos y recipientes que se dieron en la cena eran biodegradables. Los residuos se depositaron en contenedores de envases (amarillo), materia orgánica (marrón) y papel (azul) en colaboración con la Comarca del Matarraña.

El éxito de esta edición insufla moral al Club de la Joventut, principal organizador que en 2020 tendrá más voluntarios.