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La serie ‘Hit’, un relato sentimental y generacional tan fresco como interpelante La serie ‘Hit’, un relato sentimental y generacional tan fresco como interpelante
‘Hit’ o el talento de conjugar el nosotros desde la educación

La serie ‘Hit’, un relato sentimental y generacional tan fresco como interpelante

Creada por Oristrell, pone a la adolescencia y su educación en la agenda de lo importante
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De la segunda temporada de la serie de Televisión Española HIT sorprende, especialmente y para bien, su frescura. Pero como cuando Godard decía que el travelling es una cuestión moral, podríamos decir lo propio con la obra de ficción que nos ocupa, ya que su frescura es el resultado de una decisión moral.

El retrato generacional que ofrece la obra por capítulos alumbrada por Joaquín Oristrell es más que brillante. Componer un cuadro de arquetipos centennials, cada uno en su isla, sin complejos ni pelos en la lengua, era una tarea tan difícil como arriesgada y, sin embargo, el guionista director consigue articularlos con éxito desde la fibra invisible de las emociones y sus vínculos, para con ello presentar este nuevo alfabeto sentimental de la adolescencia del XXI.

Contado con muy buen ritmo y de manera ágil y limpia, un sólido libreto y unos lúcidos diálogos ponen de manifiesto los diferentes retos, problemas y debates de la agenda vital de los Z. Ya con esto, la serie consigue algo muy importante: otorgar voz propia y profunda a cada uno de sus personajes que, rotando protagonismo según los capítulos, conjugan el nosotros desde el primer momento en su devenir grupal.

Un magnífico casting

Tal composición fue resultado de la lucidez de un gran casting: Teo (Jacobo Camarena), Lucía (Claudia Licari), Paula (Carlota Gurpegui), Jota (Manuel Soler), Román (Álvaro de Juana), Carmen (Teresa de Mera), Matt (Son Khoury), Daniela (Leonor Pernas) y Chelo (Alba de Ángel), realidades ya de nuestro audiovisual y dramática.

Vidas alegres que no felices, listas para el duelo de la ironía entre sus iguales, la troupe de HIT está diseñada y provista del mejor look para la escena: de la bata albornoz y zuecos de plástico del Matt pegado a las pantallas —homenaje al Mark Zuckerberg cortesía de Jesse Eisenberg en La red social de Fincher— al manga, móvil, falda y colores pastel del pijerío de Paula, pasando por lo más top de los intolerantes cayetanos made in Román, o el absoluto espíritu indie americano a mayor gloria de Gus Van Sant que eleva el personaje de Dan, los guiños raciales de la madre soltera Lucía, o las maneras reivindicativas de la vegana, animalista y feminista Karmen.

Más valores que nunca, y también nuevas responsabilidades, para estas personalidades en interacción. Y como siempre ha sido, a todos les acompaña la música, la banda sonora de cada generación. Todo un acierto también la selección de sonidos y géneros que se ajustan en cada uno de los capítulos. Canciones cuidadosamente ensambladas, ajustadas con detalle, para completar así este fresco de lo auténtico.

Y qué curioso también que este mismo jueves será David Bustamante el artista invitado que aparezca en la serie, también actor tras su debut en Ghost. Llegará a Puertollano quien se diera a conocer en la primera edición de Operación Triunfo. Bustamante y los triunfitos, qué generación tan lejana (o no) a la pandilla de HIT. “No soy un supermán”, decía. De momento le veremos hacer de él mismo al de San Vicente de la Barquera, cercano ya a los cuarenta años. Cómo pasa el tiempo.

Coreografía para televisión

Así, gracias a la realización de Joaquín Oristrell, Elena Trapé y Polo Menárguez, la frescura de este travelling pasa a ser toda una gran coreografía HIT, excelentemente resuelta al presentar la confesión íntima de impulsos y sinsabores, conflictos que esta vez dejarán la pelota en el tejado del adolescente, pues ya es tiempo de toma de decisiones, madurez y autonomía. Es tiempo de dar el paso.

Visagras al servicio de esta clase adelantada en dar tumbos, Daniel Grao y Marta Larralde sostienen más que bien la arquitectura del mundo adulto, junto a unos padres madres que completan el cosmos de cada adolescente. En estas, el lado oscuro, las dudas y pesadumbres que muestra el personaje de HIT gana cada vez más puntos cuanto más humano y confuso se muestra. Así, el megaprota emergerá cual ave Fénix, con mayor rotundidad, cuando las cosas se pongan feas o el niño niña despistado lo requiera. Porque todavía quedan caballeros —y heroínas— sin espada en esto del enseñar.

Y para finalizar, también estamos ante un relato manchego, otro de los personajes omnipresentes que cuenta el día a día de una comunidad, sus preocupaciones sociales, sus pérdidas y sueños. Con todo ello, Oristrell consigue componer ese añorado ‘lugar para todos’, la eutopía en conquista, vivita y coleando.

El travelling se inventó en 1896 y de casualidad en el equipo de los hermanos Lumière. Ahora, Grupo Ganga y RTVE pueden sentirse orgullosos de proponer con gran causalidad un más que pendiente debate adolescente sobre la importancia de educar y enseñar, todo un All that Jazz para tiempos de HIT. Hugo Ibarra Toledo o, también, la ética del acompañamiento y del cuidado.

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