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La revista Turia entrevista a fondo a Martín Caparrós y Pablo Dors La revista Turia entrevista a fondo a Martín Caparrós y Pablo Dors
Martín Caparrós, protagonista de Turia

La revista Turia entrevista a fondo a Martín Caparrós y Pablo Dors

También publica un inédito de Rafael Azcona
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Nunca Martín Caparrós ni Pablo dOrs se habían sometido a unas entrevistas tan extensas e intensas como las que les ha realizado la revista TURIA en su nuevo número, que se distribuye este mes de marzo. Ambos son dos de los más singulares protagonistas de nuestra actualidad cultural: el escritor y periodista argentino Martín Caparrós es uno de los grandes cronistas lationamericanos del presente y en Pablo dOrs el maridaje entre literatura y religión es un elemento clave que ha adquirido una nueva dimensión tras su nombramiento como consejero cultural del Papa Francisco.

Por otra parte, y coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte, TURIA publica un poema inédito de Rafael Azcona (Logroño, 1926 – Madrid, 2008), considerado el mejor guionista de cine español y según sus palabras “uno de los más persistentes”. 

Caparrós y dOrs son, sin duda, dos personalidades tan distintas como destacadas y leer a ambos merece mucho la pena. En TURIA nos hablan, con absoluta libertad y sin reparos, de sus respectivas obras y trayectorias. Y, sobre todo, sus respuestas se ocupan también de abordar un amplio repertorio de temas. Con Martín Caparrós conversamos sobre el futuro del periodismo comprometido o el actual auge de las crónicas. Exploramos las relaciones entre vida y literatura o comentamos la situación de Argentina y España. 

 

En Pablo dOrs, nieto del prestigioso ensayista y crico de arte  espitu, o sobre el papel de la religi y sus instituciones, y de su exitosa apuesta por la meditaci a trav de libros com

Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es hoy uno de los escritores y periodistas más interesantes del panorama de la cultura en español. Sus colaboraciones en la prensa y sus libros lo han convertido ya en uno de los más relevantes cronistas del presente. Baste recordar el extraordinario ejercicio de investigación y análisis que contienen libros suyos tan reveladores y conmovedores como “El Hambre” o compendios de crónicas como “Larga distancia”. De ahí que TURIA haya decidido entrevistarle para conocer mejor las claves de su trabajo creativo e informativo, así como sus opiniones sobre un amplio abanico de cuestiones de interés. 

Martín Caparrós cuenta, en la conversación con Emma Rodríguez,  que empezó en el periodismo por pura casualidad a los dieciséis años: “nunca decidí que quería ser periodista, escritor. Lo único que tengo claro es que desde siempre escribí”. A propósito del periodismo comprometido, Caparrós reconoce que “si un periodista tiene que jugarse la vida actualmente es porque su país ha fracasado en la construcción de una sociedad en la cual eso no sea necesario”. No obstante, apunta, “los medios que me interesan son los que no se dejan domesticar”.  

Caparrós mantiene su fascinación por algunos autores: “a Borges vuelvo siempre” pero confiesa: “no creo en la literatura como terapia, como algo que te ayude a asimilar nada”. Además, a propósito de cómo se combinan en su caso periodismo y ficción, responde: “lo que yo hago es escribir, cuando el referente es más real hablamos de periodismo y cuando lo es menos lo denominamos novela” 

Crítico con el vigente sistema económico y social, Martín Caparrós está convencido de que el capitalismo tiene reemplazo y lo habrá: “tratan de hacernos creer que no, que no hay ningún reemplazo posible para el capitalismo, pero eso es un absoluto disparate. Estudié Historia y una de las pocas cosas que aprendí con cierta convicción es que todos los sistemas políticos, económicos y sociales han caído y han cambiado, aunque, por supuesto, siempre se creyó, en cada momento, que nunca iban a caer y a ser reemplazados por otros. Ahora estamos en ese punto, no hay nada nuevo”. 

Preguntado por Argentina, Caparrós afirma que “es una especie de país calesita, en español tiovivo. Se dan vueltas, vueltas y vueltas, para siempre volver a lo mismo”. Y respecto a España, donde reside habitualmente entre viaje y viaje, considera que “ahora está infinitamente mejor que hace cincuenta años”.

Pablo dOrs (Madrid, 1963) es sacerdote catico, escritor y, por expresa designaci del Papa Francisco, consejero cultural del Vaticano. Tras conocer a Franz Jalics, funda en 2014 la asociaci Amigos del Desierto, cuyo propito es profundizar y promover la prtica de la meditaci. Ha publicado, entre otros libros, la llamada Trilog del silencio, conformada por El amigo del desierto, El olvido de s y Biograf del silencio, libro este timo publicado por Siruela y que ha constituido un auttico feneno editorial. E  novela Contra la juventud y recientemente su timo libro titulado ntusiasmo, ambos en la editorial Galaxia Gutenberg, que ha emprendido la edici de su obra completa.

Pablo dOrs, se muestra en la conversación que mantiene para TURIA con Fernando del Val tal cual es: afable, reflexivo y sincero a propósito de las relaciones entre arte y espiritualidad. Para él, “muchos agnósticos y no creyentes viven la dimensión espiritual desde la dimensión artística”. También asegura que “las instituciones deben estar al servicio de las personas y de los ideales por que fueron creadas”. 

Preguntado por el panorama actual del cristianismo, Pablo dOrs reconoce que la “religión es un producto cultural. Cambia y se transforma. Es necesario que así sea”. De ahí que, según él, el cristianismo haya de ser “releído desde la clave del silencio”. Por otra parte, “si tú crees en ti mismo, en los otros, en la vida y en el futuro, aunque no lo sepas, estás creyendo en Dios”. En cualquier caso, concluye dOrs, “el depósito de sabiduría que aporta el cristianismo es un patrimonio tan abrumador que yo prefiero definirme como cristiano antes que como librepensador”. 

Uno de los principales estudiosos de la vida y obra de Rafael Azcona, el riojano Luis Alberto Cabezón, publica en el nuevo número de TURIA su reciente descubrimiento: un poema del célebre guionista, fechado anteriormente a 1956. Titulado “Eros en la orilla”, está escrito en un momento en el que Rafael Azcona gozaba de cierta popularidad gracias a su personaje del “Repelente Niño Vicente”, publicado en libro y en las páginas de “La Codorniz”. Ese mismo año, Azcona publicaría dos novelas: “Cuando el toro se llama Felipe” y “Los muertos no se tocan, nene”. 

El poema de Azcona que ahora da a conocer TURIA es, según se nos indica, “el único de corte erótico que le conocemos”. Son versos que describen el encuentro de un joven en el río con una lavandera y, en opinión de Luis Alberto Cabezón, expresan “el deseo contenido y la necesidad de escapar de la realidad de uno mismo”. 

Azcona siempre se sintió escéptico sobre el valor de sus versos, así lo cuenta en el libro “Memorias de sobremesa”: “Como consecuencia de amar a alguien que no me hacía caso, traté, sin saber lo que hacía, de sublimar aquello y por mimetismo empecé a descargar mi frustración, o llámala como quieras, en unos papeles. Escribía remedando lo que había leído. Empecé con Amado Nervo, me da un poco de vergüenza decirlo ahora […] Luego, poco a poco, otras lecturas me fueron aclarando aquel lío […] Yo venero a Machado, me siento insultado cuando alguien lo desdeña, pero yo no sería el mismo de no haber leído a Neruda”.

No obstante, el que fuera guionista de títulos inolvidables del cine español (“El pisito”, “Plácido”, “El verdugo”, “El bosque animado”, “¡Ay, Carmela!” o “Belle Epoque”) tuvo también una inicial actividad poética que, si hacemos caso a Josefina Aldecoa, “está ya el anuncio de lo que va a ser su literatura. La muerte, la soledad, el escepticismo, el amor imposible”.