La revista divulgativa Teruel se refunda con un monográfico sobre los Amantes de Teruel

Tras un primer acto que tuvo lugar el 13 de agosto en Albentosa, en el contexto del II Certamen Internacional de Arte Salvador Victoria, el primer número del relanzamiento de la revista Teruel que edita el Instituto de Estudios Turolenses (IET) se presentó oficialmente  el pasado miércoles en el Museo Provincial de Teruel, donde responsables de la institución y dos de sus autores ofrecieron las pinceladas clave de este ejemplar, el número 97 de la colección, y de la nueva etapa que afronta la publicación.

El número 97 de Teruel aborda la figura de Diego de Marcilla e Isabel de Segura, los Amantes de Teruel, en profundidad, desde muy diferentes ámbitos y con la perspectiva que aportan diferentes expertos en historia, arte, literatura, cine o música. En palabras de Juan Villalba, subdirector del IET, se trata de un monográfico “de lujo” y, pese a la gran cantidad de bibliografía que existe sobre el tema, el objetivo de la obra, de 343 páginas, es convertirse en una obra de referencia obligatoria para cualquier acercamiento a la figura de los Amantes, texto obligatorio para estudiosos e investigadores y de valiosa referencia para todos los públicos interesados en la historia y patrimonio de Teruel.

La obra se abre con un artículo a la memoria de Conrado Guardiola Alcover (Valdeltormo, 1937-Sowningtown, Pensilvania 2017), profesor de Literatura Medieval en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE. UU.), y uno de los especialistas más reputados en la cuestión amantista, con obras como La verdad actual sobre los Amantes de Teruel, publicada en la colección Cartillas Turolenses del IET en 1988.

A partir de ahí el libro, concebido para que viera la luz a finales de 2017 o principios de 2018, coincidiendo con el 800 aniversario de la Leyenda de los Amantes, pero que ha terminado demorándose cinco años -lo mismo que Diego de Marcilla-, se estructura en seis extensos artículos escritos por Concepción Villanueva Morte y Alejandro Ríos Conejero; Fernando López Rajadel, Antonio Losantos; Diego Arribas; Francisco Javier Millán; y Jesús María Muneta.

En el artículo de los historiadores Villanueva y Ríos, titulado El marco histórico en la época de los Amantes: la villa de Teruel en el siglo XIII hacen precisamente eso, contextualizar el relato amantista con su tiempo. Como los propios autores advierten, no tratan de “poner fin a la discusión empezada hace cuatro siglos”, sobre la veracidad o no de los hechos o su naturaleza legendaria, sino analizar la situación histórica de Teruel entre 1169 y 1238.

De separar entre mito e historia se ocupa Fernando López Rajadel en La Leyenda de los Amantes de Teruel: origen del mito, fin de un enigma. El título ya avanza que López se desmarca del relato historicista que mantuvieron autores como el propio Conrado Guardiola, y que difícilmente se sostiene actualmente desde el análisis riguroso de la historia.

López Rajadel sostiene que la leyenda de los Amantes se originó en el siglo XV como un relato destinado a enaltecer el linaje de la familia de los Martínez de Marcilla, que comienza a divulgarse en romances populares en el XVI. En 1616 el secretario del Concejo de Teruel, Yagüe de Salas, dio por verídico el relato, utilizando para refutar a quienes lo ponían en duda dos momias encontradas en 1553 en unas obras en San Pedro, de las que no existe constancia que pertenezcan al linaje de los Marcilla o los Segura. Tras el hallazgo las momias ya se habían atribuido a los Amantes, “sin que sepamos el fundamento”, según López Rajadel.

Aunque esta argumentación y las referencias y pruebas documentales que la sustentan no es nueva, en la revista Teruel aparecen con el rigor y la profundidad suficientes para que Villalba considere que “marcan un antes y un después en la eterna disputa entre los amantistas a favor de la historicidad y los negacionistas”, y que en este caso llevan razón, “que la consideran una leyenda”.

A continuación Toni Losantos escribe El fin de la literatura amantista, donde ofrece una cata literaria a través de la que durante los últimos cinco siglos se ha mantenido viva la leyenda, “con cambios de estática y género acordes al gusto de cada época”. También presenta una interesante reflexión de cómo desde los años 50 del siglo XX los medios audiovisuales han ido sustituyendo a la literatura en la representación popular de Los Amantes, “lo que quizá presagie el agotamiento de la literatura como fórmula natural de la leyenda”.

El artista y crítico Diego Arribas se dedica, por su parte, a Los Amantes de Teruel en las Artes Plásticas, con un resumen de las principales obras plásticas que han sido inspiradas por la figura de Diego e Isabel y su leyenda, desde la pintura al arte mural urbano, pasando por escultura, dibujo, cómic, ilustración, cartelismo o preformance. También analiza la contribución de muchas de esas obras a la construcción de la seña de identidad turolense en relación a ese mito.

Además Javier Millán analiza la presencia de los Amantes en el cine, o más bien la ausencia, ya que el experto cinéfilo sostiene que apenas hay cine sobre el mito y que, el que existe, no aborda su historia de manera explícita. La única película documentada que narra la historia de Diego e Isabel se rodó en 1912 pero desapareció en un incendio y no se conserva ninguna copia. Así pues el cine sigue teniendo pendiente una adaptación de la leyenda amantista a la gran pantalla.

Por último el compositor Jesús María Muneta aporta su artículo investigando la relación de los Amantes con la música. Sus conclusiones son diferentes, ya que en su opinión desde el siglo XVI los Amantes de Teruel han sido tema central de numerosas composiciones musicales, en especial durante el siglo XIX. En el pasado reciente son especialmente conocidas las tres piezas amantinas para piano de Antón García Abril, y la más reciente el drama musical que compuso Javier Navarrete, estrenado el 8 de febrero de 2017 en San Pedro.

La recuperación de un santo y seña cultural del IET

Tras un parón de cuatro años en la publicación de la revista Teruel, el IET pretende retomar el pulso periódico a esta revista, con la intención de contar con los escritores y especialistas más reputados en los temas que se aborden y el objetivo de que vuelva a ser uno de sus buques insignias, además de otras como Turolenses, en el ámbito de la actualidad, o Turia en el de la literatura. El próximo número de la revista Teruel versará sobre el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Aragón, que se celebra en 2022 y su repercusión en la provincia de Teruel, mientras que el número 99 estará dedicado al 75 aniversario de la creación del Instituto de Estudios Turolenses, que se celebrará en 2023.