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La revista cultural Turia rinde homenaje al periodista alcañizano Darío Vidal La revista cultural Turia rinde homenaje al periodista alcañizano Darío Vidal
Imagen del periodista alcañizano Darío Vidal. Fotografía cedida por el periódico La Comarca

La revista cultural Turia rinde homenaje al periodista alcañizano Darío Vidal

Fue consejero de Cultura del Gobierno y escribió el guion de ‘El vencimiento del Dragón’
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Una de las señas de identidad de la revista literaria turolense Turia es que siempre ha tenido vocación internacional y universal sin que eso signifique alejar el foco de lo local. Por eso entre los protagonistas del próximo número, el 147 que se presenta en Badajoz el próximo 21 de junio, tiene entre sus principales contenidos un riguroso acercamiento a la personalidad y la obra profesional de uno de los más ilustres bajoaragoneses del siglo XX: el periodista y escritor Darío Vidal Llisterri (Alcañiz, 1934-2020). Entre estos contenidos netamente aragoneses la publicación del Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel (DPT) también rinde tributo al gran escritor de Calatayud José Verón Gormaz, con un artículo escrito por Javier Barreiro. Además, participan 24 autores aragoneses o radicados en el territorio en este nuevo número, ilustrado por el alcañizano Rubén Vidal.

Ironía, curiosidad, crítica

De Darío Vidal podría decirse que su perfil inquieto, siempre curioso e irónico en su mirada al mundo, su sólida formación intelectual, su talante crítico y emprendedor, hicieron de él un hombre abierto siempre a las novedades y a afrontar a los retos con criterio e inteligencia. Al mismo tiempo, fue también un individuo respetuoso con la historia, la identidad y las costumbres aragonesas más arraigadas, cuyo cultivo y rescate promovió.

En definitiva, y para definirlo de manera sintética pero certera, cabría decir de él que fue un digno heredero contemporáneo de aquellos brillantes humanistas alcañizanos del siglo XVI. Una pléyade de sabios y creadores que concitaron tanta admiración en su época que se llegó a describir a la ciudad de Alcañiz como la “madre fértil de los genios”.

Turia publica en su nuevo número una amplia aproximación a la figura y la obra de este escritor para que todos los lectores de la revista puedan conocer más y mejor a este alcañizano singular. Y lo hace a través de un extenso y original artículo elaborado por la periodista Eva Defior Grávalos, una voz autorizada pues no sólo lo conoció personalmente, sino que viene ejerciendo desde hace años como directora del periódico La Comarca, una de las empresas informativas bajoaragonesas cuyo surgimiento impulsó y de cuyas páginas fue Vidal asiduo colaborador.

Bajo el título de Darío Vidal Llisterri: referente identitario, genio y figura de Alcañiz (1934-2020), Eva Defior relata con acierto las aventuras vitales y profesionales, los afectos y los logros, de quien fue “un soñador impenitente, un periodista de raza, un genio aventurero y leal, un rescatador de tradiciones, un pesquisidor gastronómico y una suerte de caballero cultural de fuertes convicciones”. “Como buen hidalgo, no le faltaron el humor quijotesco ni calamidades de todo tipo y que le persiguieron siempre, probablemente ligadas a su gran corazón. Para él escribir fue algo necesario y fatal, amargo y gozoso, una parte de él casi orgánica en la que volcaba su espíritu inquieto. Cabalgó, siempre apegado a sus raíces, en busca de dos principales valores: la libertad y la verdad. Su recorrido no se desvió de otros dos: la lealtad y la integridad, lo que le convirtió en un referente respetado, pero también en un sufridor a veces incomprendido”, escribe Defior. La periodista subraya la importancia de su legado y describe sus muchos méritos por la infinidad de tareas acometidas a lo largo de su vida. En su opinión, “la identidad de Aragón le debe una prolífica divulgación de los valores aragoneses y el pionero ejercicio del periodismo en la España de la apertura democrática. Su trabajo durante sesenta años le convirtió en un humanista del Bajo Aragón de los que él tanto admiraba y le suma a la lista de los intelectuales más relevantes de Alcañiz del último medio siglo. Fue sin lugar a dudas uno de los autores contemporáneos más prolíficos en ahondar sobre las razones antropológicas que convertían su tierra bajoaragonesa en excepcional, tal y como él la veía”.

José Verón es otro de los protagonistas del número 174 de la revista Turia, que se presenta oficialmente el día 21 en Badajoz

Premiado y homenajeado entre ilustres y gentes de la tierra, fue impulsor del periódico Tele/eXprés, el primer rotativo privado de Barcelona; trabajó de forma simultánea en varios periódicos y revistas; fue consejero de Cultura del Gobierno de Aragón, fundador y vicepresidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, tres veces pregonero en la capital bajoaragonesa, enorme conversador, divertido y sagaz, fiel amigo y admirado padre de tres hijos. “Su legado cobra forma en una veintena de publicaciones, descansa sobre miles de textos periodísticos guardados en las hemerotecas a la espera de su necesaria recopilación y despierta cada 23 de abril en el Vencimiento del Dragón de Alcañiz”, señala Defior.

Este alcañizano nacido en el barrio de los Almudines heredó de su madre “el respeto a las tradiciones, la admiración por la mujer, y los recuerdos culinarios que siguió como una sombra durante toda su vida, llegando a ser un reconocido estudioso de la gastronomía aragonesa. De su padre, aplaudido periodista en Barcelona, recibió su espíritu intrépido y su forma apasionada de ejercer un oficio que siempre les unió”.

Además de graduarse en las primeras promociones de la Escuela Oficial de Periodismo de Barcelona, su inquietud intelectual le llevó también a licenciarse paralelamente en Filosofía Pura en la Universidad de Barcelona. Esta sólida formación cultural se percibirá en toda su obra tanto como articulista como ensayista: “Sus referencias a filósofos son constantes a lo largo de toda su producción escrita, con especial presencia de Camus, Rilke, o Heidegger. Como periodista y filósofo sintió la honesta pasión de la verdad socrática”.

Darío Vidal fue impulsor del gran reporterismo y pionero del periodismo de investigación. “Formó parte del núcleo fundador del vespertino Tele/eXprés en 1964, el periódico por el que peleó, se dejó el alma y fue parte de sí mismo. Se mantuvo leal a él hasta la última publicación, dieciséis años después”, indica Defior en su artículo. Además, durante los años setenta y primeros ochenta del pasado siglo, también se dedicó a la radio y a la televisión, donde participó en la puesta en marcha de nuevos programas y formatos.

Fue siempre Darío Vidal, según lo describiera Juan Luis Cebrián, director del periódico El País durante años, un periodista singular porque en él habitaba también “un escritor, un creador, un reinventor acertado y puntual de la realidad que le rodea. Y esta resulta la faceta más interesante de su actividad, la que de algún modo quedará en las grandes o pequeñas enciclopedias del periodismo español”.

En el artículo de Eva Defior se ahonda también en su vocación literaria o en su pasión por pilotar, que le permitió alcanzar una nueva e inspiradora dimensión de libertad. También se glosa su regreso a Aragón, en 1984, “herido de añoranza”. Y esa destacada presencia de Darío Vidal “sus convicciones firmes en torno al crecimiento constitucional del autogobierno y el progreso cultural se produce en un marco de la consolidación autonómica y la definición del aragonesismo que no pasa desapercibida en los círculos políticos”. Así, como independiente y a propuesta del fundador del PAR y segundo presidente democrático de nuestra Comunidad Autónoma, Hipólito Gómez de las Roces, se incorporó en 1987 como consejero de Cultura y Educación. Una etapa breve, de apenas año y medio, en la que practicó una gestión de la cultura de acompañamiento, sin dirigismos.

Se refugió en Alcañiz desde principios de los años noventa y ya no se movería de su ciudad natal, convirtiéndola en su ciudad nación e implicándose plenamente en todo tipo de actos e iniciativas. Como nos recuerda Eva Defior: “Siguió recibiendo encargos, impartiendo conferencias y escribiendo textos en revistas y numerosas publicaciones colectivas aragonesas. Sin embargo, sus manos dejaron un importante legado en otras dos áreas cardinales en su biografía: la defensa de la tradición del tambor en Alcañiz y la gastronomía popular, ambas arraigadas desde su infancia y heredadas de su familia. Cual tesoros, trató de darles explicación, investigar en sus orígenes y dejar constancia del sentido antropológico de un legado que fue más allá de lo experiencial. Buena prueba de ello son su permanente apoyo y colaboración al periódico La Comarca, sus estudios sobre el aceite del Bajo Aragón o su propuesta más popular: escribir y dirigir la representación de la leyenda El Vencimiento del Dragón”, una recreación que cada 23 de abril reúne en la plaza de España de Alcañiz a miles de personas que vibran con el espectáculo ideado por Darío Vidal y que “simboliza el valor de un pueblo que históricamente lidió por mantener su libertad no sólo con las armas, sino con la fuerza de la razón y del intelecto”.

Otras voces aragonesas

Entre el resto de voces aragonesas que aparecerán en el nuevo número de Turia, merece especial mención el artículo de Javier Barreiro sobre la obra poética de José Verón Gormaz, el gran escritor y magistral fotógrafo de Calatayud. Un texto que quiere ser un homenaje y una invitación permanente a la lectura de quien merecidamente obtuviera, en 2013, el Premio de las Letras Aragonesas.

Portada del último numero editado por la revista Turia

Subraya Barreiro la constancia y valía de la obra lírica de este ilustre bilbilitano, nacido en 1946 y muerto en 2021. Y lo hace indicándonos que, más allá de su profesión de ingeniero técnico agrícola, y de la belleza y trascendencia de su obra fotográfica, el elemento vertebrador de su trayectoria creativa fue la poesía: “Su generación fue la de los poetas nacidos en torno al año 1945, de la que formaron parte Manuel Estevan, Ignacio Prat, Joaquín Carbonell, Ángel Guinda y José Luis Trisán, por citar unos cuantos relativamente trascendentes por su calidad o popularidad, casi todos ya fallecidos. Como muchos de ellos, también fue hijuelo de los vanguardismos y, como amigo suyo desde mis inicios poéticos, sé de la impresión e influencia que le deparó la lectura de la antología castelletiana Nueve novísimos (1970)”.

Bajo el título de La obra poética de José Verón (1980-2020), se glosa la nutrida e interesante producción lírica del paisano de Marcial. Según Barreiro, sus poemarios “no surgen de planteamientos previos sino que se van conformando acordes a estados de ánimo, lecturas y elaboraciones aisladas sin demasiada vinculación con lo histórico”.

Los sumarios de Turia son siempre fruto de la integración, de un mestizaje que nos enriquece a todos y que es buena parte del secreto de la longevidad y buena salud de la revista cultural fundada en Teruel en 1983 y que recientemente ha obtenido el Premio Aragón, máximo reconocimiento institucional que otorga anualmente el ejecutivo aragonés. Según el fallo del jurado se ha valorado los “40 años de ininterrumpido compromiso con la cultura de Aragón mediante un proyecto editorial que aúna crítica literaria y creación del más alto nivel”.

Eso incluye seguir dando voces a los escritores de todo el mundo, pero también de Teruel y Aragón. Por ello en este nuevo número publican textos inéditos hasta 24 autores de la Comunidad Autónoma o muy vinculados a ella. Así, los lectores de Turia podrán disfrutar de la creatividad narrativa de la escritora zaragozana Isabel González, radicada en Madrid e infografista de El Mundo. En poesía, subrayar las aportaciones originales de Celia Carrasco Gil, Goya Gutiérrez, Antonio Martín Barrachina, Carmen Ruiz Fleta y Dalila Eslava.

No faltan en la sección monográfica, que la revista denomina Cartapacio y que se dedica a Arturo Barea, las aportaciones de relevantes estudiosos y autores aragoneses como Fernando Larraz y Juan Marqués. Otra de las secciones habituales es La isla, que contiene fragmentos del diario de Raúl Carlos Maícas ilustrados por Isidro Ferrer.

Más allá de las aportaciones ya comentadas sobre Darío Vidal y José Verón, hay que subrayar la nutrida presencia de aragoneses en la sección La Torre de Babel, dedicada a la crítica de libros en la que firman Aurora Cruzado Díaz, José Giménez Corbatón, David Lorenzo Cardiel, Miguel Mena, Julio José Ordovás, Agustín Pérez Leal, Pablo Pérez Rubio, Alejandro Ratia, Juan Villalba Sebastián y Jesús Villel.

La portada e ilustraciones interiores de esta nueva entrega de Turia son obras originales realizadas por el pintor alcañizano Rubén Vidal, uno de los creadores más contrastados y de mayor proyección que han generado las artes plásticas del Bajo Aragón en las últimas décadas, e hijo de periodista Darío Vidal.