La realizadora aragonesa Vicky Calavia presenta en Teruel su documental sobre racismo e intolerancia
Evita un paternalismo que no se echa de menos en ‘En tu piel’Por encima de consideraciones formales, en las que es autoridad la realizadora aragonesa Vicky Calavia, lo que más destaca de En tu piel es su vocación. Al contrario de lo que ocurre en algunos otros audiovisuales sobre la discriminación y la intolerancia, no muestra ni rastro de paternalismo, de lástima o de autocomplacencia. Esquiva el discurso buenista que en ocasiones esconde un sesgo supremacista involuntario –ayudemos a aquellos que son inferiores por ser diferentes, y hagámoslo obviando esas diferencias–. Se empeña en ponernos en los zapatos de personas diversas, por su etnia, su nacionalidad, su lengua nativa o su religión, para terminar concluyendo que sus problemas, sus rutinas y los asuntos que ocupan su vida son exactamente los mismos que los del resto de la gente. O podrían serlo, si no tuvieran el extra añadido de enfrentarse a la incomprensión de algunos. Y en otro sentido, es realmente meritorio como sin un guión cerrado la realizadora Vicky Calavia es capaz de dejar tan bien dibujados los retratos de diez desconocidos y meterlos en el ámbito de la familiaridad del espectador. Todo eso en 20 minutos.
La directora y programadora cultural visitó Teruel donde se presentó el documental En tu piel y su Guía Didáctica, editada por la dirección general de Igualdad y el Instituto Aragonés de la Juventud. El acto tuvo lugar en el Vicerrectorado y contó con la presencia de Paco Bailo (coautor de la guía); la directora general de Igualdad y Familia del Gobierno de Aragón, Teresa Sevillano; el director gerente del IAJ, Adrián Gimeno; Alexia Sanz, vicerrectora del Campus de Teruel, además de numerosos alumnos que llenaron el salón de actos.
El documental se inscribe dentro de las setenta medidas del Plan de Gestión para la Diversidad Cultural de Aragón aprobado el pasado mes de septiembre, para integrar a las personas de origen extranjero que residen en Aragón. “Hemos querido colocar frente a frente a personas de diferentes nacionalidades y también a españoles, es decir, aragoneses de origen y aragoneses de acogida, para conocernos, para ver cómo vivimos y cómo sentimos”, explicó ayer en la presentación Teresa Sevillano.
A la proyección del documental también asistieron el venezolano Howard Durán y Celia Galán, dos de los protagonistas junto a Alberto Esteban, Pablo Aguilar, Raquel Lorenzo, Rohkata Fall, Sebastián Coroian, Sheila Muñoz, Tomás Nieto y Ying Ying Alicia Chen Lu. Estos diez jóvenes de diversas nacionalidades, entre ellas la española, se autoentrevistan o, más exactamente, conversan en parejas sobre su vida diaria, sus preocupaciones, sus respectivas culturas o religiones, en un formato elegido así por Calavia para evitar el sesgo, la rigidez y las respuestas estudiadas que quizá hubiera provocado si ella hubiera sido la entrevistadora. “Hubiera sido mucho más fácil para mí porque hubiera podido guiar la conversación por donde yo hubiera querido”, admitió la zaragozana. “Pero no era eso lo que quería hacer”.
El documental cuenta con la música de Joaquín Pardinilla y termina con El extranjero de Bunbury, que entra en la última escena, cuando los entrevistados se quitan los zapatos y se intercambian las sillas con el de enfrente. Una declaración de intenciones que sintetiza con maravillosa economía de medios la filosofía del proyecto: “El otro puede parecernos diferente, extraño, y para entenderlo hay que ponerse en su piel y conocerlo. Si lo hacemos vemos que sus problemas son iguales a los nuestros”, explica Calavia. Incluso siendo españoles e integrados en nuestra comunidad natal “podemos habernos sentido excluidos o diferentes por diferentes motivos en el colegio, entre nuestros amigos, con nuestra familia... ¿a quién no le ha pasado esto?”.
De lo particular a lo general
Las diez personas que cuentan sus experiencias fueron seleccionadas por el departamento de Igualdad y Familia con algunas pautas de Calavia. “Tenían que ser al menos tantas chicas como chicos, tenían que estar representadas varias religiones, nacionalidades, dentro de las personas españolas quería una chica gitana y que fuera gente empática. A partir de ahí los conocí personalmente, los agrupé por parejas y fuimos a grabar”. Vicky Calavia propuso unas preguntas a cada uno para que le hiciera a su compañero de escena, aunque el resultado fue mucho más natural de lo que cabe esperar tratándose de adolescentes sin experiencia en televisión. “Fue un proceso muy chulo, porque al principio la cámara impone mucho, se reían, se quedaban callados sin saber qué decir... pero conforme más profundizábamos más cómodos se iban encontrando y más empatizaban con el otro”.
Y entre las anécdotas del rodaje, la directora cuenta que “no todo el mundo convocado quiso salir, porque la cámara es muy dura. Y hubo un caso de una chica árabe que estaba dispuesta pero su entorno no quiso que saliera”.
El documental y la guía serán de libre uso por el público general
En una primera fase, el documental se está exhibiendo por todo Aragón, “y hemos elegido la Universidad para hacerlo porque entendemos que los jóvenes tienen que implicarse especialmente”, explicó ayer Adrián Gimeno, director del IAJ, donde fue grabada la producción. “Además hemos preparado una guía didáctica para trabajar en los colegios. Creemos que desde edades tempranas se debe trabajar en el respeto a la diversidad cultural si queremos un presente y un futuro más amigable, diverso y respetuoso, para quitarnos los prejuicios que todos y todas tenemos o hemos podido tener”.
Más adelante En tu piel y los materiales que lo acompañan se abrirán en redes sociales y otras plataformas para que puedan ser accesibles por todo el público.