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La naturaleza y el ser humano en La naturaleza y el ser humano en
El escritor nació en Molina de Aragón, se mudó a los 6 años a Zaragoza y ahora vive en Alcañiz. Inés Ramón

La naturaleza y el ser humano en "Luz, más luz", de Martínez-Forega

El poeta afincado en Alcañiz presentó su último libro en Zaragoza
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Después de tres años sin nuevas publicaciones, el poeta y ensayista afincado en Alcañiz, Manuel Martínez-Forega, publica nuevo libro. Luz, más luz, es un recopilatorio de 30 poemas inéditos del escritor, que ha elaborado con tiempo y cariño. 

Con cierto aire escéptico, Martínez-Forega, trata de explicar en su obra, presentada este jueves en Zaragoza, el problema de las personas sobre lo que conocen, sobre sí mismos y sobre su capacidad de conocimiento, “la escisión que cada ser humano sufre”. Buscando además, un diálogo con la naturaleza, “que parece que se ha perdido ya en la poesía española”.

El autor aborda en su escritura una constante entre lo que uno es y lo que querría ser en el contexto en el que vive. “Algo evidentemente casi distópico si nos referimos a la sociedad en la que estamos sufriendo ultimamente todos los acontecimientos de crisis económica e información política”, indica. Para Martínez-Forega, este diálogo entre sí mismo, entre las varias personas que cada uno tenemos dentro, se suele traducir en la movilización existencial del ser humano hoy.

La escritora Isacia Ninawaman, define Luz, más luz, como “un intento de ruptura con los perfiles urbanos de una realidad atosigada por la exacerbación de la información política y su pragmatismo que ha casi liquidado el primordial significado humanístico de la existencia e impide una mirada horizontal, amplia y profunda sobre el sí mismo”.

Pero no solamente se trata en este libro de exponer esa situación, sino que va mas allá. En el análisis del escritor, los conflictos derivados de las distintas perspectivas y puntos de vista de la realidad, se pueden resolver con la poesía. 

No obstante, Martínez-Forega advierte que esa herramienta sería un elemento estético “que no cabe dentro del análisis puramente formal y general de la sociedad”, pero sí desde el punto de vista literario. 

Otro de los mensajes que manifiesta el libro sería el olvido de la naturaleza, del entorno natural. “El problema es que el ser humano que vive en la ciudad tiene siempre la mirada vertical, está buscando siempre la luz”, enuncia el autor. 

Pero en un entorno rodeado de edificios y trazado circulatorio, no se puede mirar hacia enfrente. “Mientras que el ser humano cuando está en el paisaje en medio del entorno natural, su mirada es amplia, horizontal, expansiva, con lo cual ese le produce una analogía con su propia necesidad espiritual, que es el conocimiento que va más allá del propio muro que nos imponen las ciudades”, asevera.

Así, el conjunto de poemas aborda el conflicto del ser humano y la naturaleza desde diversas perspectivas. En este sentido, Martínez-Forega reconoce ser partidario de regresar “de forma más contundente a un elemento que ha sido tradicionalmente poético” y que “ahora ha dejado de ser una referencia estética”, la naturaleza. 

La obra

El último libro de Martínez-Forega, recibe su título de las últimas palabras que pronunció Goethe justo antes de morir, "Luz, más luz!".  El escritor afincado en Alcañiz elimina, eso sí, las exclamaciones. “La exclamación de Goethe se produce en un momento de gran tensión, justo en la agonía porque son sus últimas palabras, y tienen ese arrebato de expresión crítica”, afirma. 

De esta manera, Luz, más luz, tiene un sentido afirmativo y contundente, “por la necesidad de que haya más luz, sobre todo en la circunstancia que estamos viviendo, en una sociedad que parece que no piensa en los individuos”. 

28 de los 30 poemas que componen la obra han sido escritos exclusivamente para formar parte de ella, aunque los dos restantes, fueron escritos por el autor tiempo atrás, “pero encajaban perfectamente con la serie y con este libro”, dice el escritor. Uno de ellos hace un homenaje a Ingmar Bergman, a su película El último sello, mientras que el otro es un poema que recibió el premio de poesía de miedo en 2009, El dolor de la luz.

El libro incluye además un apéndice con 6 fotografías de Berna Martínez-Forega, hija del escritor. Bajo el título de Láminas, estas fotografías están hechas expresamente para los poemas que ilustran. En cada una de ellas, aparece el título, el poema y el primer verso al que se refiere. Se trata del segundo trabajo en conjunto que realizan y es el primer libro fotopoemático de la Colección Olifante Ibérico. 

 

El autor

Manuel Martínez-Forega nació en Molina de Aragón, de donde adquirió la pasión por la naturaleza. Con apenas 6 años se mudó a Zaragoza, donde vivió hasta que conoció a su mujer, Inés Ramón, que trabaja en Alcañiz. Fue entonces cuando se trasladó a la capital del Bajo Aragón, aunque sigue considerando ambas ciudades como sus dos hogares.

El estilo del poeta denota escepticismo sobre la existencia. “Diríamos que de alguna forma, lo que se nos está trasladando desde las esferas políticas y sociales es que seamos cada vez más ignorantes”, señala el autor. “Es tan potente el sistema que uno se ve incapaz, siente cierta impotencia por transformar las cosas, y de ahí que casi toda mi poesía sea crítica o escéptica”, añade.