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La muestra ‘Tormentas’ del fotógrafo Juan Moro lleva a su máximo exponente la expresividad del retrato La muestra ‘Tormentas’ del fotógrafo Juan Moro lleva a su máximo exponente la expresividad del retrato
Juan Moro lleva a su máximo exponente la capacidad expresiva del retrato en la serie ‘Tormentas’, que puede verse en la Fonda del Tozal de Teruel. J. M.

La muestra ‘Tormentas’ del fotógrafo Juan Moro lleva a su máximo exponente la expresividad del retrato

Actividad de Teruel Punto Photo 2018 en la Fonda del Tozal
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Aunque nació en Madrid, hace 43 años, Juan Indio Moro está fuertemente vinculado a Zaragoza, donde se ha formado como fotógrafo y donde ha desarrollado la mayor parte de su trabajo. En 2007 abandonó la carrera militar para estudiar fotografía en la Escuela Spectrum Sotos de Zaragoza, cuya beca obtuvo en 2010 con Indio versus Rodin, una serie en la que experimentaba con uno de los géneros que le han granjeado mayor número de éxitos, el retrato. 

Considerado uno de los mejores especialistas en retrato de Aragón, Juan Moro fue uno de los ponentes que visitaron Teruel durante la serie de Masterclass que tuvieron lugar con motivo del Festival Teruel Punto Photo. Hasta el 31 de agosto, además, puede visitarse en la Fonda del Tozal su exposición Tormentas, que lleva al extremo las posibilidades expresivas de la fotografía en blanco y negro. 

Juan Moro ha definido el autorretrato como “el blues de la fotografía”, una atinadísima metáfora en el sentido que el autorretrato “es el traductor de tu alma y tu corazón, la mejor forma que tiene el fotógrafo para expresar cómo estás contigo mismo”. Si esto es así, Tormentas es un blues en modo menor lleno de alteraciones; melancólico, imprevisible, desasosegante y con tendencia a quedar impreso en nuestra memoria. En palabras de Moro, “es oscura e intenta dejar al observador tambaleándose”. Se trata de una serie bastante reciente, realizada a caballo entre 2016 y 2017, y que no está necesariamente cerrada. Su autor la define como la esencia “de lo que trato reflejar con los autorretratos, las transiciones de personalidad que tenemos todos”. 

Las imagenes evocan las tormentas personales e interiores, la locura, la multiplicidad del individuo mismo y los combates que la persona consciente libra contra sí mismo y contra su parte, o sus partes, inconscientes. Son una lección magistral sobre cómo el retrato, y más aún el autorretrato por cuanto la conexión entre fotógrafo y fotografía alcanza su máximo exponente, puede convertirse en un medio excelente para que encuentre acomodo gráfico y material no la mera realidad física y aprehensible, sino la irrealidad y el mundo personal de los sueños, de la locura, y de todo aquello que no podemos ver con los ojos, tocar con las manos o contar con las palabras.

Juan Moro, cuya obra puede verse por primera vez en la capital mudéjar con motivo de Teruel Punto Photo, expone una serie de autorretratos en clave baja, con múltiples exposiciones y una enorme capacidad expresiva que es casi una provocación contra la pasividad del observador. 

Como gurú de la fotografía en blanco y negro, Juan Moro explota la cuidadísima iluminación y la clave baja, una imagen que consigue una expresividad mágica, dramática y plena de tensión a través de contrastar al extremo las luces, haciendo que predominen las sombras y eliminando por completo los grises medios. “La clave baja me atrae mucho porque el fondo y el predominio del negro te permite eliminar muchos aspectos supérfluos y, gracias a la iluminación, destacar uno o dos rasgos en los que quieres que se concentre el observador, desestimando todos los demás”. Algo que explota a las mil maravillas en sus series de desnudos. “A veces”, asegura el fotógrafo, “poniendo un punto de luz sobre un pequeño rasgo, cuentas mucho más sobre una persona que con toda su fisionomía”. Por otra parte, el efecto perturbador que la clave baja tiene sobre el espectador “también me atrae especialmente”.

En el apartado técnico, Tormentas está formada esencialmente por imágenes de exposición lenta, de unos 30 segundos. En ese tiempo, un golpe de flash impresiona el sensor de Juan Moro dando una imagen nítida de su propio cuerpo, mientras que el movimiento durante el resto de la exposición crea esos juegos de siluetas y de desenfoques que dan la textura de humo al resto de figuras. 

En otros casos se trata de dobles o múltiples exposiciones, en este caso obtenidas a través de la edición. “Aunque no soy un purista en cuanto a editar o no las imágenes, normalmente trato de obtener la imagen que persigo en cámara”, asegura. “Pero determinados efectos expresivos solo pueden obtenerse en edición, exactamente igual que cuando en la fotografía química se superponían dos negativos, y en esos casos no tengo problemas en editar digitalmente”. 

Juan Moro ha tocado prácticamente todos los palos fotográficos, desde la deportiva hasta la social, pasando por el fotorreportaje o el paisaje. Son populares las imágenes de paracaidismo o de deportes extremos, aunque lo que mayor prestigio le ha granjeado es el retrato. De ese género le atrae sobre todo el reto que representa tratar de ser capaz de extraer la esencia de alguien a través de una imagen. “Un paisaje también puede tener una personalidad dada, pero nunca con tantos matices como los que puedes extraer al fotografiar una persona”. 

A pesar de todo, el retrato es para Juan Moro una creación artística y no un reflejo de la realidad, en el sentido que “podrías llegar a mentir sobre el carácter o la naturaleza de alguien a través del retrato, no solo a través de elementos técnicos que puedes utilizar sino del diálogo que estableces con el modelo”. “No hay que olvidar que en la fotografía de moda, por ejemplo, creas una ficción inventada”. 

Como especialista en retrato, Juan Moro se fija como elementos que convierten a una de estas fotografías en especial en detalles como “los microgestos, las manos, las manersa de mirar, o las pequeñas facciones que delatan alguna característica del modelo, y que el fotógrafo debe de ser capaz de poner de manifiesto”. 

Como el resto de exposiciones fotográficas de Teruel Punto Photo 2018, Tormentas de Juan Moro puede visitarse gratuitamente hasta el 31 de agosto, en su caso en La Fonda del Tozal.