La Muestra de Teatro y Danza Joven supera la pandemia cumpliendo un cuarto de siglo

Más de 80 jóvenes turolenses han desfilado durante la pasada semana por las tablas del teatro Marín de la capital, que entre los días 15 y 22 de junio acogió la vigesimoquinta edición de la Muestra de Teatro y Danza Joven de Teruel. Fueron siete montajes en total, puestos en marcha por cinco grupos de diferentes edades de la Escuela T de Teatro, además de las compañías escolares de los IES Segundo de Chomón y Vega del Turia. Tanto desde la concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Teruel como desde T de Teatro, colectivo decano en cuanto a la formación de jóvenes actrices y actores e impulsor de la muestra se hizo un balance muy positivo de ella, en cuanto a que se mantiene como un canal para visibilizar el trabajo que se viene realizando a lo largo del año, y como incentivo para que niños y jóvenes de 5 a 20 años sigan cultivando su pasión por las tablas.

La Muestra de Danza y Teatro nació hace más de dos décadas como un encuentro entre los grupos de teatro que se formaban en los centros escolares al calor de las actividades extraescolares que empezaron a impartirse. Desde entonces ha tenido varios formatos y momentos, se ha representado en el salón de actos del IES Vega del Turia, en el Palacio de Exposiciones, y desde el año pasado se realiza en el Teatro Marín, seguramente el mejor escenario para este tipo de actividades.

“No tiene color”, asegura Sixto Abril, “porque además también les hacemos a los alumnos una visita guiada por el teatro, les decimos qué es cada elemento y para que sirve, en el lado del escenario, y también en el lado de las butacas les contamos cómo hay que ir al teatro, por qué no hay que comer, como hay que actuar... Esa parte educativa para el actor y para el espectador es sagrada, y para ellos, sobre todo los más pequeños, es muy emocionante estar allí”.

Otra cosa es que la Muestra de Teatro y Danza pudiera llegar a más sitios. La concentración de todas las obras en una sola semana o los horarios limita la cantidad de público. “Al final se trata de un público familiar y muy cercano a los miembros de los propios grupos. Y nos gustaría que quizá los colegios pudieran asistir a algún pase por las mañanas, por ejemplo, para fomentar la cultura de acudir al teatro y de las artes escénicas a la gente que no está vinculada”.

Y es que además los montajes, en muchos casos, solo se representan una vez, durante la Muestra. “Ojalá se representaran más veces, o se fueran repartiendo entre los fines de semana... aunque eso tendría sus complicaciones. Durante el año no puedes exigirle demasiado a los chavales, pero en junio cuando ya han terminado sus exámenes podría ser interesante poder realizar las obras un par de veces. Que los niños vean lo que hacen otros niños también es muy motivador”, explica Sixto Abril. “Pero sé que este tipo de cosas son muy complejas, hay que pensarlas con mucha antelación y pensarlas muy bien”, añade el director de T de Teatro.

El teatro de la educación

El elemento educativo es inherente a la manera con la que T de Teatro entiende la escena. De hecho los cinco montajes que realizaron los grupos de la escuela reflexionan sobre problemas que les afectan y que necesitan resolver. “Los jóvenes y los adolescentes nos cuentan sus historias, lo que les pasa en clase y en casa... Entonces lo llevamos primero a la improvisación, que trabajamos mucho en clase, y a partir de ahí lo transformamos, le damos su dramaturgia y esas historias salen en escena. Y funciona, porque lo viven como algo suyo y se identifican con el personaje”, afirma Abril. “A veces incluso les llevamos a interpretar al personaje contrario para que vean lo mismo desde el otro punto de vista y tengan la oportunidad de empatizar”.

El grupo infantil (de 5 a 11 años) representó Conflictos en el Mundo de los Cuentos, donde tuvieron ocasión de cambiar, darles la vuelta y actualizar esos conflictos de los cuentos populares tradicionales. Los juveniles (12 a 15 años) hablaron en A veces no encontramos las palabras sobre los conflictos que genera el contenido viral en las redes sociales, el bullying, la diversidad y las relaciones con los padres, y el grupo adolescente (16 a 21 años) se metió nada menos que con Hamlet. “Nos interesa mucho que conozcan el teatro clásico, y a ellos les motiva mucho porque esto no es impuesto, como en el cole que a veces les obligan a leer determinados libros. Aquí leen en texto, lo viven, expresan su emoción y se dan cuenta de que no es tan diferente lo que escribió Shakespeare con lo que les pasa todos los días a ellos. Son historias de amor, de desamor, de locura... Es universo de Shakespeare no es tan distinto al de los jóvenes de hoy”.

Por su parte, los dos grupos adultos realizaron sendos montajes, la comedia Cosas de madres, sobre tópicos y situaciones divertidas que general las relaciones maternofiliales, y Locas x Lorca, recapitulando episodios, poemas o fragmentos destacados de obras del granadino.

Por su parte el jueves, 16, actuaron los grupos del IES Segundo de Chomón y el IES Vega del Turia, con el espectáculo de danza contemporánea Danza Chomón y Microteatro a escena, respectivamente.

El mundo del teatro comienza a ver la luz tras dos años en los que no apenas se han podido estrenar obras y en los que ha sido realmente complejo ensayar o impartir clases. “Tras las restricciones hemos mantenido la posibilidad de que un alumno siga las clases desde casa para cuando alguno estaba enfermo o tenía un contacto cercano de covid, y nos ha permitido que nadie perdiera clases”. Sin embargo cuando el formato online es el único posible la formación se resiente enormemente.

Sin embargo los grupos vinculados al teatro no profesional, ya sea aficionado o escolar, mantienen su actividad contra viento o marea. Y la Muestra de Teatro y Baile Joven es en ocasiones el único canal para darse a entender.