La Fundación de Albarracín iguala en 2018 las actividades de los años buenos

La Fundación Santa María de Albarracín ha cerrado un 2018 de intensa actividad cultural con un total de 120 eventos, una cifra con la que iguala las de los años previos de la crisis, en los que se llegó a un máximo de 123 acciones. Además, continua en la línea ascendente que recuperó ya en el año 2014 en lo que respecta al numero de participantes, con un total de 5.272.

El gerente de la entidad, Antonio Jiménez, se mostró orgulloso de las cifras obtenidas y que se deben a que Albarracín ha incrementado su proyección cultural. Incidió en que además la mayor parte de esas 120 citas llevadas a cabo a lo largo del pasado ejercicio no se han limitado a actos puntuales, sino que han sido cursos, congresos o exposiciones que se han prolongado durante, al menos, dos o tres días. Además, destacó que la cifra alcanzada el pasado año solo fue superada en los años 2004 y 2008, cuando se llevaron a cabo un total de 123 y 122 acciones culturales, respectivamente. De esas actividades, un total de 53 fueron organizadas por la propia entidad y el resto (67) contratadas por organismos externos. Esta incesante actividad llevada a cabo durante el pasado ejercicio convierte el Palacio de Exposiciones de Albarracín en un referente en el turismo congresual de la provincia de Teruel.

Por otro lado, Jiménez destacó que buena parte de esos eventos se solapan entre sí y la Fundación ha acogido a la vez cursos de restauración, congresos especializados y restauraciones realizadas a través del Centro de Restauración de la ciudad, tanto de bienes muebles como inmuebles. 

El motor que mueve a la entidad lo constituyen cinco personas que son las que se ocupan de la administración y la coordinación de todas las acciones. Sin embargo, la plantilla media se sitúa durante el año en torno a una veintena de personas, que en 2018 llegaron a rozar la treintena en momentos puntuales. 

En cuanto al número de participantes, el gerente de la entidad destacó que llegar a los 5.272 supone “quintuplicar la población de Albarracín” y comentó que solo una pequeña parte del público lo constituyen los propios lugareños. “Nuestras actividades no son para el entretenimiento local, aunque por supuesto están abiertas a los vecinos, pero están planteadas para atraer a gente de fuera, a los usuarios de la zona se dirigen otras entidades, como el Ayuntamiento o la Comarca”, especificó.

No todo el mundo entra

En lo que se ha notado un leve descenso, con respecto a 2017, es en el número de visitantes de los Espacios y tesoros de la entidad, que ha sido de 40.156, un 1% por debajo de los 40.585 logrados en el ejercicio anterior. De todas formas, Jiménez recordó al respecto que en 2017 se registró un incremente de un 16,5% con respecto a 2016, “unos niveles que eran muy difíciles de mantener”. 

Además, puntualizó que aunque el número de visitantes que ha tenido la ciudad ha sido igual o incluso superior, esto no siempre se traduce en una mayor entrada a los museos: “Es el turismo sosegado el que busca profundizar en el conocimiento, las masas difícilmente lo hacen”, aseveró.

Lo que sí se ha incrementado, aunque testimonialmente, y mantiene la línea ascendente iniciada en 2013 es el número de personas atendidas en el Centro de Recepción de Visitantes, que se ha elevado a 41.278. 

Por otro lado, a lo largo de 2018 la Fundación Santa María ha recibido dos reconocimientos, el  primer premio de la categoría de Patrimonio Cultural del Festival Terras Sem Sombra, en el Alentejo de Portugal, y, por otro lado, el director recibió la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, una distinción que concede el Ministerio de Cultura.

El trabajo que la entidad está llevando a cabo en Albarracín es conocido a nivel nacional y Jiménez participa cada año en diversas charlas y simposios de todo el territorio español para ofrecer los ingredientes que constituyen la fórmula mágica que en Albarracín crea en empleo a través del patrimonio y la cultura. El responsable matiza que además de ser invitado a diversos foros, también han recibido la visita de responsables municipales y técnicos de patrimonio y turismo de diversos lugares. “Algunos me dicen que conocer nuestro trabajo les supone un chute de energía y les afianza la creencia de que es necesario preservar el patrimonio”, comenta el responsable. 

A lo largo de 2018 se concluyó la restauración de la ermita del Carmen, inaugurada para Santa María de Oriente, cuya onomástica se celebra el 8 de septiembre. Además, la entidad ejecutó la primera fase para la reconversión de la antigua Casa de la Comunidad como Museo del Territorio. A estas intervenciones hay que sumar la actualización de infraestructuras realizadas en la residencia de Santa María. Y es que, como apuntó Antonio Jiménez, los edificios necesitan, tras 23 años en funcionamiento, diversas intervenciones, como la renovación de baños o la mejora en los aislamientos y cubiertas. 

Entre los objetivos que se ha fijado la entidad para 2019 está continuar el trabajo de mejora de infraestructuras en la Casa de los Pintores y llevar a cabo la segunda y última fase del Museo del Territorio. El objetivo es presentar el acondicionamiento del edificio el próximo 8 de septiembre, aunque, como advirtió ayer Jiménez, el primer paso es que se apruebe en la próxima reunión del patronato, que tendrá lugar este mes de enero. Los trabajos que faltan por ejecutar tendrán un coste que rondará los 170.000 euros, según calculó el propio gerente de la Fundación Santa María, quien matizó que en la primera fase se han invertido en torno a los 40.000 euros. 

El presupuesto con el que contó la entidad a lo largo de 2018 se elevó a 1,1 millones de euros, en los que se incluyen tanto los gastos de funcionamiento como la organización de las actividades. En torno al 30% del presupuesto procede de fondos propios mientras que el resto se obtiene a través de subvenciones públicas y de ayudas procedentes de entidades privadas.

Jiménez definió la Fundación Santa María como un “producto estratégico que ha afianzado un territorio y que genera empleo”, lo que a su juicio es “claro ejemplo de antídoto ante la despoblación”. 

Ayuda de Europa

La Fundación Santa María quiere buscar apoyos en otros espacios donde el patrimonio genera un gran número de visitantes para solicitar ayuda a Europa con el fin de buscar soluciones para los problemas que produce la afluencia masiva de visitantes en espacios con poca población y dificultades, por tanto, para absorber esa llegada de personas. De momento se trata, según aclaró Antonio Jiménez, de una idea, aunque ya han mantenido contactos con algunos lugares de la zona del Alentejo portugués y con responsables municipales del sur de Francia para formar un equipo de trabajo conjunto. Como el gerente de la Fundación ha mantenido en diversos foros, “las masas turísticas pueden poner en peligro una dinámica coherente en materia patrimonial”. Por eso, a su juicio, es tan importante lograr un equilibrio entre afluencia de visitantes y respeto por el patrimonio. Recalcó que “hay métodos”, pero para desarrollarlos se debería tener en cuenta la opinión de los expertos “y concienciar a los más cercanos, a la población local”, dijo.  Aunque todavía es una idea, el gerente ya ha mantenido contactos con la Diputación de Teruel y el objetivo es articularlo en los próximos meses, siempre y cuando sea aprobado por el patronato de este mes de enero.