La Asociación Autismo Teruel salió de nuevo a la calle para compartir una jornada de fiesta y dar visibilidad a este colectivo
La fiesta del Día Mundial del Autismo sale a la calle y viste de color azul la fuente del Torico
Hinchables, un fotocol, una mesa informativa y la iluminación dan visibilidad a este colectivo
La Asociación Autismo Teruel salió este sábado a la calle para conmemorar el Día Mundial del Autismo y dar visibilidad a la realidad de este colectivo. Para ello se repitió la experiencia del año anterior y se sacaron hinchables a la calle para compartir un rato de esparcimiento con el resto de vecinos de la capital. Además, por la tarde se tiñó la fuente de la plaza del Torico de azul.
Junto a las colchonetas, la asociación desplegó una mesa informativa y un fotocol. Allí, la presidenta de Autismo Teruel, Sofía Vicente, aseguró que “lo importante es que la gente conozca el autismo y sea consciente que tienen una problemática y que tienen que adaptarlos e integrarlos a la sociedad”.
La fiesta se celebró sin música ni ruidos estridentes para que todos los muchachos.
Bajo la premisa de dar visibilidad a la realidad de las personas con autismo, Vicente explicó que “la imagen que se tiene del autismo pues es la imagen del niño totalmente que no responde a estímulos, pero dentro del autismo hay muchos grados”. Además, la presidenta de Autismo Teruel recordó que “cada vez se diagnostican más autistas” y que “los tratamientos son mejores”. Sofía Vicente reconoció que “la gente está más concienciada y lo acepta mejor. De hecho, los niños suelen ir a colegios ordinarios y los compañeros los tratan súper bien y los quieren muy bien. Hay muchos grados, y así hay niños que pueden ir a colegios normales y hay otros niños para los que es imposible”.
La actividad comenzó en la plaza de San Juan de la capital puntual a las 11:00 horas y apenas tardó unos minutos en llenarse de pequeños compartiendo una mañana de diversión mientras sus padres se interesaban por las actividades de la asociación en la mesa informativa.
La Asociación Autismo Teruel agrupa a más de 150 familias y entre sus socios hay 18 niños y un adulto autistas. Actividades como la de este sábado permiten a familias de niños autistas conozcan la existencia de la Asociación y, si les interesa, que puedan inscribirse. “Y tiene bastante aceptación”, aseguró un socio veterano en la mesa informativa.
“Lo ideal es que se asocien a cualquier edad, porque además también nos estamos encontrando gente que es más mayor. Y no están diagnosticados. Mucha gente me llama para preguntarme cuáles son como las características del autismo, incluso tenemos alguna persona que ya adulta le hemos ayudado a que le empiecen a ver si tiene autismo o no tiene autismo”, explicó la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero.
Desde la Asociación se ayuda a las familias “a realizar trámites con la trabajadora social” para hacer los trámites de la dependencia y de la discapacidad y añadió que disponen de “un programa de estimulación acuática para que, a través de la natación, los niños mejoren su motricidad, la interacción social, porque así aprenden a recibir instrucciones y a cumplirlas, y también se les estimula que se comuniquen”.
También se ofrece un programa de respiro familiar en los sábados y durante las vacaciones “para que las familias dispongan de un tiempo para hacer sus actividades, mientras los niños hacen juegos que les sirven también para socializar”, dijo la presidenta.
El cometido de la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero, está centrado en “la familia ya las personas con autismo adolescentes o adultos”, dijo. “Lo que hacemos con los adolescentes y adultos es hacer como jornadas de convivencia para irnos a dar un paseo o otras cosas un poco más adultos. Luego tenemos motricidad y ahí también van todos los socios que tenemos, y entonces lo tenemos contratado con una empresa”. Herrero explicó que la Asociación sufraga una parte de las consultas y el socio, otra. “Estamos financiados por subvenciones, pero no llega para todo. Y es muy importante además las subvenciones porque es que las terapias son muy caras”, recalcó.
Para mejorar la motricidad de los muchachos se recurre a la estimulación acuática. Para mejorar sus habilidades sociales se desarrollan jornadas de convivencia. “En febrero hicimos una comida y un encuentro de socios, donde también trajimos a una terapeuta para que les dieran también consejos, porque también hacemos formación para familias. Claro, es muy importante. Es muy importante para la formación para las familias”, explicó.
La trabajadora social quiso desligar a la persona de la situación sobrevenida que supone el autismo. “cuando trabajamos con el autismo la persona no es el autismo, primero es una persona y luego tiene autismo”, sentenció.
Sandra Herrero reconoció que todavía hacen falta talleres de gestión de las emociones “porque una de las cosas que también suele pasar es característica, es la gestión de las emociones”.
Autismo Teruel continuará con su programación el miércoles 10 de abril, con dos propuestas en el Campus de Teruel. A las 10.00 horas, se realizará un cine-fórum con la proyección del documental Octubre, realizado por Carlos Tejero, de AMO, la Asociación de autismo y otros trastornos zona oriental de Huesca.
Por la tarde, a las 19.00 horas, en el salón de actos Amparo Sánchez en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, se llevará a cabo la jornada ¿TEApetece que hablemos? donde se podrá escuchar a varias especialistas hablar sobre autismo y testimonios de familias, además del de la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero, y la charla de la especialista en Audición y Lenguaje de la Salle, Elena Amador, y de Sonia Soriano, de NeuroTeruel
Carlos Gómez tiene 24 años, dos titulaciones de Formación Profesional (TCAE y en Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal) y también tiene síndrome de Asperger.
Gómez participó en la actividad de la Asociación Autismo Teruel para dar visibilidad a la situación de este colectivo. Una cita que considera “importante porque las personas que padecen este trastorno lo tienen de nacimiento, se tiene para siempre y es una cosa que te impide muchas veces relacionarte de una manera normal”, explicó.
Sobre la importancia de que la gente de su entorno hubiera tenido más información sorbe el autismo, Carlos Gómez recordó que a él no se le diagnosticó hasta que tuvo 15 años. “Y me lo tuvieron que diagnosticar por lo privado”, añadió, para sentenciar a continuación que “hay poco conocimiento. ¡Lo conozco poco yo mismo, que lo padezco!”.
Recalcó cómo su trastorno afecta “sobre todo en las relaciones sociales”, refiriéndose a que “en el colegio somo gente a la que nos hacen mucho acoso escolar. A las personas que somos más retraídos, que somos de otra forma nos lo suelen hacer pasar mal en la etapa escolar”, reconoció con resignación.
Gómez explicó que “somos más de otra forma, percibimos el mundo de otra manera. Para nosotros son más importantes otras cosas y no siempre encajas”. Y aseguró que modelos como Sheldon Cooper, de la sitcom The Big Bang Theory no ayuda por estar demasiado exagerado.
Recordó cómo le condicionan a la hora de relacionarse su percepción diferente de las cosas, sobre todo de los horarios, las rutinas y la puntualidad, y sus problemas para entender los dobles sentidos y las ironías. “Esas cosas no las entendemos. Tenemos una manera muy analítica y muy literal de entender el mundo”, afirmó.
Carlos Gómez trabaja como gerocultor en un centro de mayores como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería.
Junto a las colchonetas, la asociación desplegó una mesa informativa y un fotocol. Allí, la presidenta de Autismo Teruel, Sofía Vicente, aseguró que “lo importante es que la gente conozca el autismo y sea consciente que tienen una problemática y que tienen que adaptarlos e integrarlos a la sociedad”.
La fiesta se celebró sin música ni ruidos estridentes para que todos los muchachos.
Bajo la premisa de dar visibilidad a la realidad de las personas con autismo, Vicente explicó que “la imagen que se tiene del autismo pues es la imagen del niño totalmente que no responde a estímulos, pero dentro del autismo hay muchos grados”. Además, la presidenta de Autismo Teruel recordó que “cada vez se diagnostican más autistas” y que “los tratamientos son mejores”. Sofía Vicente reconoció que “la gente está más concienciada y lo acepta mejor. De hecho, los niños suelen ir a colegios ordinarios y los compañeros los tratan súper bien y los quieren muy bien. Hay muchos grados, y así hay niños que pueden ir a colegios normales y hay otros niños para los que es imposible”.
La actividad comenzó en la plaza de San Juan de la capital puntual a las 11:00 horas y apenas tardó unos minutos en llenarse de pequeños compartiendo una mañana de diversión mientras sus padres se interesaban por las actividades de la asociación en la mesa informativa.
La Asociación Autismo Teruel agrupa a más de 150 familias y entre sus socios hay 18 niños y un adulto autistas. Actividades como la de este sábado permiten a familias de niños autistas conozcan la existencia de la Asociación y, si les interesa, que puedan inscribirse. “Y tiene bastante aceptación”, aseguró un socio veterano en la mesa informativa.
“Lo ideal es que se asocien a cualquier edad, porque además también nos estamos encontrando gente que es más mayor. Y no están diagnosticados. Mucha gente me llama para preguntarme cuáles son como las características del autismo, incluso tenemos alguna persona que ya adulta le hemos ayudado a que le empiecen a ver si tiene autismo o no tiene autismo”, explicó la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero.
Desde la Asociación se ayuda a las familias “a realizar trámites con la trabajadora social” para hacer los trámites de la dependencia y de la discapacidad y añadió que disponen de “un programa de estimulación acuática para que, a través de la natación, los niños mejoren su motricidad, la interacción social, porque así aprenden a recibir instrucciones y a cumplirlas, y también se les estimula que se comuniquen”.
También se ofrece un programa de respiro familiar en los sábados y durante las vacaciones “para que las familias dispongan de un tiempo para hacer sus actividades, mientras los niños hacen juegos que les sirven también para socializar”, dijo la presidenta.
El cometido de la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero, está centrado en “la familia ya las personas con autismo adolescentes o adultos”, dijo. “Lo que hacemos con los adolescentes y adultos es hacer como jornadas de convivencia para irnos a dar un paseo o otras cosas un poco más adultos. Luego tenemos motricidad y ahí también van todos los socios que tenemos, y entonces lo tenemos contratado con una empresa”. Herrero explicó que la Asociación sufraga una parte de las consultas y el socio, otra. “Estamos financiados por subvenciones, pero no llega para todo. Y es muy importante además las subvenciones porque es que las terapias son muy caras”, recalcó.
Para mejorar la motricidad de los muchachos se recurre a la estimulación acuática. Para mejorar sus habilidades sociales se desarrollan jornadas de convivencia. “En febrero hicimos una comida y un encuentro de socios, donde también trajimos a una terapeuta para que les dieran también consejos, porque también hacemos formación para familias. Claro, es muy importante. Es muy importante para la formación para las familias”, explicó.
La trabajadora social quiso desligar a la persona de la situación sobrevenida que supone el autismo. “cuando trabajamos con el autismo la persona no es el autismo, primero es una persona y luego tiene autismo”, sentenció.
Sandra Herrero reconoció que todavía hacen falta talleres de gestión de las emociones “porque una de las cosas que también suele pasar es característica, es la gestión de las emociones”.
Autismo Teruel continuará con su programación el miércoles 10 de abril, con dos propuestas en el Campus de Teruel. A las 10.00 horas, se realizará un cine-fórum con la proyección del documental Octubre, realizado por Carlos Tejero, de AMO, la Asociación de autismo y otros trastornos zona oriental de Huesca.
Por la tarde, a las 19.00 horas, en el salón de actos Amparo Sánchez en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, se llevará a cabo la jornada ¿TEApetece que hablemos? donde se podrá escuchar a varias especialistas hablar sobre autismo y testimonios de familias, además del de la trabajadora social de la Asociación, Sandra Herrero, y la charla de la especialista en Audición y Lenguaje de la Salle, Elena Amador, y de Sonia Soriano, de NeuroTeruel
“Percibimos el mundo de otra manera, somos de otra forma”
Carlos Gómez tiene 24 años, dos titulaciones de Formación Profesional (TCAE y en Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal) y también tiene síndrome de Asperger.
Gómez participó en la actividad de la Asociación Autismo Teruel para dar visibilidad a la situación de este colectivo. Una cita que considera “importante porque las personas que padecen este trastorno lo tienen de nacimiento, se tiene para siempre y es una cosa que te impide muchas veces relacionarte de una manera normal”, explicó.
Sobre la importancia de que la gente de su entorno hubiera tenido más información sorbe el autismo, Carlos Gómez recordó que a él no se le diagnosticó hasta que tuvo 15 años. “Y me lo tuvieron que diagnosticar por lo privado”, añadió, para sentenciar a continuación que “hay poco conocimiento. ¡Lo conozco poco yo mismo, que lo padezco!”.
Recalcó cómo su trastorno afecta “sobre todo en las relaciones sociales”, refiriéndose a que “en el colegio somo gente a la que nos hacen mucho acoso escolar. A las personas que somos más retraídos, que somos de otra forma nos lo suelen hacer pasar mal en la etapa escolar”, reconoció con resignación.
Gómez explicó que “somos más de otra forma, percibimos el mundo de otra manera. Para nosotros son más importantes otras cosas y no siempre encajas”. Y aseguró que modelos como Sheldon Cooper, de la sitcom The Big Bang Theory no ayuda por estar demasiado exagerado.
Recordó cómo le condicionan a la hora de relacionarse su percepción diferente de las cosas, sobre todo de los horarios, las rutinas y la puntualidad, y sus problemas para entender los dobles sentidos y las ironías. “Esas cosas no las entendemos. Tenemos una manera muy analítica y muy literal de entender el mundo”, afirmó.
Carlos Gómez trabaja como gerocultor en un centro de mayores como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería.