La Feria del Libro crece un 14% en ventas con una excelente respuesta del público
El misterio, la historia y los autores locales acaparan las presentaciones en la última jornadaLas cifras de ventas de la última Feria del Libro y Cómic de Teruel han superado a las de la edición de 2019, la última presencial que se hizo antes de la pandemia, ya que el año pasado por el coronavirus se hicieron solo presentaciones de manera virtual y los puestos de venta en La Glorieta tuvieron que suspenderse. La edición de este año ha contado con una gran afluencia de público pero que ha ido acudiendo de forma escalonada y sin aglomeraciones, lo que ha permitido cumplir con las medidas sanitarias por la Covid. En total se han vendido desde el pasado jueves en torno a 2.850 libros, un 14% más que en la edición de hace dos años.
La VI Feria del Libro y Cómic de Teruel se cerró con éxito y unos buenos resultados de ventas después de que los turolenses hayan respondido muy bien y demostraron que tenían ganas de que se celebrara al tener que suspenderla el año pasado. Regresará en mayo de 2022 y con independencia de cuál sea la situación de la pandemia para esas fechas, hay novedades de este año que se mantendrán, como los recorridos para que la visita sea más fluida, la disposición de las casetas de venta, y el streaming para difundir por las redes sociales las presentaciones en directo que se hacen de los libros por parte de sus autores.
El director de la feria, Joaquín Guillén, destacó que la misma había “vuelto con mucha fuerza”, como lo ponía de manifiesto el número de ventas, aproximadamente unos 2.850 libros, lo que supone un 14% más que en 2019, último año que pudo celebrarse de forma presencial al resultar imposible en la edición de 2020, que solo pudo hacerse de forma virtual.
Guillén valoró que se hubiesen cumplido las medidas de seguridad sanitaria y que la afluencia del público había sido muy escalonada durante los cuatro días. Los turolenses tenían ganas de feria y el director del evento comentó que a diferencia de otros años en los que había días flojos como el jueves o la tarde del viernes, en esta ocasión los libresros con mayor proyección como los Planeta, como por parte de los escritores locales “que también han traído mucha gente”.
El tiempo ha acompañado igualmente durante los cuatro días que ha durado, y para Guillén ha sido una "feria redonda", por lo que aseguró que los organizadores están "muy contentos" teniendo en cuenta además la situación incierta a la que se enfrentaban por la COVID-19.
"La respuesta de público ha sido buena", comentó Guillén, quien destacó que hubo funcionado muy bien que las firmas de ejemplares se hubiesen partido en varios periodos para evitar aglomeraciones en el caso de autores consagrados y muy seguidos en Teruel como Javier Sierra. El director agradeció el "comportamiento ejemplar" de los turolenses y al "apoyo de las instituciones",
Guillén valoró por otra parte la buena sensación con las "grandes estrellas" y las editoriales más potentes como Planeta, que se había quedado con la sensación de que era una "feria amable, cómoda y relajada en la que se vende mucho y se puede dialogar entre los lectores y los escritos ”como un“ punto de encuentro ”que acerca de los autores al público.
Comentó en este sentido que Teruel era una gran desconocida para los grandes autores y los sellos editoriales," pero ya nos conocen y quieren volver " . El regreso adelantó que tendrá lugar en mayo de 2022 y que las difusiones en streaming de las presentaciones seguirán haciéndose. Guillén manifestó desconocer si verdaderamente ese formato fomenta la venta de libros, pero sí tuvo claro que “ayuda a generar conciencia lectora”.
La jornada del domingo arrancó a primera hora con la presencia del lustrador de libros David Guirao, que presentó sus últimas novedades editoriales y firmó ejemplares antes de que Prames presentara el libro de Chusé Bolea Almugavares, una obra también profusamente ilustrada por su propio autor sobre estos increíbles mercenarios aragoneses de la Edad Media.
Bolea, que ya abordó hace diez años el tema de los almogávares, regresa ahora con el mismo tema para contar la historia de este pueblo apátrida dedicado a “vivir de la guerra” y que logró derrotar a grandes ejércitos pese a que contaban con escasísimos medios , básicamente con una espada y una lanza. El autor destacó la rigurosa recuperación histórica que se ha hecho en Teruel de estos mercenarios a través de los grupos recreacionistas.
La historia medieval siguió presente por la mañana con el escritor e historiador José Luis Corral, que presentó las novelas El Conquistador (Ediciones B, 2020), sobre Jaime I, y su más reciente trabajo, La reina olvidada (Doce Robles, 2021), sobre Petronila.
Considerado por los lectores como el gran maestro de la novela histórica, Corral recordó que utiliza la ficción como un recurso verosímil para reconstruir la historia, e incidió en la "parcialidad" que existe en los documentos que son fuente para conocer la historia antigua, puesto que solo suelen ofrecer un punto de vista y “mienten muchísimo” como sucede con las crónicas romanas de sus conquistas como fue el caso de Numancia, que también ha novelado.
Tras desgranar el personaje de Jaime I que retrata en El Conquistador, pasó a hacerlo de Petronila, cuya dificultad residió en “meterse” en su cabeza al ser mujer y no servirle lo que podría decirle las mujeres actuales para comprender su pensamiento al ser un personaje del siglo XII. Definió a Petronila como un “caso extraordinario”.
La violencia del siglo XX
La historia, aunque la contemporánea, tuvo su hueco con el historiador turolense y el profesor universitario Julián Casanova, que presentó su reciente obra Una violencia indómita. El siglo XX europeo (Crítica, 2020), uno de los libros de historia mejor valorados entre los aparecidos el año pasado. Casanova destacó la importancia de “simplificar lo complejo sin perder el rigor” al escribir historia e incidió en la importancia de dejar clara la diferencia entre la historia y la memoria en una obra que ofrece un viaje a las manifestaciones fundamentales de la violencia en Europa durante el siglo pasado. Fue una de las presentaciones más concurridas y los asistentes calificaron de “lección magistral” la exposición de Casanova.
El historiador local Serafín Aldecoa presentó por la tarde otro libro de historia, Los ministros turolenses de la II República: Vicente Iranzo (Cella) y Ramón Feced (Aliaga), editado por Aragón Vivo, mientras que la jornada de la mañana la cerró Javier Sierra con El mensaje de Pandora (Planeta, 2020), que ya presentó virtualmente en la edición del año pasado.
Sierra, un autor muy seguido en Teruel, supo encandilar al público con su gran capacidad de comunicación para ir introduciendo a sus seguidores en el misterio de cuestiones como la inmensidad del Universo y la vida que puede existir más allá de nuestro sistema solar y de nuestra galaxia. “Nos miramos solo el ombligo”, comentó el autor de El mensaje de Pandora, que aseguró que lo había escrito para que lo leyesen sus hijos, y dejó caer la idea de que la vida probablemente salte de mundo en mundo, en un libro surgido desde el confinamiento a causa de la pandemia de la Covid.
Por la tarde, Javier Polo presentó la novela Después de la señal (Editorial Círculo Rojo), también inspirada por el confinamiento, y Cristina Giménez Los amantes y el resto de los mortales (Eride, 2021), dedicado a “todos los que amamos en presente pasado y futuro ”, dijo su autora.
Las últimas presentaciones de la feria antes de su clausura estuvieron dedicadas a los libros de poesía del Gato Negro con la participación de los poetas turolenses Fabián Navarrete, Mario Hinojosa, Guadalupe Caulín y Elena Gómez. Daniel Viñuales, Carlos Azagra y Encarna Revuelta, cerraron la feria con la presentación del cómic Señoría Labordeta (GP Ediciones), en la que recordaron el peso que Teruel había tenido en la forja de este cantautor.