‘La explosión’ de José San Miguel y Juanma Vargas competirá en Zaragoza y Almería

El cortometraje La explosión del alcañizano José San Miguel y el almeriense Juanma Vargas volverá a competir durante este mes de noviembre en el Festival de Cine de Almería y en el de Zaragoza. Después de haber ganado varios premios en Valencia o Valladolid, a partir del 18 entrará en competición junto a otros 32 cortometrajes en el festival andaluz, mientras que el 20 arranca el Festival de Cine de Zaragoza donde La explosión está entre los quince seleccionados a Mejor Corto Aragonés, junto a otro bajoaragonés, José Ángel Guimerá, que firma con Cristina Vilches Tren a Saturno.

San Miguel y Vargas, compañeros de estudios y que forman con otras cuatro personas la productora La Persiana Films, tienen bastantes esperanzas puestas en estos dos festivales después de que La explosión haya cosechado ya algunos triunfos.

El corto de ficción rodado por el aragonés y el andaluz ha obtenido el Primer Premio en el Festival de Cine Social Universitario de Valladolid, el Premio del Público en el Mostremp Mostra de Cinema Rural y cuatro galardones en el CinemaJove de Valencia; al Mejor Cortometraje, Mejor Guion, Premio Especial Residencia y Premio Espacial La Aventura del Saber de RTVE.

Gracias a este último galardón, dirigido a jóvenes autores, La explosión se emitirá a través de TVE en marzo de 2023, y además gracias a la estancia creativa lograda en Valencia los dos realizadores disfrutaron de varias masterclass y una tutorización en la que presentaron su próximo proyecto, un cortometraje sobre la despoblación que estará ambientado y rodado en el Bajo Aragón, a una serie de profesores en el ámbito de guion, producción o dirección de actores.

El CinemaJove es el festival que mayor impulso ha dado a la obra del turolense y el andaluz, ya que “el mundo del cine es bastante impenetrable”, asegura San Miguel. “Especialmente si vienes de la universidad en lugar de una Escuela de Cine. Pero este festival mantiene la categoría para estudiantes universitarios, que fue con la que nació, y este reconocimiento ha supuesto un empujón muy fuerte”.

A pesar de ello La explosión ha girado mucho y seguirá haciéndolo al menos hasta la próxima primavera. Hasta ahora ha sido seleccionado en otros certámenes como el Festival Internacional de Cine Independiente de Elche, el Rural Affinity Film Festival, el Cardial Film Festival, el Festival de Cine rural Luces, Cameros, Acción, el Festival de Cine Universitario Cortos de Vista (Perú) y el Festival Antonio Ferrandis de Paterna. Y en la última semana de noviembre competirá en Zaragoza y Almería.

La explosión es un corto que nació como un Trabajo de Fin de Grado de José San Miguel y Juanma Vargas, compañeros en el doble grado de Comunicación Audiovisual y Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid.

Su proceso de creación fue opuesto a lo que suele darse; en lugar de tener una idea y empezar a trabajar en producirla, los dos jóvenes estudiantes vieron de qué disponían y empezaron a darle vueltas para ver qué receta podían cocinar con esos ingredientes. “Básicamente disponíamos de la casa de un tío de Juanma en el Cabo de Gata (Almería), en un desierto precioso”, explica el alcañizano. “Nos vino la imagen de un montaña de electrodomésticos en ese desierto, que es muy surrealista, y empezamos a preguntarnos qué hacía allí, cómo había llegado y qué ocurriría si de repente explotara. Y a partir de ahí comenzamos a escribir el guion”.

En síntesis, la historia de La explosión es la de José Luis, un vecino algo excéntrico de un pueblo andaluz, que lee un bulo sobre la explosión de varios electrodomésticos por una guerra comercial. Se lo cree hasta el punto de intentar hacerse el héroe y convocar a todos sus vecinos para que lleven los electrodomésticos a un lugar en común para hacerlos estallar a la vez y evitar heridos.

“Al no tener dinero para hacer una producción complicada ni posibilidad de cortar una calle de Madrid nos pareció buena idea rodar allí, en ese desierto, aprovechar los medios que nos ofrecía, el paisaje tan sugerente, y contar una historia que se adaptara a eso”, afirma San Miguel. “La idea era complicarnos la vida lo menos posible, aunque al final terminamos con un a montaña de electrodomésticos viejos, a base de hacer muchos viajes al punto limpio, y 30 personas haciendo la figuración... así que al final nos la complicamos bastante”, bromea.

La historia es una comedia amable y divertida, pero tiene varias lecturas detrás. “La que quizá primero llame la atención es que parece que, después de lo que hemos vivido con la pandemia, ahora estamos dispuestos a creernos cualquier cosa, por inverosímil que parezca”.

Otra lectura es que, pese al qué dirán que parece que constriñe más en las sociedades rurales que en las urbanas, en este corto se hace “una oda a los cuidados personales en el entorno rural”. Y es que por estúpida que sea la propuesta de José Luis, el pueblo en bloque decide secundarla. “Casi nadie en el pueblo cree lo que dice José Luis, pero es el hijo de la Paqui, así que ¿cómo no vas a ir?”, dice San Miguel. “Además ese verano en el pueblo es aburrido y no hay mucho que hacer, así que todo el mundo se coge unas cervezas y van allí, a ver qué pasa, a hablar, y cada uno dice lo que piensa”. Desde ese punto de vista, La explosión es una excelente descripción de la sociedad rural frente a la urbana. Y una de las más divertidas y optimistas que se han hecho últimamente.

El humor de lo absurdo y el surrealismo que tinta el cortometraje recuerda poderosamente a José Luis Cuerda, y bebe directamente de uno de los referentes cinematográficos de San Miguel y Vargas, el ilicitano Chema García Ibarra. “Nos encanta como mete elementos surrealistas y extraordinarios en sus historias sobre costumbrismo del Levante español”, explica el realizador.

La explosión es uno de los primeros proyectos de la productora que han formado José San Miguel, Juanma Vargas, y cuatro compañeros de estudios más. “Es un proyecto que surgió para buscar oportunidades de rodaje y que se está profesionalizándose poco a poco”, subraya. “Somos guionistas, directores y productores, y también acogemos proyectos de otras personas y les damos forma”.

Afincamiento en Alcañiz

Por el momento bajo este paraguas se han desarrollado cinco videoclips de artistas emergentes de Madrid y algún otro cortometraje, producto de un TFG como La explosión, que todavía está por estrenarse.

En el futuro es posible que La Persiana Films se radique en Alcañiz, según San Miguel, que es donde estará basado el próximo proyecto cinematográfico de la dupla de directores. “Cambiaremos de género y nos iremos más hacia el drama social, para hablar sobre la despoblación”, explica. “Lo presentamos en la Residencia Creativa de Valencia y creo que tenemos una historia emotiva e importante... la estamos desarrollando poco a poco mientras buscamos financiación”.

San Miguel nació en Alcañiz y Vargas en Almería. Ambos han pasado seis años en Madrid donde se conocieron, “pero si pudiéramos elegir, tenemos muy claro que queremos vivir y trabajar en nuestra tierra”. En la actualidad los dos se platean muy seriamente la posibilidad de afincar La Persiana en Alcañiz “porque queremos ser parte del futuro tejido industrial del cine que se está forjando en Aragón”, afirma. “Queremos poner nuestro granito de arena en ese proceso. En Madrid hay muchas oportunidades de rodajes pero está lleno de provincianos como nosotros. En Aragón somos menos, hay menos competencia y eso también es una ventaja”.

“No veo por qué Aragón no podría desarrollar una industria”

Pensar en una futura industria cinematográfica en Teruel y el resto de Aragón le parece, a José San Miguel, “interesante y verosímil”. La actividad de la Aragón Film Commission y de todas las oficinas provinciales, comarcales y municipales que han empezado a funcionar están atrayendo cada vez más rodajes en un proceso que no está pasando desapercibido. “Yo estoy empezando en esto y más que experiencias tengo sensaciones”, explica el alcañizano. “Pero Madrid está lleno de directores porque hay actividad, no porque quieran rodar ni contar sus historias allí”.

Según el realizador, “donde hay incentivos y mecanismos de ayuda se rueda mucho y la gente vuelve contenta”. Los casos actuales más paradigmáticos en España son las islas Canarias, o Navarra, donde existe una fiscalidad diferenciada para la actividad cinematográfica.“Creo que Aragón se ha dado cuenta de eso y está dando los primeros pasos que puede que desemboquen en que comience a haber una industria”. San Miguel no entra a valorar si el funcionamiento de las Film Commission es el adecuado “porque no lo conozco”, pero “si a la variedad de localizaciones que se puede encontrar Aragón, con ciudades grandes, pueblos pequeños, nieve, desierto, montaña, bosques y un montón de paisajes muy cinematográficos, le unes una serie de ventajas y facilidades para que a los equipos les sea más fácil o rentable venir aquí, no veo por qué Aragón no va a poder desarrollar una buena industria cinematográfica”.